rafabogado
Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
+
Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
Fuente 2: En español latino, con infografías:
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Se abre un abismo inmenso ”
Primera lectura
Lectura del Profeta Amós 6, 1a. 4-7
Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».
Salmo
Sal 145, 7. 8-9a. 9bc-10 R. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor abre los ojos al ciego,
Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
Alaba, alma mía, al Señor.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Alaba, alma mía, al Señor.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 6, 11-16
Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor y poder eterno. Amén.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
---
Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT (suspendidos hasta nuevo aviso, pues ha interrumpido sus emisiones por motivos de salud). Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo, del Convento de Santo Domingo de Torrent (Valencia).
Comentario bíblico
Primera lectura: (Amós 6,1a.4-7)
Marco: El capítulo 6 recoge oráculos contra el lujo despreocupado. El profeta denuncia las falsas seguridades de los ídolos, la falsa seguridad apoyada en las riquezas, la inseguridad de la ciudad, la confianza que estimula la buena vida. El cautiverio sobrevendrá como castigo.
Reflexiones
1ª) ¡Ay de vosotros los ricos porque habéis recibido vuestro consuelo!
Os acostáis en lechos de marfil... coméis los carneros del rebaño... bebéis vinos generosos, os ungís con los mejores perfumes. Es una descripción de la situación en Samaria durante el reinado de Jeroboam II. Durante su reinado, Samaria llegó a la época de mayor esplendor económico y de más deteriorada situación ética y religiosa. Las injusticias sociales eran lo más normal en aquella sociedad contra la que levanta la voz Amós. Ponen su esperanza en su prosperidad y continúan extorsionando a los más débiles y pobres. Amós fue el profeta que de modo más claro, directo e incisivo denunció la situación de deterioro y de injusticia social. Los ricos lo eran a costa de los vejados pobres y asalariados que no recibían su jornal justo. La explotación era lo normal en aquella sociedad. Con esta situación se atacaba la alianza del Sinaí y la voluntad de Dios expresada en aquellas cláusulas. Amós no levanta la voz en nombre propio y guiado por principios puramente económicos, lo hace, como es normal en los profetas, en nombre del Dios de la alianza del Sinaí. Esta alianza será siempre el punto de referencia para la denuncia profética en todos los campos y en todos los planos.
Segunda lectura: (1Timoteo 6,11-16)
Marco:Se trata de una solemne exhortación a Timoteo
Reflexiones
1ª) ¡Es necesario combatir bien para conseguir la vida eterna!
Combate el buen combate de la fe... El autor insiste en el carácter martirial de la vida cristiana, como se puede observar y deducir fácilmente del lenguaje utilizado: correr, combatir, “mantener el buen testimonio. La vida del discípulo durante la peregrinación por la tierra está sujeta a múltiples asaltos y a la persecución. Cuando se escribe esta carta, la Iglesia ya ha sufrido varias persecuciones más o menos generales. Han sido narradas o evocadas por algunos documentos neotestamentarios (Hebreos, 1-2 Pedro y Apocalipsis). Timoteo debe ser consecuente hasta el final a partir de una solemne profesión emitida por él sea en el momento del bautismo, sea en el momento de su ordenación para el ministerio. Aquella profesión de fe incluía, si se diera el caso, el martirio sangriento. Ciertamente la posesión de la vida eterna sería imposible si no partiese de un don gratuito, pero que solo podremos poseerlo realmente si se convierte también en el resultado de una conquista. Lo que heredamos sin méritos propios hemos de conquistarlo para poseerlo realmente. La posesión definitiva de la vida eterna es el resultado de la conjunción de la gratuidad y el compromiso arriesgado hasta la fin. Y esta evocación que hace el autor es necesaria más concretamente en los momentos en que escribe la carta. Este mensaje sigue teniendo vigencia y actualidad hoy. En el horizonte de la vida de todo creyente existe siempre la posibilidad del martirio. En todo caso todo creyente está llamado a vivir en disposición de dar testimonio.
