Religión: Santo evangelio de hoy y lecturas. miércoles, 21 de agosto, "el señor es mi pastor, nada me falta" ****************************sto.rosario a las 22.00

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ACTUALIZACIÓN:

Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.

EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.



Desde Lourdes (hoy en castellano):



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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):



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Salve



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Ave María (cantado)





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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.


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Promesas del Rosario (apariciones marianas):



Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.

Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.

Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.

La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).

Beneficios de la Palabra

1) Nutre tu alma sedienta.

«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).

2) Fortalece tus huesos cansados.

«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).

3) Redirige tu mirada a lo que es justo.

«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).

4) Calma tu corazón desanimado.

«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).

5) Concede Completa Paz.

«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).

6) Llena De Esperanza.

«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).

7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.

«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).

8) Da Profunda Sabiduría.

«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).

9) Tranquilidad Durante El Dolor.

«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)

10) Te Llena De Sus Alabanzas.

«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).

11) Guarda De Caer En La Tentación.

«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).

12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.

«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).

13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.

«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).

14) Consuela En Tiempo De Angustia.

«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).

15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.

«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).

A continuación, el Evangelio de hoy miércoles y las lecturas:

Id también vosotros a mi viña

Primera lectura​

Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 1-11​


Me fue dirigida esta palabra del Señor:
«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza y diles:
“¡Pastores!, esto dice el Señor: Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas?
Os coméis las partes mejores, os vestís con su lana; matáis las más obesas, pero no apacentáis el rebaño. No habéis robustecido a las débiles, ni curado a la enferma, ni vendado a la herida; no habéis recogido a la descarriada, ni buscado a la que se había perdido, sino que con fuerza y violencia las habéis dominado.
Sin pastor, se dispersaron para ser devoradas por las fieras del campo. Se dispersó mi rebaño y anda errante por montes y altos cerros; por todos los rincones del país se dispersó mi rebaño y no hay quien lo siga ni lo busque.
Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor: ¡por mi vida! —oráculo del Señor Dios—; porque mi rebaño ha sido expuesto al pillaje, y a ser devorado por las fieras del campo por falta de pastor; porque mis pastores no cuidaron mi rebaño, y se apacentaron a sí mismos pero no apacentaron mi rebaño, por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor: Esto dice el Señor Dios: Me voy a enfrentar con los pastores:
les reclamaré mi rebaño, dejarán de apacentar el rebaño, y ya no podrán apacentarse a sí mismos. Libraré mi rebaño de sus fauces, para que no les sirva de alimento”».
Porque esto dice el Señor Dios:
«Yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré».

Salmo de hoy​

Salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.​


El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
El Señor es mi pastor, nada me falta

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
El Señor es mi pastor, nada me falta

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
El Señor es mi pastor, nada me falta

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta

Evangelio del día​

Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16​


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.
Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido”. Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?».
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña”.
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más,
pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».

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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de las MM. Dominicas del Monasterio de Santa Ana (Murcia).





Reflexión del Evangelio de hoy​

"Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro"​

La imagen del pastor y las ovejas es muy recurrente en la Sagrada Escritura, porque manifiesta muy bien el modo que Dios tiene de cuidar a su pueblo. También Jesús dirá de sí mismo: “Yo soy el Buen Pastor”. Y el salmista exclamará lleno de alegría: “El Señor es mi pastor, nada me falta”.

La tarea del pastor es cuidar del rebaño, apacentar las ovejas y procurar que ninguna se pierda. De modo análogo, a la persona que tiene la misión de cuidar de otras se la llama pastor y se espera de ella que cumpla con su obligación. Pero esto no siempre es así, por eso el Señor manda a los profetas para que denuncien este mal comportamiento.

Esta denuncia que hace Ezequiel acaba con una promesa que nos llena de esperanza y alegría, pues Dios mismo pronuncia unas palabras maravillosas: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.» Dios no es indiferente al sufrimiento humano, no pasa de largo mirando a otro lado, siempre sale al encuentro del hombre para sanarlo y curar las heridas que le ha podido producir el andar por veredas equivocadas.

Todos los cristianos participamos de la misión del Buen Pastor, todos debemos ayudar a las personas que están en nuestro entorno y que quizás estén despistadas o confundidas a volver al redil, a la Iglesia, que es dónde podrán saciar su sed de Verdad, de Bien y de Belleza.

No podemos olvidar que también nosotros somos ovejas del rebaño del Señor, que necesitamos estar cerca de Él porque por nosotros mismos nada podemos. Ser buenas ovejas, nos enseñará a ser buenos pastores.

"Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido"​

Esta parábola, que sólo Mateo nos narra, pone de manifiesto cuán lejos están nuestros pensamientos de los de Dios. Dios no dice una cosa y luego hace otra (con todos se ajustó en un denario), lo que ocurre es que nosotros muchas veces interpretamos las cosas con miras muy humanas, queriendo sacar provecho de la situación.

