Lux Mundi
In Hoc Signo Vinces
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Sencillamente te arrodillas en el confesionario (o te sientas en la silla, como hice yo el otro día en ese confesionario de campaña que han montado para que corra el aire). Desde pequeña, y eso fue cuando tomé la primera comunión a los 6 años, Ave María Purísima, el sacerdote me contesta "sin pecado concebida", le digo el tiempo que hace que confesé por última vez, más o menos (cuando lo hice después de mucho tiempo, créeme, llevaba mucho más tiempo que tú, que eres muy joven), y ya me dispongo a contarle mis pecados. Aquella primera vez, y varias después lloraba como una Magdalena, te vas limpiando y limpiando y cuando te absuelven eres feliz
En aquel tiempo había escuchado una serie de audios de Monseñor Munilla, donde daba algunas directrices. En los audios del P. Lofeudo actuales, más o menos los de hace una semana, también iba haciendo una sencilla correlación entre los Mandamientos y los pecados capitales. Fue precisamente eso lo que me llevó a confesarme de nuevo el lunes, porque sentía que no había llegado al fondo suficientemente en su momento. Sabía que no hay que tener escrúpulos. Bueno, todo eso se lo dije al sacerdote, y lo que me dijo me reconfortó muchísimo
En más ocasiones he escuchado a saerdotes que enseñan a hacer una buena confesión. A ver si encuentro alguno, y lo enlazo
De todos modos, guíate por tu conciencia. Tú sabes en qué has fallado, lo más complicado es ir al grano y no irse por las ramas, porque nuestros actos y dichos están ligados a los de otras personas, y debemos confesarnos de nuestros pecados, no de los pecados del otro, independientemente de la influencia que hayan tenido. Si ellos fueron nuestra cruz, debimos aguantarla y no lo hicimos, por ejemplo, y no fue excusa para nuestro obrar. Eso se me ocurre ahora, pero seguro que hay más elementos que debo remover cuando hago o intento hacer el examen de conciencia.
Venga, Lux Mundi, acércate a una iglesia, mira el horario de confesiones. Si están confesando aprovecha, no lo dejes para más tarde
Mira, cuando ha acabado la misa, hoy, me he acercado a la sacristía para encargar unas cercanas y, al irme, una chica estaba preguntando a la persona que hace de sacristán si podría preguntarle que querría confesarse. El párroco ha sido muy amable y le ha dicho que sí, aunque ya eran las occho y pico, había estado una hora aguardando a que alguien se acercase antes de celebrar. Cuando yo lo he pedido también ha sido así. Están deseando acogerte.
Una anécdota, el sacerdote que me confesó después de siglos sin hacerlo era ucraniano. Que Dios le bendiga, y a todos los demás
Yo, al ponerme ante él le diría que estoy falta de experiencia, que tengo vergüenza, que a pesar de todo necesito confesarme y que amo a Nuestro Señor a pesar de ser una pecadora, y que, por favor, necesito que me escuche y, al final, recibir la absolución. Te sentirás acogido. Dile que te ayude
Un abrazo muy fuerte a los dos, si pudiera os acompañaría hasta allí y os aguardaría
Me encanta.
Muchas gracias por compartir tu experiencia.
Debo armarme de valor para hacerlo, y espero que Dios me de la oportunidad y el momento adecuado.
Gracias de nuevo.