Evangelio (Lucas 16,19-31)
Marco: Proseguimos el camino hacia Jerusalén. En este fragmento Lucas ofrece una de sus ideas preferidas: el cambio de suerte que se da entre el tiempo y la eternidad. Este cambio radical de situaciones lo había dejado ya claro en la forma de presentar las bienaventuranzas que tiene en común con Mateo (las bienaventuranzas de situación). Ay de los que ahora... porque después...
Reflexiones
1ª) ¡El espejismo humano ante la comprensión de la verdadera felicidad!
Había un rico que se vestía de púrpura y de lino... Se trata de una narración con la mirada puesta en la jovenlandesaleja o conclusión que de ella se debe sacar. Estimo que es mejor considerarlo como una parábola. En este caso todo el conjunto del relato ilumina una realidad de orden religioso. Esta lectura está estrechamente relacionada con la primera que hemos proclamado hoy tomada del libro del profeta Amós. El resultado de la vida disoluta del pueblo de Israel fue la destrucción como reino y el exilio (esto en el tiempo de la figura y la preparación). En el tiempo del cumplimiento del proyecto salvador la contraposición es la vida presente y caduca y la vida eterna y feliz para siempre. Esta parábola está recogida sólo por Lucas. Y es elegida por él porque encaja adecuadamente en su pensamiento general manifestado a lo largo de su relato: desde el Magnificat (aunque se trate de una composición de los primeros cristianos para glorificar a Dios por el misterio pascual en el que se realiza la salvación del mundo, Lucas la coloca sabiamente en labios de María a los comienzos de la realización del plan salvador de Dios en Jesús). En ese canto leemos: Derribó de sus tronos a los poderosos y ensalzó a los humildes (Lc 1,48.52). Vuelve a aparecer en el momento en que recoge las bienaventuranzas o congratulaciones de Jesús. Cuatro de estas congratulaciones las ha tomado de la misma fuente que Mateo y se las suele calificar como bienaventuranzas de situación, es decir, que se proclama bienaventurados o Jesús se congratula con aquellas gentes sometidas, de una forma violenta, a situaciones dolorosas y humillantes. Lucas realiza dos cambios: en primer lugar, subrayando el ahora y el después. En segundo lugar, añade: ¡Ay de vosotros...! Todas estas aclaraciones nos permiten captar mejor el sentido de la parábola proclamada hoy. La fuerza evocadora y la urgencia de este mensaje deben alcanzar al corazón de los hombres de nuestro tiempo poco preparados para captar y saborear tan paradójica enseñanza.
2ª) ¡La clave de la solución a este drama humano se encuentra en la Palabra de Dios!
Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto. Lucas valora adecuadamente los signos realizados por Jesús tanto en la naturaleza como en las personas. Y los interpreta de un modo personal y singular: son expresiones de la bondad y de la misericordia de Dios a través de Jesús. Y recoge algunos signos de la fuente propia de tal manera que sólo aparecen en su obra (vg. la resurrección del joven hijo único de una viuda en Naím). Pero Lucas insiste, de un modo especial, en la fuerza, dinamismo y necesidad de escuchar la palabra de Dios (Lc. 8,21). En la interpretación de la parábola del sembrador (8,15; cf. Lc 11,27-28). Es una escena muy similar a la que narra en 8,19-21 (que comparte con Marcos y Mateo). Los dos textos expresan cuál es la verdadera grandeza ante los ojos de Dios. María encarna bien esta definición de creyente, pues ella fue la primera en aceptar, acoger y reflexionar la Palabra de Dios y hacerla fielmente vida en ella (Lc 1,38; 1,45; 2,19.51). Estas escenas son propias de Lucas y reflejan la actitud de María para escuchar y meditar la palabra de Dios. Por tanto, este pensamiento con el que Lucas termina el fragmento que hemos proclamado hoy es coherente y en armonía con su tendencia a valorar la escucha de la palabra de Dios. La palabra interpreta los gestos. La resurrección de un muerto puede recibir múltiples interpretaciones: desde la negación por entender que se trata de una obra de magia hasta tergiversarlo. Pero el camino de la palabra y su escucha atenta es más seguro, piensa Lucas, y más acorde con un Dios personal que habla a los hombres manifestando su única Palabra.
