Es el círculo de la vida, Simba.
Un chimpancé que nunca tuvo ninguna idea original y que vive para inventar autoestimita majadera de los modos más estultoes posibles abre una cuenta en Burbuja.
El chimpancé conoce a otros personajes igual de inempeorables y se hacen amiguitos. Chilla las mismas chaladuras que los otros personajes, intercambian muchos zankitos y empiezan a creerse héroes supremos siendo la más baja cosa.
La realidad empieza a humillar salvajemente al chimpancé de burbuja. Todas sus profecías majaderas resultan 100% contrarias a lo pronosticado y empieza a usar los métodos más inmorales y fulleros para que las ideas superiores que lo abochornan se vayan a la segunda página.
El chimpancé ya no soporta más la humillación de saberse máximamente inane y que todos lo sepan, así que quema la cuenta y borra todas las miles de mongoladas que ha escrito en los últimos seis meses, todo a máximo bochorno y extremo repruebo hacia los que son más valiosos que él.
Al día siguiente, el chimpancé abre otra cuenta en burbuja. "Me llamaré pilinguin Super Star", dice para sus adentros.