rafabogado
Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
+
Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
+
Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy jueves y las lecturas:
“ Ven y verás ”
Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló diciendo:
«Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero».
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Salmo de hoy
Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 R/. Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Juan Manuel Martínez Corral O.P., del Real Convento de Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife).
Reflexión del Evangelio de hoy
"Sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero"
La lectura del Libro del Apocalipsis nos muestra una simbología entre varios conceptos: «Esposa del Cordero», «la ciudad santa de Jerusalén», «piedra preciosa», «doce apóstoles» con la cual trata de desvelarnos un mensaje concreto, el designio de salvación, que tiene que ver con la jovenlandesada eterna, con el fundirse en la presencia de Dios. Como asegura san Pablo a la comunidad de los filipenses: «Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo» (Flp 3,20).
El Antiguo Testamento nos muestra el cuidado que Dios tiene sobre el pueblo que es de su «propiedad», y de este modo, lo mira compasivamente y el pueblo experimenta la presencia de Dios en medio de las duras circunstancias que se le presentan: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos» (Éx 3,7). Un pueblo que es peregrino, que anda errante buscando una patria donde asentarse. La patria a la que se encamina es hacia Dios mismo. «Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí» (Éx 19,4). Ese pueblo ya tiene un destino concreto, el mismo Dios, es el que lo atrae hacia sí. Lo va encaminando como a una meta concreta que es el Reino de Dios.
El pueblo tiene como fundamento a los doce apóstoles, es el pueblo santo de Dios. La dirección que marca es la «Jerusalén celeste» no un templo físico, si no que ese templo es Dios mismo y el Cordero. Un destino al que el cristiano, peregrino en busca de patria, se encamina. Relación de intimidad, que va a gozar de estar en la presencia de Dios. Peregrino que se convierte en piedras preciosas de ese templo de Dios, que lo adornan, lo hacen valioso, porque llegan a la misma santidad de Dios. El punto de encuentro entre Dios y la humanidad doliente que busca descansar en la patria celestial. Piedras que con una vida en fidelidad y coherencia al Cordero, embellecen sobremanera al templo.
"Cuando estabas debajo de la higuera, te vi"
Los relatos vocacionales que aparecen en el Nuevo Testamento nos hablan de encuentros que tras*forman la vida de aquellas personas que se encuentran con Jesús de Nazaret. En esta fiesta del apóstol san Bartolomé, sucede igual. Cambio radical, que lo vemos incluso en el nombre. De Natanael a Bartolomé.
Vemos que en el dialogo que aparece en el texto sagrado va evolucionando el discurso en clave vocacional. Felipe comienza a dar un testimonio de un encuentro interpersonal con la figura de Jesús. Hemos encontrado al esperado del pueblo: «Al Mesías». La duda rápidamente salta en el corazón de Natanael. En un contexto en el que surgen dudas, hay conflictos, enfrentamientos, dolencias… Se hace cuesta arriba ver que la mano de Dios sigue actuando. Por eso, se lanza la invitación: «Ven y verás». No pierdes nada por comprobarlo por ti mismo.
Este Mesías, que es el Enmanuel: «Dios con Nosotros», ha tocado la realidad humana y conoce la situación de su pueblo. No es desconocido el contexto vital en el que se mueve y tampoco los interrogantes que puedan saltar en el interior de su corazón. Jesús conoce el latido de los corazones de sus gentes.
Aprovecha para lanzar un elogio a Bartolomé: «Ahí tenéis una persona sin dobleces». No hay engaño en él. El Maestro hace una radiografía del interior de la persona, porque conoce. Tiene una mirada de compasión sobre el ser humano. La realidad humana no le es desconocida. Jesús sabe a quién llama al seguimiento. A ser portavoz del mensaje de salvación a toda la humanidad.
La tras*formación sigue en el encuentro con Jesús. El Nazareno le expresa que lo conoce, que sabe de él. Como tan bellamente lo expresa la experiencia del profeta Jeremías: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones» (Jer 1,5). Frente al sueño que el Señor tiene pensado para cada uno de nosotros, el vértigo que podemos sentir es grande, sin embargo, es mayor la gracia de Jesús que llama y cualifica para el seguimiento.
Y de esa experiencia de sentir toda tu vida bajo la mirada compasiva de Jesús, llega la profesión de fe. Solo ese amor y esa gracia que tras*forma tu vida por completo pueden venir del Mesías, del Hijo del Dios vivo, y así también, brota la confianza en la respuesta de dejarlo todo por seguirlo.
En la fiesta de san Bartolomé se nos invita a que también en un momento de intimidad con Jesús, pasemos toda nuestra vida bajo la mirada compasiva de Jesús. Solo así, descubriremos la gracia y el amor con el que nos desborda y nos llevará también a reconocerlo como el tesoro de nuestra vida. Y, de ese modo, podremos salir a anunciarlo al mundo entero sin temor ninguno.
