Religión: Santo evangelio de hoy y lecturas. viernes, 20 de septiembre, "al despertar me saciaré de tu semblante, señor" ****************sto.rosario a las 22.00

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ACTUALIZACIÓN:

Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.

EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.



Desde Lourdes (hoy en castellano):



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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):



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Salve



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Ave María (cantado)





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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.


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Promesas del Rosario (apariciones marianas):



Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.

Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.

Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.

La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).

Beneficios de la Palabra

1) Nutre tu alma sedienta.

«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).

2) Fortalece tus huesos cansados.

«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).

3) Redirige tu mirada a lo que es justo.

«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).

4) Calma tu corazón desanimado.

«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).

5) Concede Completa Paz.

«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).

6) Llena De Esperanza.

«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).

7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.

«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).

8) Da Profunda Sabiduría.

«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).

9) Tranquilidad Durante El Dolor.

«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)

10) Te Llena De Sus Alabanzas.

«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).

11) Guarda De Caer En La Tentación.

«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).

12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.

«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).

13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.

«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).

14) Consuela En Tiempo De Angustia.

«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).

15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.

«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).

A continuación, el Evangelio de hoy viernes y las lecturas:

Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres

Primera lectura​

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12-20​


Hermanos:
Si se anuncia que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
Pues bien: si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado. Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe; más todavía: resultamos unos falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio contra él, diciendo que ha resucitado a Cristo, a quien no ha resucitado... si es que que los muertos no resucitan.
Pues si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís estando en vuestros pecados; de modo que incluso los que murieron en Cristo han perecido.
Si hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solo en esta vida, somos los más desgraciados de toda la humanidad.Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.

Salmo de hoy​

Salmo 16, 1. 6-7. 8 y 15 R/. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor​


Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor

Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor

Evangelio del día​

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 1-3​


En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de la Hna. Carmen Román Martínez O.P., de la Congregación de Santo Domingo.






Reflexión del Evangelio de hoy​

Si los muertos no resucitan…​

El capítulo 15 de la primera carta a los Corintios lo dedica Pablo al tema de la Resurrección. La comunidad reunida en asamblea litúrgica era el lugar idóneo para hablar de la resurrección de Cristo y tratar de comprenderla. Aunque el camino para comprender esta realidad fue indudablemente largo para la primitiva comunidad cristiana, como nos lo dicen múltiples tradiciones, parece que en esta carta no plantea gran dificultad.

Lo que les resultaba difícil a los corintios era comprender la resurrección de los cristianos. Algunos debieron infravalorar el tema de la resurrección creyendo que se había realizado ya en esta vida, por el contrario, otros la negaban por completo, puesto que en la cultura helenista la resurrección de los cuerpos era impensable. Pablo reacciona enérgicamente y se remite al evangelio.

El evangelio anunciado por el apóstol y que los corintios han acogido tiene precisamente por objeto la fin, sepultura y resurrección de Cristo (cf l Cor 15,1-11). La resurrección de Cristo no se puede pensar de forma aislada. Si se niega la resurrección de los cristianos, se niega también la de Cristo, con todas las consecuencias que de ello se derivan (15,12-19).

Pablo va a mostrar el absurdo de tal posición en dos pasos sucesivos. En el primero se establece que, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado, y en el segundo se concluye que si Cristo no ha resucitado vana es la predicación y la fe. Pablo quiere mostrar la inconsecuencia que existe en admitir una y rechazar la otra. Porque además si Cristo no ha resucitado, esa misma experiencia de fe es vana, ilusoria, no tiene fundamento alguno.

Toda esperanza se proyecta siempre hacia un futuro, si en el futuro no se cumple, nuestra esperanza es falsa y nos convierte en los más desgraciados de todos los seres humanos. Pero la nueva humanidad ha comenzado en Cristo resucitado, Pablo nos lo recuerda para alentar la fe de los corintios y la nuestra.

… y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.​

La lectura del evangelio de hoy nos pone en sintonía con el grupo de discípulos de Jesús integrado por los Doce y por algunas mujeres que él había sanado. No es la primera vez que vemos a Jesús en compañía o en relación con las mujeres, algo que es su tiempo era impensable para cualquier varón judío. Las innumerables normas que marcaban las relaciones entre el hombre y la mujer relegaba a esta última al ámbito de lo privado, de la casa, la intimidad o los hijos.

Sin embargo, Jesús cambia la mentalidad de su época para abrirles a la nueva realidad del Reino que incluye a todo ser humano, sobre todo a los último, a los que no cuentan, a los excluidos. En el evangelio de Lucas las mujeres son protagonistas de los diferentes acontecimientos que Jesús realiza: son receptoras de la buena noticia del Reino, el Señor las cura, las sana, pone su condición como ejemplo del Reino y las llama a su seguimiento.

