El Reaccionario
Madmaxista
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Hoy como cada 30 de mayo se celebra el santo de los Fernandos.
San Fernando, el rey santo
Guerrero, poeta y músico, compositor de cantigas al Señor. Se destacó por su integridad, piedad, valentía y pureza.
Tras la temprana fin de Enrique I de Castilla y la abdicación de su progenitora, obtiene en 1217 el reino de Castilla. Tuvo que enfrentarse a la casa de los Lara por una revuelta nobiliaria. Tras casarse con Beatriz de Suabia en 1219, se dedicó preferentemente a dirigir las campañas conquistadoras, combinando hábilmente las acciones diplomáticas con beneficiosas intervenciones bélicas que se valían de las discordias existentes en los distintos reinos fiel a la religión del amores.
A la fin de su padre Alfonso IX en 1230, tuvo que luchar por el trono de León, ya que éste legó su reino a Sancha y Dulce, hijas de su primer matrimonio con Teresa de Portugal. Gracias a la persuasión y algún pago heredó el reino de León, pasando a ser Rey de Castilla y León, y anexionándose el reino taifa de Murcia en 1243. Por otra parte, estableció las fronteras con el Reino de Aragón en el Tratado de Almizra (1244) y repartió las nuevas tierras conquistadas.
Asimismo, reconquistó todo el territorio de la actual comunidad autónoma de Andalucía, exceptuando el Reino de Granada, siendo importantes las tomas de ciudades como Baeza (1227), Úbeda (1233), Córdoba (1236), Jaén (1245) y Sevilla (1248).
Fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246 y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera entre otras.
Procuraba no agravar los tributos, a pesar de las exigencias de la guerra. Cuidaba tan bien de sus súbditos que se hizo famoso su dicho: "Más temo las maldiciones de una viejecita pobre de mi reino que a todos los jovenlandeses del África".
Reconocido por su sabiduría. Fundó la famosa universidad de Salamanca y edificó la catedral de Burgos. Viudo. Con su segunda esposa fue padre de Eleanor, esposa de Eduardo I de Inglaterra.
Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.
Al saber que estaba cercana la fin abandonó su lecho y se postro en tierra sobre cenizas, recibió los últimos sacramentos. Llamó a la reina y a sus hijos para despedirse de ellos y darles sabios consejos. Volviéndose a los que se hallaban presentes, les pidió que lo perdonasen por alguna involuntaria ofensa. Y, alzando hacia el cielo la vela encendida que sostenía en las manos, la reverenció como símbolo del Espíritu Santo. Pidió luego a los clérigos que cantasen el Te Deum, y así murió, el 30 de mayo de 1252. Había reinado treinta y cinco años en Castilla y veinte en León, siendo afortunado en la guerra, moderado en la paz, piadoso con Dios y liberal con los hombres, como afirman las crónicas de él. Su nombre significa "bravo en la paz".
“Las postrimerías de Fernando III el Santo”
Lo sucedió en el trono su hijo mayor, Alfonso X, conocido como Alfonso el Sabio.
Labor política y social.
Trató de unificar y centralizar la administración de los reinos castellano y leonés, promovió la traducción de Fuero juzgo e impuso el castellano como idioma oficial de sus reinos en sustitución del latín. Repartió las nuevas tierras conquistadas entre las órdenes militares, la Iglesia y los nobles, lo que dio lugar a la formación de grandes latifundios.
En el ámbito cultural y religioso, mandó levantar las catedrales de Burgos y León. Se esmeró por que en su corte se le diera importancia a la música y al buen hablar literario (su hijo el rey Alfonso el Sabio será un gran literato y declarará que su saber se lo debe en gran parte al interés que su padre tenía por que su instrucción fuera la mejor posible).
San Fernando y la religión.
El rey Fernando se rodeó siempre de doce varones sabios para que lo aconsejaran en todo, y uno de ellos fue el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Era un hombre de palabra y cumplía lo prometido aunque le costara muchos sacrificios. Sus mismos adversarios sabían que él cumplía siempre los pactos que hacía.
Antes de contraer su primer matrimonio pasó una noche entera rezando, pidiendo a Dios que bendijera su nuevo hogar. En sus cartas se declaraba: «Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima y Alférez del Apóstol Santiago» (sus guerreros decían que en algunas batallas que dirigía San Fernando les parecía sentir por los aires al Apóstol Santiago protegiéndolos).
El Papa Gregorio Nono lo llamó «Atleta de Cristo», y el Pontífice Inocencio IV le dio el título de «campeón invicto de Jesucristo».
Sobre su tumba escribieron este epitafio: «Aquí yace el muy honrado rey Fernando que conquistó y libertó a toda España. Fue el más leal, el más franco, el más humilde, el más respetuoso hacia Dios, el más servicial con los demás, y el que siempre supo honrar y pagar muy bien a sus amigos».
El Papa Clemente X lo canoniza el 4 de febrero de 1671, siendo el segundo rey español, considerando a San Hermenegildo como rey español, que es elevado a la santidad. Su hijo Alfonso le sucedió en el trono como Alfonso X, apodado el Sabio.
Canonizado el 4 de febrero de 1671 por el Papa Clemente X
Considerado por Menéndez y Pelayo como el mas grande de los reyes de Castilla
Es patrono de varias instituciones españolas y protector de cautivos, desvalidos y gobernantes.
Cuerpo incorrupto de San Fernando
Fernando III de Castilla - Wikipedia, la enciclopedia libre
¿Por qué es San Fernando patrón de Sevilla?
