Por amor a Cristo.
Porque seguimos a un Crucificado, sabiendo que Él es la Verdad, porque la Verdad es una Persona:
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)
Porque quienes hacen todo eso que comentas no saben lo que hacen. ¿Cómo no les vamos a perdonar si el Señor les perdonó primero, y a nosotros también?
Y Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos. Lucas 23;34
Y aquí volvemos al padrenuestro que nos enseñó Jesús (Lucas 11:2-4)
Les dijo: «Cuando recen, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino.
Danos cada día el pan que nos corresponde.
Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe. Y no nos dejes caer en la tentación.»
y a Mateo 18:21-19:1 con 70 veces 7:
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la guandoca hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros m¡ Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
Cuando acabó Jesús estas palabras, partió de Galilea y vino a la región de ****a, al otro lado del Jordán.
Y también hay una razón egoísta, podría decirse así; porque seguir la Voluntad de Dios es lo mejor para nuestra alma.
Para mi la pregunta acertada sería ¿cómo no voy a perdonar a todos? Es difícil, sí, a veces incluso no puedo en ese momento porque estoy llena de dolor por ejemplo, pero le entrego a Jesús mis miserias para que me sane y me ayude a perdonar. Siempre quien perdona tiene paz. Y quien no perdona tiene resentimiento que como explicó el padre Santiago hace unas semanas resentir es volver a sentir una y otra vez. Perdonemos a todos y no dejemos de intentarlo y pedirle ayuda a Dios siempre.
Y esto el mundo no lo entiende pero nosotros no somos del mundo, somos de Cristo:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la verdad” (Juan 17:15–17).
Seguir a Cristo es nuestro camino de santificación. Ser humildes y confiar siempre en Él es la clave. Por amor a Cristo, porque Él nos amó primero.
Entrégale todos tus obstáculos porque siempre nos ayuda si somos humildes de corazón. Dios nunca nos abandona en nuestras necesidades.