Fuente: Ven y verás
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy jueves y las lecturas:
“ Ven y verás ”
Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló diciendo:
«Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero».
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Salmo de hoy
Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 R/. Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Juan Manuel Martínez Corral O.P., del Real Convento de Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife).
Reflexión del Evangelio de hoy
"Sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero"
La lectura del Libro del Apocalipsis nos muestra una simbología entre varios conceptos: «Esposa del Cordero», «la ciudad santa de Jerusalén», «piedra preciosa», «doce apóstoles» con la cual trata de desvelarnos un mensaje concreto, el designio de salvación, que tiene que ver con la jovenlandesada eterna, con el fundirse en la presencia de Dios. Como asegura san Pablo a la comunidad de los filipenses: «Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo» (Flp 3,20).
El Antiguo Testamento nos muestra el cuidado que Dios tiene sobre el pueblo que es de su «propiedad», y de este modo, lo mira compasivamente y el pueblo experimenta la presencia de Dios en medio de las duras circunstancias que se le presentan: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos» (Éx 3,7). Un pueblo que es peregrino, que anda errante buscando una patria donde asentarse. La patria a la que se encamina es hacia Dios mismo. «Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí» (Éx 19,4). Ese pueblo ya tiene un destino concreto, el mismo Dios, es el que lo atrae hacia sí. Lo va encaminando como a una meta concreta que es el Reino de Dios.
El pueblo tiene como fundamento a los doce apóstoles, es el pueblo santo de Dios. La dirección que marca es la «Jerusalén celeste» no un templo físico, si no que ese templo es Dios mismo y el Cordero. Un destino al que el cristiano, peregrino en busca de patria, se encamina. Relación de intimidad, que va a gozar de estar en la presencia de Dios. Peregrino que se convierte en piedras preciosas de ese templo de Dios, que lo adornan, lo hacen valioso, porque llegan a la misma santidad de Dios. El punto de encuentro entre Dios y la humanidad doliente que busca descansar en la patria celestial. Piedras que con una vida en fidelidad y coherencia al Cordero, embellecen sobremanera al templo.
"Cuando estabas debajo de la higuera, te vi"
Los relatos vocacionales que aparecen en el Nuevo Testamento nos hablan de encuentros que tras*forman la vida de aquellas personas que se encuentran con Jesús de Nazaret. En esta fiesta del apóstol san Bartolomé, sucede igual. Cambio radical, que lo vemos incluso en el nombre. De Natanael a Bartolomé.
Vemos que en el dialogo que aparece en el texto sagrado va evolucionando el discurso en clave vocacional. Felipe comienza a dar un testimonio de un encuentro interpersonal con la figura de Jesús. Hemos encontrado al esperado del pueblo: «Al Mesías». La duda rápidamente salta en el corazón de Natanael. En un contexto en el que surgen dudas, hay conflictos, enfrentamientos, dolencias… Se hace cuesta arriba ver que la mano de Dios sigue actuando. Por eso, se lanza la invitación: «Ven y verás». No pierdes nada por comprobarlo por ti mismo.
Este Mesías, que es el Enmanuel: «Dios con Nosotros», ha tocado la realidad humana y conoce la situación de su pueblo. No es desconocido el contexto vital en el que se mueve y tampoco los interrogantes que puedan saltar en el interior de su corazón. Jesús conoce el latido de los corazones de sus gentes.
Aprovecha para lanzar un elogio a Bartolomé: «Ahí tenéis una persona sin dobleces». No hay engaño en él. El Maestro hace una radiografía del interior de la persona, porque conoce. Tiene una mirada de compasión sobre el ser humano. La realidad humana no le es desconocida. Jesús sabe a quién llama al seguimiento. A ser portavoz del mensaje de salvación a toda la humanidad.
La tras*formación sigue en el encuentro con Jesús. El Nazareno le expresa que lo conoce, que sabe de él. Como tan bellamente lo expresa la experiencia del profeta Jeremías: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones» (Jer 1,5). Frente al sueño que el Señor tiene pensado para cada uno de nosotros, el vértigo que podemos sentir es grande, sin embargo, es mayor la gracia de Jesús que llama y cualifica para el seguimiento.
Y de esa experiencia de sentir toda tu vida bajo la mirada compasiva de Jesús, llega la profesión de fe. Solo ese amor y esa gracia que tras*forma tu vida por completo pueden venir del Mesías, del Hijo del Dios vivo, y así también, brota la confianza en la respuesta de dejarlo todo por seguirlo.
En la fiesta de san Bartolomé se nos invita a que también en un momento de intimidad con Jesús, pasemos toda nuestra vida bajo la mirada compasiva de Jesús. Solo así, descubriremos la gracia y el amor con el que nos desborda y nos llevará también a reconocerlo como el tesoro de nuestra vida. Y, de ese modo, podremos salir a anunciarlo al mundo entero sin temor ninguno.
Fuente: Ven y verás
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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