San Fernando, el rey santo
Guerrero, poeta y músico, compositor de cantigas al Señor. Se destacó por su integridad, piedad, valentía y pureza.
Tras la temprana fin de Enrique I de Castilla y la abdicación de su progenitora, obtiene en 1217 el reino de Castilla. Tuvo que enfrentarse a la casa de los Lara por una revuelta nobiliaria. Tras casarse con Beatriz de Suabia en 1219, se dedicó preferentemente a dirigir las campañas conquistadoras, combinando hábilmente las acciones diplomáticas con beneficiosas intervenciones bélicas que se valían de las discordias existentes en los distintos reinos fiel a la religión del amores.
A la fin de su padre Alfonso IX en 1230, tuvo que luchar por el trono de León, ya que éste legó su reino a Sancha y Dulce, hijas de su primer matrimonio con Teresa de Portugal. Gracias a la persuasión y algún pago heredó el reino de León, pasando a ser Rey de Castilla y León, y anexionándose el reino taifa de Murcia en 1243. Por otra parte, estableció las fronteras con el Reino de Aragón en el Tratado de Almizra (1244) y repartió las nuevas tierras conquistadas.
Asimismo, reconquistó todo el territorio de la actual comunidad autónoma de Andalucía, exceptuando el Reino de Granada, siendo importantes las tomas de ciudades como Baeza (1227), Úbeda (1233), Córdoba (1236), Jaén (1245) y Sevilla (1248).
Fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246 y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera entre otras.
Procuraba no agravar los tributos, a pesar de las exigencias de la guerra. Cuidaba tan bien de sus súbditos que se hizo famoso su dicho: "Más temo las maldiciones de una viejecita pobre de mi reino que a todos los jovenlandeses del África".
Reconocido por su sabiduría. Fundó la famosa universidad de Salamanca y edificó la catedral de Burgos. Viudo. Con su segunda esposa fue padre de Eleanor, esposa de Eduardo I de Inglaterra.
Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.
Al saber que estaba cercana la fin abandonó su lecho y se postro en tierra sobre cenizas, recibió los últimos sacramentos. Llamó a la reina y a sus hijos para despedirse de ellos y darles sabios consejos. Volviéndose a los que se hallaban presentes, les pidió que lo perdonasen por alguna involuntaria ofensa. Y, alzando hacia el cielo la vela encendida que sostenía en las manos, la reverenció como símbolo del Espíritu Santo. Pidió luego a los clérigos que cantasen el Te Deum, y así murió, el 30 de mayo de 1252. Había reinado treinta y cinco años en Castilla y veinte en León, siendo afortunado en la guerra, moderado en la paz, piadoso con Dios y liberal con los hombres, como afirman las crónicas de él. Su nombre significa "bravo en la paz".
“Las postrimerías de Fernando III el Santo”
Lo sucedió en el trono su hijo mayor, Alfonso X, conocido como Alfonso el Sabio.
Labor política y social.
Trató de unificar y centralizar la administración de los reinos castellano y leonés, promovió la traducción de Fuero juzgo e impuso el castellano como idioma oficial de sus reinos en sustitución del latín. Repartió las nuevas tierras conquistadas entre las órdenes militares, la Iglesia y los nobles, lo que dio lugar a la formación de grandes latifundios.
En el ámbito cultural y religioso, mandó levantar las catedrales de Burgos y León. Se esmeró por que en su corte se le diera importancia a la música y al buen hablar literario (su hijo el rey Alfonso el Sabio será un gran literato y declarará que su saber se lo debe en gran parte al interés que su padre tenía por que su instrucción fuera la mejor posible).
San Fernando y la religión.
El rey Fernando se rodeó siempre de doce varones sabios para que lo aconsejaran en todo, y uno de ellos fue el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Era un hombre de palabra y cumplía lo prometido aunque le costara muchos sacrificios. Sus mismos adversarios sabían que él cumplía siempre los pactos que hacía.
Antes de contraer su primer matrimonio pasó una noche entera rezando, pidiendo a Dios que bendijera su nuevo hogar. En sus cartas se declaraba: «Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima y Alférez del Apóstol Santiago» (sus guerreros decían que en algunas batallas que dirigía San Fernando les parecía sentir por los aires al Apóstol Santiago protegiéndolos).
El Papa Gregorio Nono lo llamó «Atleta de Cristo», y el Pontífice Inocencio IV le dio el título de «campeón invicto de Jesucristo».
Sobre su tumba escribieron este epitafio: «Aquí yace el muy honrado rey Fernando que conquistó y libertó a toda España. Fue el más leal, el más franco, el más humilde, el más respetuoso hacia Dios, el más servicial con los demás, y el que siempre supo honrar y pagar muy bien a sus amigos».
El Papa Clemente X lo canoniza el 4 de febrero de 1671, siendo el segundo rey español, considerando a San Hermenegildo como rey español, que es elevado a la santidad. Su hijo Alfonso le sucedió en el trono como Alfonso X, apodado el Sabio.
Canonizado el 4 de febrero de 1671 por el Papa Clemente X
Considerado por Menéndez y Pelayo como el mas grande de los reyes de Castilla
Es patrono de varias instituciones españolas y protector de cautivos, desvalidos y gobernantes.
Cuerpo incorrupto de San Fernando
Fernando III de Castilla - Wikipedia, la enciclopedia libre
¿Por qué es San Fernando patrón de Sevilla?
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