Se trata de tener dinero, o si no lo tienes, de que ellas crean que lo tienes.
Cuando yo tenia 29, un compañero de trabajo sabio, mayor y bastante respetado me propuso un experimento en la empresa multinacional en que trabajábamos.
Yo quería amarme a una compañera pibonazo que no me dirigía ni la mirada, y para la que yo directamente ni existía. Mi compañero y amigo me dijo que si yo quería probar un “experimento sociológico” el correría el rumor de que recientemente me había tocado una cantidad de dinero obscena, pero que yo me lo tenía callado.
Lo hizo en un desayuno con varios compañeros y compañeras (ella presente) y me avisó que lo había hecho.
El resultado fue increíble. El cuestión de días pase a ser tratado de forma diferente (mejor) por todo el mundo y pase a recibir sonrisas y saludos de todas las chicas de la oficina.
La susodicha un día me preguntó en la máquina de café por unos asuntos de trabajo, cuando hasta ese momento ni me había mirado y desde ese día pasamos a charlar cada día, hasta que un día le pedí salir a comer juntos tras el trabajo (obviamente yo sabía que sólo era interés por su parte y es triste saberlo, pero decidí ser como ella de interesado) luego una cena y luego pasamos directamente a amar en el coche, en un hotel y hasta en su casa….
En dos semanas la había lechedo por todos los agujeros posibles y ella había ingerido mi leche alegremente. Un día me preguntó por mi situación personal, pero mi respuesta fue ambigua y nunca le confirmé nada de mi supuesto dinero (tampoco ella preguntó directamente por ello) pero debió oler que yo no iba a ir mucho más allá y decidió cortar conmigo y volver a aislarme totalmente.
A mi me importó una cosa que lo hiciera pues gracias a mi compañero aprendí una lección de vida sobre que son las mujeres, mientras me lo pasé en grande un mes amandome lechonamente a una 9/10 con la tranquilidad de que nos estábamos engañando mutuamente.
Gracias por todo Germán.