Ya que estamos en religión, aquí quisiera decir algo sobre las órdenes religiosas. Es muy simple. Pienso que
los frailes y monjas son la gente más inteligente que existe. ¿Por qué? Porque se reúnen para vivir en comunidad personas con una misma fe, que además es la correcta, saben bien que Jesucristo es la verdad y no hay verdad alguna fuera de él.
Cada vez más me doy cuenta de que es mejor buscar amistades cristianas verdaderas, y casi que limitarse a estas (en general, la gente no me parece muy confiable). Como bien señala el libro
Las comunas en la contracultura, las comunidades con mejor funcionamiento y mayor longevidad han sido o son las constituidas en un espíritu religioso (por ejemplo, los
amish) y, por contra, aquellas que han sido movidas por un mero espíritu marxista o económico o jipista han durado muy poco, algunas incluso tres días nada más.
Se ve muy diferente una persona que cree de la que no cree; y
la que cree, ve las cosas de modo diferente, por ejemplo, no se queda en la superficialidad de lo feo o de lo disminuido psíquicamente que pueda ser alguien, sino que
ve más allá, ya me entendéis los creyentes.
Las personas creyentes son más sensibles hacia los demás, más respetuosas, y además, esto les sale de modo espontáneo. No es que piensen «a ese debo tenerle respeto porque me lo manda mi religión», sino que de forma espontánea y sin pensarlo respeta, porque inconscientemente lo ve como algo que pertenece a Dios, y si amas a Dios amarás sus cosas, es lógico, si amas a un amigo respetarás sus cosas. Pongamos un ejemplo. Uno se saca el carnet de conducir tras 28 prácticas, se lo comenta a un primo suyo que no es creyente, igual responde: «¿28 prácticas? ¡Jo! ¿Tantas?». Pero lo dice a un creyente y este, aunque en el fondo pueda pensar que ha sido un poco torpe al hacer tantas prácticas, dirá: «¿28? ¡Ah!, está bien, no son muchas, te felicito». Otro ejemplo. Estás en clase haciendo un examen. Enseguida que, escribiendo, llego al final de la hoja, sin yo haber tenido tiempo aún de pedir nada al profesor, este ya se me acerca y me ofrece otra hoja. ¿Por qué? Porque
es cristiano y está atento en lo que hace, en su trabajo, y es sensible a las necesidades de los demás. Con esto no quiero decir que uno que no sea cristiano no pueda tener esos detalles y sensibilidades, solo digo que lo tiene más difícil.
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