Las bases del problema del sistema económico español para mí arrancan con Franco, y siguen durante la democracia. Y el cáncer hay que buscarlo en la seguridad que se nos ha intentado vender desde el poder político.
Seguridad de que cuando te jubiles tendrás una buena paga. Seguridad de que no te echen del trabajo, y si lo hacen, te paguen una indemnización. Seguridad de que si te quedas en el paro vas a seguir cobrando un sueldo. Seguridad...
Eso ha hecho del español un ser bastante fistro en lo económico. Los españoles quieren ser funcionarios, no quieren ni oír hablar de emprender y cambiar de trabajo es algo que se hace casi casi por obligación cuando no hay más remedio.
Como forma de plantearse la vida laboral, es un pensamiento horroroso y que encima lastra la economía, pues no se crean empresas y la mentalidad común es la de que 'alguien' me tiene que dar lo mío.
Y con respecto a jubilaciones, paros y demás, hemos lastrado tanto la economía que nos la hemos cargado. Hemos asegurado tanto el pan de tantos millones que el que trabaja, tanto currito como empresario, paga semejantes burradas de impuestos que hace que no le de para vivir. Y hace que la economía se contraiga y el joven que trabaja puteado por cuatro duros termine pagando al jubilado que cobra el doble que él, o al que sospechosamente va a al paro en cuanto puede mientras él coge lo que haya.
Las cartas están repartidas, y no llegan para todos. Lo más penoso es que el sistema se defiende con uñas y dientes por la mayoría; unos porque se benefician de él, y otros porque la comedura de tarro les hace pensar que 'ya llegarán a esa edad' o 'ya necesitarán esos servicios cuando se queden en el paro'. Y se nos va el vino en catas.
Cada persona que trabaja tiene que mantener 1/3 de parado, 1/5 de funcionario y 1/2 de pensionista. Para ello al final de lo que percibe de su empresa el estado se queda un 60%.
Pues bien, en este país somos tan iluso que ese tío que está trabajando COBRA MENOS QUE EL FUNCIONARIO, COBRA MENOS QUE EL PENSIONISTA y puede ser que menos que hasta el parado.
