Lux Mundi
In Hoc Signo Vinces
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Sábado Santo. Silencio, el Rey duerme, Dios está dormido. Es un día de silencio. No se si habéis notado alguna vez que el sábado Santo tiene un aura especial, yo sí lo he notado en otros sábados de gloria.
La Virgen María se quedó sola en este día, tras cerrarse la piedra del sepulcro donde colocaron el cuerpo de Cristo. Acompañada del apóstol San Juan, el discípulo amado, y de la fiel y valerosa santa María Magdalena, sus nuevos "hijos" que la acompañaron hasta el final, María se mantuvo firme en su fe en el sábado Santo, cuando todos habían perdido la esperanza. Ella no perdió ni un ápice de fe, por eso el sábado se asignó al día de María.
¿Qué ocurrió el sábado Santo?.
Os dejo un precioso video donde explica el tránsito de Jesucristo Nuestro Señor, descendiendo al mundo de los muertos.
Allí rescataría a las almas en la prisión de la oscuridad y tinieblas, donde llevaban mucho tiempo esperando por la venida del Mesías que nos iba a liberar de la oscuridad. El salvador del mundo y la humanidad.
Todos los que le precedieron, sin recibir lo prometido, porque lo verían de lejos en el tiempo y no de forma presente, ellos sabían que el Mesías estaba por venir, pero no le pudieron conocer personalmente, hasta el Sábado Santo. Allí están reyes, profetas, santos, patriarcas y matriarcas que le precedieron, y allí descendió Jesucristo hasta ir hacia Adán y Eva, y rescatarlos de su pecado, pues Él, con su Pasión, fin y Resurreccion, vencería a la fin y redime al mundo de sus pecados.
El video lo realizó un artista creo que norteamericano si estoy en lo cierto.
No soy capaz de ver el vídeo sin que se me caigan las lágrimas.
Sobre este video, el padre Góngora explica ese tránsito de Jesús, que fue explicado en su momento en una homilía antigua.
Os tras*cribo esa homilía abajo, que he recopilado del tuit del sacerdote.
«De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado.
¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio, porque el Rey duerme. La tierra está temerosa y sobrecogida, porque Dios se ha dormido en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios ha muerto en la carne y ha puesto en conmoción al abismo.
Va a buscar a nuestro primer padre como si este fuera la oveja perdida. Quiere visitar a "los que viven en tinieblas y en sombra de fin". Él, que es al mismo tiempo Dios e Hijo de Dios, va a librar de sus prisiones y de sus dolores a Adán y a Eva.
El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo, nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: «Mi Señor esté con todos».
Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: «Y con tu espíritu». Y, tomándolo por la mano, lo levanta, diciéndole: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.
Yo soy tu Dios, que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo que tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: “Salid”, y a los que se encuentran en las tinieblas: “Iluminaos”, y a los que duermen: “Levantaos.”
A ti te mando: "Despierta, tú que duermes", pues no te creé para que permanezcas cautivo en el abismo; "levántate de entre los muertos", pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza.
Levántate, salgamos de aquí, porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.
Por ti, yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti, yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti, yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al abismo; por ti, me he hecho hombre, "semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos"; por ti, que fuiste expulsado del huerto, he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado.
Contempla los salivazos de mi cara, que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas, que he soportado para reformar, de acuerdo con mi imagen, tu imagen deformada; contempla los azotes en mis espaldas, que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados, que habían sido cargados sobre tí; contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero, pues los he aceptado por ti, que maliciosamente extendiste una mano al árbol prohibido.
Dormí en la cruz, y la lanza atravesó mi costado, por ti, que en el paraíso dormiste, y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del tuyo. Mi sueño te saca del sueño del abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.
Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso sino en el trono celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol, yo, que soy la vida y que estoy unido a ti.
Coloqué un querubín que fielmente te vigilara; ahora te concedo que el querubín, reconociendo tu dignidad, te sirva. El trono de los querubines está a punto, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos; se han embellecido los eternos tabernáculos y jovenlandesadas, han sido abiertos los tesoros de todos los bienes, y el reino de los cielos está preparado desde toda la eternidad».