Hay un himno que cantamos en la Liturgia de la Horas, concretamente en Vísperas, que hace alusión a la parábola que nos ocupa y que dice una frase que a mí me gusta mucho: “A jornal de Gloria no hay trabajo grande”. Dios nos llama a trabajar en su viña, a cada uno en un momento concreto de nuestra vida. Él no tiene en cuenta quien llega antes o después, sólo ve la pureza del corazón del que no se busca a sí mismo, sino la Gloria de Dios. Los que se quejan, es porque en su corazón reina el egoísmo y sus obras son mezquinas, van a lo mínimo.

Hacemos las cosas para Gloria de Dios y porque sabemos que nuestro salario, nuestro jornal es el Cielo. Si nos lo creyéramos de verdad, no estaríamos pendientes de lo que hacen los otros, sino que toda nuestra energía la emplearíamos en una entrega más generosa y auténtica.

Hoy celebramos la memoria de San Pío X, este santo fue un pastor que cuidó de su rebaño con gran solicitud, trabajó con sencillez de espíritu, pobreza y fortaleza dando así un nuevo incremento a la vida de la Iglesia. También tuvo que luchar contra lo errores doctrinales que en ella si infiltraban. Su lema “Instaurar todas las cosas en Cristo”, tras*luce el olvido de sí mismo y su intención de trabajar por el Reino de Dios. Imitemos su ejemplo y acojámonos a su intercesión.

Fuente: Id también vosotros a mi viña

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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.


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Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
 
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Kempis del día:
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Capítulo 46: DE LA CONFIANZA QUE DEBEMOS TENER EN DIOS CUANDO NOS DICEN INJURIAS

1. Hijo, estate firme y espera en Mí. ¿Qué son las palabras sino palabras? Vuelan por el aire, mas no mellan una piedra. Si estás culpado, determina enmendarte. Si no hallas en ti culpa, llévalo con gusto por Dios. Muy poco es el que sufras alguna vez siquiera malas palabras, ya que aún no puedes tolerar grandes golpes. Y ¿por qué tan pequeñas cosas te llegan al corazón, sino porque aún eres carnal, y miras mucho más a los hombres de lo que conviene? Porque temes ser despreciado, por esto no quieres ser reprendido de tus faltas, y buscas la sombra de las excusas.

2. Considérate mejor, y conocerás que aún vive en ti el amor del mundo, y el deseo vano de agradar a los hombres. Porque en huir de ser abatido y confundido por tus defectos se muestra hoy claro que no eres humilde verdadero, ni estás del todo muerto al mundo, ni el mundo está a ti crucificado. Mas oye mis palabras y no cuidarás de cuantas te dijeren los hombres. Dime: si se diere contra ti todo cuanto maliciosamente se pudiera fingir, ¿qué te dañaría, si lo dejases pasar y lo despreciases enteramente? Por ventura, ¿te podrías arrancar un cabello?

3. Mas el que no está dentro de su corazón, ni me tiene a Mí delante de sus ojos, presto se mueve por una palabra de menosprecio; pero el que confía en Mí, y no desea su propio parecer, vivirá sin temer a los hombres. Porque Yo soy el Juez y conozco todos los secretos; Yo sé cómo pasan las cosas; Yo conozco muy bien al que hace la injuria, y también al que la sufre. De Mí sale esta palabra; permitiéndolo Yo acaece esto, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones. Yo juzgo al culpable y al inocente; pero quise probar primero al uno y al otro con juicio secreto.

4. El testimonio de los hombres muchas veces engaña: mi juicio es verdadero, firme, y no se revoca. Muchas veces está escondido, y pocos lo penetran en todo: pero nunca yerra, ni puede errar, aunque a los ojos de los necios no parezca recto. A Mí, pues, habéis de recurrir en cualquier juicio y no confiar en el propio saber. Porque el justo no se turbará por cosas que Dios envíe sobre él; y si algún juicio fuere dicho contra él injustamente, no se inquietará por ello. Ni se ensalzará vanamente, si otros le defendieren sin razón. Porque sabe que Yo soy quien escudriño los corazones y los pensamientos, y que no juzgo según el exterior y apariencia humana. Antes muchas veces se halla a mis ojos culpable el que al juicio humano parece digno de alabanza.

5. Señor Dios, justo juez, fuerte y paciente, que conoces la flaqueza y maldad de los hombres, sé Tú mi fortaleza y toda mi confianza, pues no me basta mi conciencia. Tú sabes lo que yo no sé: por eso me debo humillar en cualquier reprensión y llevarla con mansedumbre. Perdóname también, Señor piadoso, todas las veces que no lo hice así, y dame gracia de mayor sufrimiento para otra vez. Porque mejor me está tu misericordia copiosa para alcanzar perdón, que mi presumida justificación para defender lo oculto de mi conciencia. Y aunque ella nada me acuse, no por esto me puedo tener por justo; porque quitada tu misericordia, no será justificado en tu acatamiento ningún viviente.


Libro html disponible aquí, versión en pdf aquí.
 
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