Sánchez podrá estar en mis antípodas ideológicas, pero no puedo dejar de admirar a un gran estratega político, que se ha enfrentado a todo el aparato político, clientelar, mediático y judicial de la derecha (y hasta las cloacas), que fueron con todo para asegurarse la victoria del gallego, y se enfrentó a ellos en solitario, logrando una victoria bastante impresionante. Y ahí está, presidente de nuevo, cuando nadie daba un duro por él.
Y desde luego Feijoo no es rival para este gladiador, curtido en los peores barros de la política. Bien haría la derecha en recomponerse y buscar mejores candidatos.