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Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
+
Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
+
Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy viernes y las lecturas:
“ ¡Me alegro en Dios mi Salvador! ”
Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel 1,24-28:
En aquellos días, una vez que Ana hubo destetado a Samuel, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo.
Inmolaron el novillo, y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo:
«Perdón, por tu vida, mi Señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había mi pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida».
Y se postraron allí ante el Señor.
Salmo de hoy
1S 2,1.45.6-7.8abcd R/. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la progenitora de muchos queda baldía.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
El Señor da la fin y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la sarama al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,46-56
En aquel tiempo, María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
“su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
“derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia”
—como lo había prometido a “nuestros padres”—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de la Hna. Virgilia León Garrido O.P., de la Congregación Romana de Santo Domingo.
Reflexión del Evangelio de hoy
Ana subió al templo, para agradecer a Dios el nacimiento de Samuel
Para entender mejor la 1º lectura y descubrir la profundidad y actitud en la vida de Ana, sería bueno comenzar leyendo desde el primer versículo donde se explica todo el contexto familiar y cultural religioso de ese momento. Ana había implorado, con insistencia al Señor y en su gran desconsuelo expresó su petición.(V 11-12)
La segunda parte del relato que es la lectura de hoy día, se narra el cumplimiento de la promesa hecha a Yahvé por la progenitora de Samuel. El acento en esta parte del relato se centra en la actitud de la progenitora. Ana, después de haber amamantado a su hijo durante dos años, según la costumbre de la época es capaz de desprenderse del niño tan deseado y por tanto tiempo.
La entrega de Samuel al servicio del Señor en el templo adquiere connotaciones de sacrificio, se menciona todo lo que Ana lleva al templo para el sacrificio, unido a su propio voto. Su hijo será consagrado al Señor. Ana consagra lo más preciado que tiene en su vida.
La actitud de Ana nos recuerda la obediencia de Abraham, capaz de ofrecer y sacrificar a su hijo Isaac. La fe y el desprendimiento de estos dos grandes creyentes son el prototipo de los de María que entregará a Jesús, su hijo al servicio del Padre.
Ana sabe que ha llegado el momento: “sube al templo a cumplir lo que había prometido a Yahvé”. Podemos imaginarla llevando en su corazón sentimientos encontrados. A nivel humano parece ilógico que, tras desear tanto un hijo, cuando lo ha recibido vaya al lugar dónde sabe se desprenderá de él. El texto no dice nada sobre esto, solo nos muestra el agradecimiento y la alabanza por saberse visitada y bendecida. Permite así,que Samuel encuentre y realice el camino que Dios le ha trazado. ¡Qué gran generosidad y confianza en Yahvé!
¡Me alegro en Dios mi Salvador!
Lucas hoy nos ofrece en el evangelio el canto de María: El ¡Magnificat! Un canto que cada tarde en la iglesia católica solemos cantar en la oración de Vísperas. Al saberlo de memoria podemos caer a veces en salmodiarlo de forma rutinaria, ojalá en esta ocasión, la novedad y riqueza de la Palabra cale profundamente en todo nuestro ser.
El “magníficat” es un canto que nace de un corazón agradecido con Dios, de un corazón atento a la voz y a la acción que se está realizando tanto en su persona como en la historia de la humanidad.
El tema central del canto “es Dios”. Él ha sido el protagonista de todo lo que ha sucedido hasta el momento y de todo lo que vendrá después. El “¡Alégrate!” del Ángel sigue resonando en ella con fuerza, de tal forma lo ha orado y vivenciado que de sus labios brota el maravilloso reconocimiento al hacer de Dios como Historia de Salvación. María está tan llena de gracia, con deseos de comunicar lo que lleva dentro de sí que su corazón desborda de gozo y alegría que la lleva a iniciar su canto sabiéndose pequeña entre los humildes, expresándolo asi: “Engrandece mi alma al Señor” “¡Me alegro en Dios mi Salvador! Porque Él me ha mirado.” (1,46-48) María se sabe amada profundamente, de tal forma está impregnada de Dios que la lleva a poder expresar la extraordinaria novedad de Dios en ese nuevo tiempo que comienza. Inspirada entona esta oración proclamando la obra de Dios en ella, en el mundo y en el pueblo de Israel.
Teniendo como referencia su experiencia personal, María da una mirada retrospectiva a la obra de Dios en la historia y es capaz de plasmar la síntesis en este himno. En él canta los atributos y la Persona a quien se le reconoce por su: santidad, poder, misericordia, fidelidad.
María lo experimenta dentro de ella misma y por consiguiente el canto se convierte en su testimonio personal, no solitario ni intimista, porque la Virgen progenitora es consciente de que tiene una misión que desempeñar en favor de toda la humanidad. Así puede decir: “Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. (V50) Ella con su “Fiat” se ha hecho portavoz de todas las criaturas redimidas.
Gracias progenitora por tu entrega. Dentro de dos días celebraremos la alegría del nacimiento de tu Hijo Jesús.
Feliz y santa Navidad para todos junto al Niño-Dios que nos espera. Ojala “su Paz” llegue en medio de las guerras a consolar a tantos hombres, mujeres y niños que ya no esperan nada.
Fuente: ¡Me alegro en Dios mi Salvador!
