Cilindrin
Himbersor
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jorobar, me ha entrado flato de lo que he tenido que correr hoy...
Resulta que me teletransporto a una casa a la que le tenemos echado el ojo. Casa con piscina climatizada en una urbanizacion en Sant Cugat del Valles. Uno sabe que esta en Sant Cugat porque hay bastantes coches con una pegatina que reza Sant seguido de una Q y la silueta de un gato.
En Sant Cugat viven muchos pijos catalanes de los que escuchan Rac1 y miran Tv3.
Pues bueno, me he teletransportado a la piscina junto a una pilinguilla del Mileroticos y bueno, nos hemos pasado el dia en la casa, amando, entrando y saliendo de la piscina, amando, vaciando la nevera, amando, mirando pelis, amando, vamos... lo típico. Nadie ha sospechado nada. Nos hemos saludado con unos vecinos, porque eso es lo que te crea la coartada perfecta delante un vecino, luego puedes apiolar y mutilar lo que quieras, que en la tele saldran diciendo:
- ¿Quien se iba a pensar que ese hombre era un malo despiadado? ¡Si siempre saludaba!
Como relativamente cerca de la casa hay una gasolinera, como a medio kilometro, pues cuando nos hemos quedado sin tabaco, he pillado dinero que he encontrado en un cajón de una cómoda en la casa y nos hemos ido paseando con la pilinguilla hasta la gasolinera. Teniamos intencion de pasar la noche alli, asi que hemos ido con la mascarilla puesta todo el rato, porque entre la mascarilla y los saludos quedabamos completamente camuflados. A parte, vestiamos bien porque hemos mangado ropa de pijos del armario del dormitorio principal, asi que no hemos levantado sospechas.
Entramos en la gasolinera.
- ¿Me abres la maquina de tabaco?
Un chaval catalán, pero de los catalanes que dan ardor de estomago de verdad, que son los de Barcelona y alrededores, porque no solo son catalanes sino que encima son "fangues", es decir, petulantes urbanitas, ha sacado un mando a distancia y le he metido unas monedas a la maquina.
- Gràcies, macu.- le suelto para continuar con mi papel de pijo simpatico que siempre saluda.
El chaval ha levantado una ceja. Creo que lo de "macu" no s'estila por ahi, pero no ha sido ese el problema.
- Macu? Això és assetjament! Jo no li he demanat que em digui "macu", i a més vostè està assignant-me un gènere binari de forma heteropatriarcal. Em sento violat d'esperit i d'ànima, i ara truco als Mossos.- me suelta el chaval que no tiene ni media leche y merece una que la pared le de tres mas.
- Anda, vete a la cosa retrasao.- le increpa la pilinguilla, que es bulgara y se llama Milenka y habla con marcado acento bulgaro.
El chaval marca el telefono de los Mossos y empieza a relatar el suceso al telefonista de los Mossos, o mossofonista, como se me acaba de ocurrir que deberia llamarse.
Vale, lo de mossofonista es una cosa de palabra que me acabo de inventar. Sigo:
Total, que el chaval les cuenta una historia rocambolesca y surrealista y les dice que el es gai y que le acabamos de violar unos pijos de Sant Cugat. Me entra la risa y me quedo escuchando lo que les relata el gasolinero sarasa. Milenka y yo nos empezamos a reir a carcajadas.
- ¡Sí, sí, rieu, rieu, però ja veurem qui riu quan arribin els Mossos!- nos suelta el puñetero catalán muerdealmohadas.
Le doy un segarro a Milenka y nos lo encendemos dentro de la tienda de la gasolinera. El chaval pone ojos como platos y nos chilla desquiciado:
- Aquí no s'hi pot fumaaaaar! Això és una benzinera!!!!!!- grita con las venas del cuello hinchadas.
Le escupo en la cara y me pillo unas botellas de cerveza bien fria de los frigorificos.
- Oye, coge lo que quieras, invito yo.- le digo a Milenka con voz seductora y pose de sobrado.
En esas que todo se ilumina de una luz azul parpadeante.
- Mira, ya han llegado los pitufos.- le espeto al gai con una falsa sorpresa seguida de una sonrisa picara.
Agarro a Milenka de la cintura e intento darle al pin de Barcelona92, pero no lo noto.
No, no se me ha caido. Lo llevaba en el jersey de siempre, pero como nos hemos vestido de pijos despues de bañarnos en la piscina, he olvidado quitarme el pin del jersey viejo y ponermelo en el jersey de pijo. Fallo mio, obviamente. El plan era volver a la casa y encargar unas picsas y seguir amando toda la noche, pero no me esperaba que lo de "macu" causaria tantos problemas.
Por un momento me veo preso, pero inmediatamente decido reaccionar. Entran dos mossos, los dos hombres. Agarro a Milenka y salimos por la puerta de la gasolinera justo cuando la abren los mossos. Sin mediar palabra, le subo el jersey a Milenka y se queda con sus dos grandes y bonitas berzas al aire. Los dos mossos, al ver esas dos berzazas, quedan medio paralizados, porque sus ojos se les van a las berzas.