Que tengais pacifico reposo en este día en el que Nuestro Señor Jesucrisro, está dormido, porque el rey Dios, duerme en el Sábado Santo de Gloria.
La Virgen María se quedó sola en este día, tras cerrarse la piedra del sepulcro donde colocaron el cuerpo de Cristo. Acompañada del apóstol San Juan, el discípulo amado, y de la fiel y valerosa santa María Magdalena, sus nuevos "hijos" que la acompañaron hasta el final, María se mantuvo firme en su fe en el sábado Santo, cuando todos habían perdido la esperanza. Ella no perdió ni un ápice de fe, por eso el sábado se asignó al día de María.
¿Qué ocurrió el sábado Santo?.
Os dejo un precioso video donde explica el tránsito de Jesucristo Nuestro Señor, descendiendo al mundo de los muertos.
Allí rescataría a las almas en la prisión de la oscuridad y tinieblas, donde llevaban mucho tiempo esperando por la venida del Mesías que nos iba a liberar de la oscuridad. El salvador del mundo y la humanidad.
Todos los que le precedieron, sin recibir lo prometido, porque lo verían de lejos en el tiempo y no de forma presente, ellos sabían que el Mesías estaba por venir, pero no le pudieron conocer personalmente, hasta el Sábado Santo. Allí están reyes, profetas, santos, patriarcas y matriarcas que le precedieron, y allí descendió Jesucristo hasta ir hacia Adán y Eva, y rescatarlos de su pecado, pues Él, con su Pasión, fin y Resurreccion, vencería a la fin y redime al mundo de sus pecados.
El video lo realizó un artista creo que norteamericano si estoy en lo cierto.
No soy capaz de ver el vídeo sin que se me caigan las lágrimas.
Sobre este video, el padre Góngora explica ese tránsito de Jesús, que fue explicado en su momento en una homilía antigua.
Os tras*cribo esa homilía abajo, que he recopilado del tuit del sacerdote.
«De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado.
¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio, porque el Rey duerme. La tierra está temerosa y sobrecogida, porque Dios se ha dormido en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios ha muerto en la carne y ha puesto en conmoción al abismo.
Va a buscar a nuestro primer padre como si este fuera la oveja perdida. Quiere visitar a "los que viven en tinieblas y en sombra de fin". Él, que es al mismo tiempo Dios e Hijo de Dios, va a librar de sus prisiones y de sus dolores a Adán y a Eva.
El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo, nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: «Mi Señor esté con todos».
Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: «Y con tu espíritu». Y, tomándolo por la mano, lo levanta, diciéndole: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.
Yo soy tu Dios, que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo que tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: “Salid”, y a los que se encuentran en las tinieblas: “Iluminaos”, y a los que duermen: “Levantaos.”
A ti te mando: "Despierta, tú que duermes", pues no te creé para que permanezcas cautivo en el abismo; "levántate de entre los muertos", pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza.
Levántate, salgamos de aquí, porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.
Por ti, yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti, yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti, yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al abismo; por ti, me he hecho hombre, "semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos"; por ti, que fuiste expulsado del huerto, he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado.
Contempla los salivazos de mi cara, que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas, que he soportado para reformar, de acuerdo con mi imagen, tu imagen deformada; contempla los azotes en mis espaldas, que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados, que habían sido cargados sobre tí; contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero, pues los he aceptado por ti, que maliciosamente extendiste una mano al árbol prohibido.
Dormí en la cruz, y la lanza atravesó mi costado, por ti, que en el paraíso dormiste, y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del tuyo. Mi sueño te saca del sueño del abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.
Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso sino en el trono celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol, yo, que soy la vida y que estoy unido a ti.
Coloqué un querubín que fielmente te vigilara; ahora te concedo que el querubín, reconociendo tu dignidad, te sirva. El trono de los querubines está a punto, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos; se han embellecido los eternos tabernáculos y jovenlandesadas, han sido abiertos los tesoros de todos los bienes, y el reino de los cielos está preparado desde toda la eternidad».
Que tengais pacifico reposo en este día en el que Nuestro Señor Jesucrisro, está dormido, porque el rey Dios, duerme en el Sábado Santo de Gloria.
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