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy viernes y las lecturas:
“ ¡Me alegro en Dios mi Salvador! ”
Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel 1,24-28:
En aquellos días, una vez que Ana hubo destetado a Samuel, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo.
Inmolaron el novillo, y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo:
«Perdón, por tu vida, mi Señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había mi pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida».
Y se postraron allí ante el Señor.
Salmo de hoy
1S 2,1.45.6-7.8abcd R/. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la progenitora de muchos queda baldía.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
El Señor da la fin y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la sarama al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria.
Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,46-56
En aquel tiempo, María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
“su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
“derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia”
—como lo había prometido a “nuestros padres”—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de la Hna. Virgilia León Garrido O.P., de la Congregación Romana de Santo Domingo.
Reflexión del Evangelio de hoy
Ana subió al templo, para agradecer a Dios el nacimiento de Samuel
Para entender mejor la 1º lectura y descubrir la profundidad y actitud en la vida de Ana, sería bueno comenzar leyendo desde el primer versículo donde se explica todo el contexto familiar y cultural religioso de ese momento. Ana había implorado, con insistencia al Señor y en su gran desconsuelo expresó su petición.(V 11-12)
La segunda parte del relato que es la lectura de hoy día, se narra el cumplimiento de la promesa hecha a Yahvé por la progenitora de Samuel. El acento en esta parte del relato se centra en la actitud de la progenitora. Ana, después de haber amamantado a su hijo durante dos años, según la costumbre de la época es capaz de desprenderse del niño tan deseado y por tanto tiempo.
La entrega de Samuel al servicio del Señor en el templo adquiere connotaciones de sacrificio, se menciona todo lo que Ana lleva al templo para el sacrificio, unido a su propio voto. Su hijo será consagrado al Señor. Ana consagra lo más preciado que tiene en su vida.
La actitud de Ana nos recuerda la obediencia de Abraham, capaz de ofrecer y sacrificar a su hijo Isaac. La fe y el desprendimiento de estos dos grandes creyentes son el prototipo de los de María que entregará a Jesús, su hijo al servicio del Padre.
Ana sabe que ha llegado el momento: “sube al templo a cumplir lo que había prometido a Yahvé”. Podemos imaginarla llevando en su corazón sentimientos encontrados. A nivel humano parece ilógico que, tras desear tanto un hijo, cuando lo ha recibido vaya al lugar dónde sabe se desprenderá de él. El texto no dice nada sobre esto, solo nos muestra el agradecimiento y la alabanza por saberse visitada y bendecida. Permite así,que Samuel encuentre y realice el camino que Dios le ha trazado. ¡Qué gran generosidad y confianza en Yahvé!
¡Me alegro en Dios mi Salvador!
Lucas hoy nos ofrece en el evangelio el canto de María: El ¡Magnificat! Un canto que cada tarde en la iglesia católica solemos cantar en la oración de Vísperas. Al saberlo de memoria podemos caer a veces en salmodiarlo de forma rutinaria, ojalá en esta ocasión, la novedad y riqueza de la Palabra cale profundamente en todo nuestro ser.
El “magníficat” es un canto que nace de un corazón agradecido con Dios, de un corazón atento a la voz y a la acción que se está realizando tanto en su persona como en la historia de la humanidad.
El tema central del canto “es Dios”. Él ha sido el protagonista de todo lo que ha sucedido hasta el momento y de todo lo que vendrá después. El “¡Alégrate!” del Ángel sigue resonando en ella con fuerza, de tal forma lo ha orado y vivenciado que de sus labios brota el maravilloso reconocimiento al hacer de Dios como Historia de Salvación. María está tan llena de gracia, con deseos de comunicar lo que lleva dentro de sí que su corazón desborda de gozo y alegría que la lleva a iniciar su canto sabiéndose pequeña entre los humildes, expresándolo asi: “Engrandece mi alma al Señor” “¡Me alegro en Dios mi Salvador! Porque Él me ha mirado.” (1,46-48) María se sabe amada profundamente, de tal forma está impregnada de Dios que la lleva a poder expresar la extraordinaria novedad de Dios en ese nuevo tiempo que comienza. Inspirada entona esta oración proclamando la obra de Dios en ella, en el mundo y en el pueblo de Israel.
Teniendo como referencia su experiencia personal, María da una mirada retrospectiva a la obra de Dios en la historia y es capaz de plasmar la síntesis en este himno. En él canta los atributos y la Persona a quien se le reconoce por su: santidad, poder, misericordia, fidelidad.
María lo experimenta dentro de ella misma y por consiguiente el canto se convierte en su testimonio personal, no solitario ni intimista, porque la Virgen progenitora es consciente de que tiene una misión que desempeñar en favor de toda la humanidad. Así puede decir: “Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. (V50) Ella con su “Fiat” se ha hecho portavoz de todas las criaturas redimidas.
Gracias progenitora por tu entrega. Dentro de dos días celebraremos la alegría del nacimiento de tu Hijo Jesús.
Feliz y santa Navidad para todos junto al Niño-Dios que nos espera. Ojala “su Paz” llegue en medio de las guerras a consolar a tantos hombres, mujeres y niños que ya no esperan nada.
Fuente: ¡Me alegro en Dios mi Salvador!
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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