Doy un salto y derribo a uno de ellos con un cabezazo certero. Milenka le mete una patada a los bemoles al otro, y nos largamos corriendo. Aprovecho para quitarle la pistola a uno de los mossos.
Al ver las luces azules y escuchar los gritos del gasolinero sarasa, empiezan a salir vecinos curiosos de sus casas, todos ellos con mascarilla en la fruta cara. Corremos unos metros y los vecinos no nos increpan ni nos gritan ni nada, ya que somos esos saludables individuos que les hemos saludado antes. Me quito la mascarilla para respirar y seguir corriendo. Aqui es donde las cosas se tuercen de verdad.
- Eeeeeeh! Eeeeeeeeh! La mascareta!- grita una charo catalufa con gafas de unos cincuenta años.
De repente, se giran todos los vecinos hacia nosotros, y empiezan a increparnos.
- Negacionistes!
- La mascareta per sobre el nas!
- Què t'hi jugues que tampoc s'han banderillat???
Una turba de catalanes pixapins airados y con cubreboca empieza a perseguirnos, seguidos de un coche patrulla de los Mossos. También nos persigue el gasolinero sarasa.
De repente lo veo todo con vision de tunel. Nos rodean los vecinos mascarilleros y se acercan a nosotros. Nos cortan las vias de escape y estan dispuestos a ayudar a la patrulla de pitufos a enchironarnos. Un residente de la urbanizacion es un jubilado con mallas de ciclista y una bicicleta. Me intenta dar con la bicicleta en la cabeza y yo caigo al suelo, pero entonces le meto cuatro tiros con la Glock que le he sisado al poli.
Luego me salta otro aliadme con una bosa del Esclat llena de cervezas artesanas e intenta reventarmela en la cabeza, pero le meto otros dos tiros y se queda moñeco in situ.
Finalmente me viene por detras uno de los mossos apuntandome a la cabeza. Yo, levantandome del suelo, le meto un tiro y le dejo el brazo colgando.
Seguidamente me levanto, agarro a Milenka y salimos pitando hasta la casa franca de la urbanización, no sin tirar cuatro tiros mas a un par mas de vecinos que no se apartan de nuestro camino, aunque en esta ocasion fallo y no le doy a nada.
Llegamos a la casa y me pongo el pin de Barcelona92 en mi nuevo jersey de pijo de La Martina. Oimos que la turba de vecinos sigue buscandonos por las calles, pero todavia no han localizado en que casa nos escondemos, asi que Malinka procede a comerme el cilindrin antes de emprender la huida definitiva y teletransportarnos de vuelta al ovni.
Resulta que me teletransporto a una casa a la que le tenemos echado el ojo. Casa con piscina climatizada en una urbanizacion en Sant Cugat del Valles. Uno sabe que esta en Sant Cugat porque hay bastantes coches con una pegatina que reza Sant seguido de una Q y la silueta de un gato.
En Sant Cugat viven muchos pijos catalanes de los que escuchan Rac1 y miran Tv3.
Pues bueno, me he teletransportado a la piscina junto a una pilinguilla del Mileroticos y bueno, nos hemos pasado el dia en la casa, amando, entrando y saliendo de la piscina, amando, vaciando la nevera, amando, mirando pelis, amando, vamos... lo típico. Nadie ha sospechado nada. Nos hemos saludado con unos vecinos, porque eso es lo que te crea la coartada perfecta delante un vecino, luego puedes apiolar y mutilar lo que quieras, que en la tele saldran diciendo:
- ¿Quien se iba a pensar que ese hombre era un malo despiadado? ¡Si siempre saludaba!
Como relativamente cerca de la casa hay una gasolinera, como a medio kilometro, pues cuando nos hemos quedado sin tabaco, he pillado dinero que he encontrado en un cajón de una cómoda en la casa y nos hemos ido paseando con la pilinguilla hasta la gasolinera. Teniamos intencion de pasar la noche alli, asi que hemos ido con la mascarilla puesta todo el rato, porque entre la mascarilla y los saludos quedabamos completamente camuflados. A parte, vestiamos bien porque hemos mangado ropa de pijos del armario del dormitorio principal, asi que no hemos levantado sospechas.
Entramos en la gasolinera.
- ¿Me abres la maquina de tabaco?
Un chaval catalán, pero de los catalanes que dan ardor de estomago de verdad, que son los de Barcelona y alrededores, porque no solo son catalanes sino que encima son "fangues", es decir, petulantes urbanitas, ha sacado un mando a distancia y le he metido unas monedas a la maquina.
- Gràcies, macu.- le suelto para continuar con mi papel de pijo simpatico que siempre saluda.
El chaval ha levantado una ceja. Creo que lo de "macu" no s'estila por ahi, pero no ha sido ese el problema.
- Macu? Això és assetjament! Jo no li he demanat que em digui "macu", i a més vostè està assignant-me un gènere binari de forma heteropatriarcal. Em sento violat d'esperit i d'ànima, i ara truco als Mossos.- me suelta el chaval que no tiene ni media leche y merece una que la pared le de tres mas.
