cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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Por cierto. El primero movimiento antitabaco fue en la Alemania nancy:
La campaña antitabaco alemana incluyó la prohibición de fumar en tranvías, autobuses y trenes urbanos.5 Asimismo, promovió la educación sanitaria,11 limitó las raciones de cigarrillos en el Ejército Alemán, organizó conferencias médicas para los soldados y aumentó el impuesto al tabaco.5 El Gobierno alemán también estableció restricciones a la publicidad del tabaco y a fumar en espacios públicos, restaurantes y cafeterías.5 El movimiento antitabaco no tuvo gran efecto en los primeros años de Gobierno de Hitler y, de hecho, el uso del tabaco se incrementó entre 1933 y 1939,12 pero su uso por parte de personal militar declinó de 1939 a 1945.13 Incluso para fines del siglo XX, el movimiento antitabaco en Alemania de la posguerra no ha alcanzado la influencia de la campaña antitabaco de las décadas de 1930 y 1940.12
Actitud de Hitler hacia el tabaco
El presidente del Gobierno alemán,Adolf Hitler (1933-1945), fue el primer dirigente político del mundo en impulsar una política antitabaquismo en su país.
El que sería presidente del Gobierno alemán entre 1933 y 1945, Adolf Hitler era un gran fumador en su juventud: solía fumar entre 25 y 40 cigarrillos al día; pero dejó el hábito al concluir que era un derroche de dinero.9 En años posteriores, Hitler consideró el hábito de fumar como «decadente»13 y «la ira de los pieles rojas contra el hombre blanco, en venganza por haberles dado licores fuertes»;9 por ello, lamentaba que «se hayan perdido tantos hombres excelentes por envenenamiento con el tabaco».17 No estaba contento con que tanto su novia y futura esposa, Eva Braun, como el presidente del NSDAP, el partido político que le daba apoyo parlamentario, Martin Bormann, fueran fumadores y estaba preocupado por el hábito frecuente del ministro de Aviación alemán, Hermann Göring, de fumar en lugares públicos. Se molestó cuando fue encargada una estatua que retrataba a Göring fumando un cigarro.9 A menudo, Hitler es considerado el primer líder nacional en abogar en contra de fumar.18
Hitler desaprobó la libertad del personal militar de fumar y, durante la Segunda Guerra Mundial, el 2 de marzo de 1942, dijo que «fue un error, rastreable a la dirigencia del ejército de la época, al inicio de la guerra». También sostuvo que «no era correcto decir que un soldado no podía vivir sin fumar». Prometió poner fin al uso del tabaco en el ejército tras el fin de la guerra. Hitler, personalmente, incentivó a algunos amigos cercanos a no fumar y premió a aquellos que dejaron de hacerlo; sin embargo, la aversión personal de Hitler hacia el tabaco fue solo uno de varios catalizadores detrás de la campaña antitabaco.9
La campaña antitabaco alemana incluyó la prohibición de fumar en tranvías, autobuses y trenes urbanos.5 Asimismo, promovió la educación sanitaria,11 limitó las raciones de cigarrillos en el Ejército Alemán, organizó conferencias médicas para los soldados y aumentó el impuesto al tabaco.5 El Gobierno alemán también estableció restricciones a la publicidad del tabaco y a fumar en espacios públicos, restaurantes y cafeterías.5 El movimiento antitabaco no tuvo gran efecto en los primeros años de Gobierno de Hitler y, de hecho, el uso del tabaco se incrementó entre 1933 y 1939,12 pero su uso por parte de personal militar declinó de 1939 a 1945.13 Incluso para fines del siglo XX, el movimiento antitabaco en Alemania de la posguerra no ha alcanzado la influencia de la campaña antitabaco de las décadas de 1930 y 1940.12
Actitud de Hitler hacia el tabaco
El presidente del Gobierno alemán,Adolf Hitler (1933-1945), fue el primer dirigente político del mundo en impulsar una política antitabaquismo en su país.
El que sería presidente del Gobierno alemán entre 1933 y 1945, Adolf Hitler era un gran fumador en su juventud: solía fumar entre 25 y 40 cigarrillos al día; pero dejó el hábito al concluir que era un derroche de dinero.9 En años posteriores, Hitler consideró el hábito de fumar como «decadente»13 y «la ira de los pieles rojas contra el hombre blanco, en venganza por haberles dado licores fuertes»;9 por ello, lamentaba que «se hayan perdido tantos hombres excelentes por envenenamiento con el tabaco».17 No estaba contento con que tanto su novia y futura esposa, Eva Braun, como el presidente del NSDAP, el partido político que le daba apoyo parlamentario, Martin Bormann, fueran fumadores y estaba preocupado por el hábito frecuente del ministro de Aviación alemán, Hermann Göring, de fumar en lugares públicos. Se molestó cuando fue encargada una estatua que retrataba a Göring fumando un cigarro.9 A menudo, Hitler es considerado el primer líder nacional en abogar en contra de fumar.18
Hitler desaprobó la libertad del personal militar de fumar y, durante la Segunda Guerra Mundial, el 2 de marzo de 1942, dijo que «fue un error, rastreable a la dirigencia del ejército de la época, al inicio de la guerra». También sostuvo que «no era correcto decir que un soldado no podía vivir sin fumar». Prometió poner fin al uso del tabaco en el ejército tras el fin de la guerra. Hitler, personalmente, incentivó a algunos amigos cercanos a no fumar y premió a aquellos que dejaron de hacerlo; sin embargo, la aversión personal de Hitler hacia el tabaco fue solo uno de varios catalizadores detrás de la campaña antitabaco.9