Fuente: Se abre un abismo inmenso
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
Fuente 2: En español latino, con infografías:
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Se abre un abismo inmenso ”
Primera lectura
Lectura del Profeta Amós 6, 1a. 4-7
Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».
Salmo
Sal 145, 7. 8-9a. 9bc-10 R. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor abre los ojos al ciego,
Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
Alaba, alma mía, al Señor.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Alaba, alma mía, al Señor.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 6, 11-16
Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor y poder eterno. Amén.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
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Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT (suspendidos hasta nuevo aviso, pues ha interrumpido sus emisiones por motivos de salud). Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo, del Convento de Santo Domingo de Torrent (Valencia).
Comentario bíblico
Primera lectura: (Amós 6,1a.4-7)
Marco: El capítulo 6 recoge oráculos contra el lujo despreocupado. El profeta denuncia las falsas seguridades de los ídolos, la falsa seguridad apoyada en las riquezas, la inseguridad de la ciudad, la confianza que estimula la buena vida. El cautiverio sobrevendrá como castigo.
Reflexiones
1ª) ¡Ay de vosotros los ricos porque habéis recibido vuestro consuelo!
Os acostáis en lechos de marfil... coméis los carneros del rebaño... bebéis vinos generosos, os ungís con los mejores perfumes. Es una descripción de la situación en Samaria durante el reinado de Jeroboam II. Durante su reinado, Samaria llegó a la época de mayor esplendor económico y de más deteriorada situación ética y religiosa. Las injusticias sociales eran lo más normal en aquella sociedad contra la que levanta la voz Amós. Ponen su esperanza en su prosperidad y continúan extorsionando a los más débiles y pobres. Amós fue el profeta que de modo más claro, directo e incisivo denunció la situación de deterioro y de injusticia social. Los ricos lo eran a costa de los vejados pobres y asalariados que no recibían su jornal justo. La explotación era lo normal en aquella sociedad. Con esta situación se atacaba la alianza del Sinaí y la voluntad de Dios expresada en aquellas cláusulas. Amós no levanta la voz en nombre propio y guiado por principios puramente económicos, lo hace, como es normal en los profetas, en nombre del Dios de la alianza del Sinaí. Esta alianza será siempre el punto de referencia para la denuncia profética en todos los campos y en todos los planos.
Segunda lectura: (1Timoteo 6,11-16)
Marco:Se trata de una solemne exhortación a Timoteo
Reflexiones
1ª) ¡Es necesario combatir bien para conseguir la vida eterna!
Combate el buen combate de la fe... El autor insiste en el carácter martirial de la vida cristiana, como se puede observar y deducir fácilmente del lenguaje utilizado: correr, combatir, “mantener el buen testimonio. La vida del discípulo durante la peregrinación por la tierra está sujeta a múltiples asaltos y a la persecución. Cuando se escribe esta carta, la Iglesia ya ha sufrido varias persecuciones más o menos generales. Han sido narradas o evocadas por algunos documentos neotestamentarios (Hebreos, 1-2 Pedro y Apocalipsis). Timoteo debe ser consecuente hasta el final a partir de una solemne profesión emitida por él sea en el momento del bautismo, sea en el momento de su ordenación para el ministerio. Aquella profesión de fe incluía, si se diera el caso, el martirio sangriento. Ciertamente la posesión de la vida eterna sería imposible si no partiese de un don gratuito, pero que solo podremos poseerlo realmente si se convierte también en el resultado de una conquista. Lo que heredamos sin méritos propios hemos de conquistarlo para poseerlo realmente. La posesión definitiva de la vida eterna es el resultado de la conjunción de la gratuidad y el compromiso arriesgado hasta la fin. Y esta evocación que hace el autor es necesaria más concretamente en los momentos en que escribe la carta. Este mensaje sigue teniendo vigencia y actualidad hoy. En el horizonte de la vida de todo creyente existe siempre la posibilidad del martirio. En todo caso todo creyente está llamado a vivir en disposición de dar testimonio.