- Anda, vete a la cosa retrasao.- le increpa la pilinguilla, que es bulgara y se llama Milenka y habla con marcado acento bulgaro.
El chaval marca el telefono de los Mossos y empieza a relatar el suceso al telefonista de los Mossos, o mossofonista, como se me acaba de ocurrir que deberia llamarse.
Vale, lo de mossofonista es una cosa de palabra que me acabo de inventar. Sigo:
Total, que el chaval les cuenta una historia rocambolesca y surrealista y les dice que el es gai y que le acabamos de violar unos pijos de Sant Cugat. Me entra la risa y me quedo escuchando lo que les relata el gasolinero sarasa. Milenka y yo nos empezamos a reir a carcajadas.
- ¡Sí, sí, rieu, rieu, però ja veurem qui riu quan arribin els Mossos!- nos suelta el puñetero catalán muerdealmohadas.
Le doy un segarro a Milenka y nos lo encendemos dentro de la tienda de la gasolinera. El chaval pone ojos como platos y nos chilla desquiciado:
- Aquí no s'hi pot fumaaaaar! Això és una benzinera!!!!!!- grita con las venas del cuello hinchadas.
Le escupo en la cara y me pillo unas botellas de cerveza bien fria de los frigorificos.
- Oye, coge lo que quieras, invito yo.- le digo a Milenka con voz seductora y pose de sobrado.
En esas que todo se ilumina de una luz azul parpadeante.
- Mira, ya han llegado los pitufos.- le espeto al gai con una falsa sorpresa seguida de una sonrisa picara.
Agarro a Milenka de la cintura e intento darle al pin de Barcelona92, pero no lo noto.
No, no se me ha caido. Lo llevaba en el jersey de siempre, pero como nos hemos vestido de pijos despues de bañarnos en la piscina, he olvidado quitarme el pin del jersey viejo y ponermelo en el jersey de pijo. Fallo mio, obviamente. El plan era volver a la casa y encargar unas picsas y seguir amando toda la noche, pero no me esperaba que lo de "macu" causaria tantos problemas.
Por un momento me veo preso, pero inmediatamente decido reaccionar. Entran dos mossos, los dos hombres. Agarro a Milenka y salimos por la puerta de la gasolinera justo cuando la abren los mossos. Sin mediar palabra, le subo el jersey a Milenka y se queda con sus dos grandes y bonitas berzas al aire. Los dos mossos, al ver esas dos berzazas, quedan medio paralizados, porque sus ojos se les van a las berzas.
Doy un salto y derribo a uno de ellos con un cabezazo certero. Milenka le mete una patada a los bemoles al otro, y nos largamos corriendo. Aprovecho para quitarle la pistola a uno de los mossos.
Al ver las luces azules y escuchar los gritos del gasolinero sarasa, empiezan a salir vecinos curiosos de sus casas, todos ellos con mascarilla en la fruta cara. Corremos unos metros y los vecinos no nos increpan ni nos gritan ni nada, ya que somos esos saludables individuos que les hemos saludado antes. Me quito la mascarilla para respirar y seguir corriendo. Aqui es donde las cosas se tuercen de verdad.
- Eeeeeeh! Eeeeeeeeh! La mascareta!- grita una charo catalufa con gafas de unos cincuenta años.
De repente, se giran todos los vecinos hacia nosotros, y empiezan a increparnos.
- Negacionistes!
- La mascareta per sobre el nas!
- Què t'hi jugues que tampoc s'han banderillat???
Una turba de catalanes pixapins airados y con cubreboca empieza a perseguirnos, seguidos de un coche patrulla de los Mossos. También nos persigue el gasolinero sarasa.
De repente lo veo todo con vision de tunel. Nos rodean los vecinos mascarilleros y se acercan a nosotros. Nos cortan las vias de escape y estan dispuestos a ayudar a la patrulla de pitufos a enchironarnos. Un residente de la urbanizacion es un jubilado con mallas de ciclista y una bicicleta. Me intenta dar con la bicicleta en la cabeza y yo caigo al suelo, pero entonces le meto cuatro tiros con la Glock que le he sisado al poli.
Luego me salta otro aliadme con una bosa del Esclat llena de cervezas artesanas e intenta reventarmela en la cabeza, pero le meto otros dos tiros y se queda moñeco in situ.
Finalmente me viene por detras uno de los mossos apuntandome a la cabeza. Yo, levantandome del suelo, le meto un tiro y le dejo el brazo colgando.
Seguidamente me levanto, agarro a Milenka y salimos pitando hasta la casa franca de la urbanización, no sin tirar cuatro tiros mas a un par mas de vecinos que no se apartan de nuestro camino, aunque en esta ocasion fallo y no le doy a nada.
Llegamos a la casa y me pongo el pin de Barcelona92 en mi nuevo jersey de pijo de La Martina. Oimos que la turba de vecinos sigue buscandonos por las calles, pero todavia no han localizado en que casa nos escondemos, asi que Malinka procede a comerme el cilindrin antes de emprender la huida definitiva y teletransportarnos de vuelta al ovni.
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