No deja de sorprendernos que al igual que el evangelista nos da el nombre de los Doce, aquí también llama a algunas de las seguidoras de Jesús por su nombre propio. María la Magdalena, discípula de Jesús y testigo de su fin, sepultura y resurrección en los cuatro evangelios. Juana, mujer de un intendente de Herodes, bastante conocido y que acompaña a María Magdalena en los momentos más significativos de la vida de Jesús. Susana y otras mujeres que le ayudaban con sus bienes, que para Lucas tiene un significado más amplio: compartir los bienes trae consigo compartir la vida, la comunión, formar parte de esa comunidad del Reino en esta tierra.

Ser discípula, al igual que discípulo, es entrar en la dinámica de Jesús de Nazaret, adherirse a su persona, ser consecuente con su proyecto hasta la fin. Ser predicadora de buenas noticias, de una palabra fecunda, que genera vida y vida nueva.

Que las mujeres fuesen discípulas de Jesús en un mundo y en un tiempo donde la mujer no tenía ningún valor, nos habla mucho de la tras*formación que puede sufrir nuestro mundo, nuestra historia, nuestra mentalidad si realmente nos abrimos a ese Reino de Dios que siempre gesta vida y vida en abundancia.

Así nos lo recuerdan también los mártires que celebramos hoy con la entrega de una vida totalmente resucitada.

Fuente: Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres

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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.


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Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
 
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Kempis del día
Libro 4º
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Capítulo 11 (Parte 1): EL CUERPO DE CRISTO Y LA SAGRADA ESCRITURA SON MUY NECESARIOS AL ALMA FIEL

1. ¡Oh dulcísimo Señor Jesús! ¡Cuanta es la dulzura del alma devota, que se regala contigo en el banquete, donde se le presenta otro manjar que a su único amado, apetecible sobre todos deseos de su corazón! Seria ciertamente muy dulce para mí derramar en tu presencia copia de lágrimas afectuosas, y regar con ellas tus pies como la piadosa Magdalena. Mas ¿dónde está ahora esta devoción? ¿ dónde el copioso derramamiento de lágrimas devotas? Por cierto en tu presencia, y en la de tus santos ángeles, todo mi corazón debiera encenderse y llorar de gozo. Porque en el Sacramento te tengo verdaderamente presente, aunque encubierto bajo otra especie.

2. Porqué el mirarte en tu propia y divina claridad no podrían mis ojos resistirlo, ni el mundo entero subsistiría ante el resplandor de la gloria de tu majestad. Tienes, pues, consideración a mi poca falta de cultura cuando te ocultas bajo de este Sacramento. Yo tengo verdaderamente y adoro al mismo a Quien adoran los ángeles en el cielo: más yo solo con la fe por ahora, ellos claramente y sin velo. Debo yo contentarme con la luz de una fe verdadera, y andar con ella hasta que amanezca el día de la claridad eterna, y desaparezcan las sombras de las figuras. Mas cuando llegue este perfecto estado, cesará el uso de los Sacramentos; porque los bienaventurados en la gloria no necesitan de medicina sacramental. Sino que están siempre absortos de gozo en presencia de Dios, contemplando cara a cara su gloria; y trasladados de esta claridad al abismo de la claridad de Dios, gustan el Verbo encarnado, como fue en el principio, y permanecerá eternamente.

3. Acordándome de estas maravillas, cualquier contento, aunque sea espiritual, se me convierte en grave tedio, porque mientras no veo claramente a mi Señor en su gloria, en nada estimo cuanto en el mundo veo y oigo. Tú, Dios mío, me eres testigo de que ninguna cosa me puede consolar, ni criatura alguna dar descanso sino Tú, Dios mío, a quien deseo contemplar eternamente. Mas esto no es posible mientras vivo en carne mortal. Por eso debo tener mucha paciencia, y sujetarme a Ti en todos mis deseos.
Porque también, Señor, tus Santos, que ahora se regocijan contigo en el reino de los cielos, cuando vivían en este mundo esperaban con gran fe y paciencia l a venida de tu gloria. Lo que ellos creyeron, creo yo; lo que esperaron, espero; adonde llegaron ellos finalmente por tu gracia, tengo yo confianza de llegar. Entretanto caminaré con la fe, confortado con los ejemplos de los Santos. También tendré los libros santos, para consolación y espejo de la vida; y sobre todo esto, el Cuerpo santísimo tuyo por singular remedio y refugio.


Libro html disponible aquí, versión en pdf aquí.
 
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