Evangelio (Lucas 16,19-31)
Marco: Proseguimos el camino hacia Jerusalén. En este fragmento Lucas ofrece una de sus ideas preferidas: el cambio de suerte que se da entre el tiempo y la eternidad. Este cambio radical de situaciones lo había dejado ya claro en la forma de presentar las bienaventuranzas que tiene en común con Mateo (las bienaventuranzas de situación). Ay de los que ahora... porque después...
Reflexiones
1ª) ¡El espejismo humano ante la comprensión de la verdadera felicidad!
Había un rico que se vestía de púrpura y de lino... Se trata de una narración con la mirada puesta en la jovenlandesaleja o conclusión que de ella se debe sacar. Estimo que es mejor considerarlo como una parábola. En este caso todo el conjunto del relato ilumina una realidad de orden religioso. Esta lectura está estrechamente relacionada con la primera que hemos proclamado hoy tomada del libro del profeta Amós. El resultado de la vida disoluta del pueblo de Israel fue la destrucción como reino y el exilio (esto en el tiempo de la figura y la preparación). En el tiempo del cumplimiento del proyecto salvador la contraposición es la vida presente y caduca y la vida eterna y feliz para siempre. Esta parábola está recogida sólo por Lucas. Y es elegida por él porque encaja adecuadamente en su pensamiento general manifestado a lo largo de su relato: desde el Magnificat (aunque se trate de una composición de los primeros cristianos para glorificar a Dios por el misterio pascual en el que se realiza la salvación del mundo, Lucas la coloca sabiamente en labios de María a los comienzos de la realización del plan salvador de Dios en Jesús). En ese canto leemos: Derribó de sus tronos a los poderosos y ensalzó a los humildes (Lc 1,48.52). Vuelve a aparecer en el momento en que recoge las bienaventuranzas o congratulaciones de Jesús. Cuatro de estas congratulaciones las ha tomado de la misma fuente que Mateo y se las suele calificar como bienaventuranzas de situación, es decir, que se proclama bienaventurados o Jesús se congratula con aquellas gentes sometidas, de una forma violenta, a situaciones dolorosas y humillantes. Lucas realiza dos cambios: en primer lugar, subrayando el ahora y el después. En segundo lugar, añade: ¡Ay de vosotros...! Todas estas aclaraciones nos permiten captar mejor el sentido de la parábola proclamada hoy. La fuerza evocadora y la urgencia de este mensaje deben alcanzar al corazón de los hombres de nuestro tiempo poco preparados para captar y saborear tan paradójica enseñanza.
2ª) ¡La clave de la solución a este drama humano se encuentra en la Palabra de Dios!
Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto. Lucas valora adecuadamente los signos realizados por Jesús tanto en la naturaleza como en las personas. Y los interpreta de un modo personal y singular: son expresiones de la bondad y de la misericordia de Dios a través de Jesús. Y recoge algunos signos de la fuente propia de tal manera que sólo aparecen en su obra (vg. la resurrección del joven hijo único de una viuda en Naím). Pero Lucas insiste, de un modo especial, en la fuerza, dinamismo y necesidad de escuchar la palabra de Dios (Lc. 8,21). En la interpretación de la parábola del sembrador (8,15; cf. Lc 11,27-28). Es una escena muy similar a la que narra en 8,19-21 (que comparte con Marcos y Mateo). Los dos textos expresan cuál es la verdadera grandeza ante los ojos de Dios. María encarna bien esta definición de creyente, pues ella fue la primera en aceptar, acoger y reflexionar la Palabra de Dios y hacerla fielmente vida en ella (Lc 1,38; 1,45; 2,19.51). Estas escenas son propias de Lucas y reflejan la actitud de María para escuchar y meditar la palabra de Dios. Por tanto, este pensamiento con el que Lucas termina el fragmento que hemos proclamado hoy es coherente y en armonía con su tendencia a valorar la escucha de la palabra de Dios. La palabra interpreta los gestos. La resurrección de un muerto puede recibir múltiples interpretaciones: desde la negación por entender que se trata de una obra de magia hasta tergiversarlo. Pero el camino de la palabra y su escucha atenta es más seguro, piensa Lucas, y más acorde con un Dios personal que habla a los hombres manifestando su única Palabra.
Fuente: Se abre un abismo inmenso
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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