Buena justica tenemos.
Con todo lo que se ha montado, la gravedad y el alcance de este asunto, que el juez no sea capaz de llevar las cosas con un mínimo de criterio profesional, demuestra una vez más la pésima calidad del sistema judicial.
Si fuera un caso de Pepito le ha robado la cabra a Menganito, pues bueno...cosas que pasan.
Pero que en un caso de enorme tras*cendencia y consecuencias, donde se le acusa a la esposa del Presidente de España, una de las mayores potencias mundiales, de delitos tán graves, que el juez que lo instruye no sea capaz de llevar de forma correcta ni siquiera las actuaciones previas tán sencillas y básicas como notificar a la denunciada los delitos de los que se le acusa...es bananero.
Más allá de las actuaciones de la defensa, que ese es su propósito, las actuaciones de la acusación y del juzgado son ridículas.
Es una fruta vergüenza.
El juez sabe perfectamente antes de iniciar el juicio si la acusada ha recibido o no la documentación. Para eso están los certificados. Si ha seguido con ello, es por algo que nada tiene que ver con la justicia.
La única explicación es que el juez que instruye el caso es un puñetero inútil o lo hace a propósito para alargar el juicio y dar tiempo a los medios afines a socavar la imagen del presidente, crear un juicio paralelo, dejar a sus medios a meter fango...como han hecho tantas veces.
Resumido:
O es fulastre o lo hace a propósito.