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Himbersor
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Una maquinaria de la corrupción que movía la familia de la fallecida alcaldesa del PP
El levantamiento del secreto del sumario de una parte de la instrucción del 'caso Azud' ha puesto de relieve el grado de corrupción existente en la época de la fallecida exalcaldesa del PP Rita Barberá al frente del Ayuntamiento de València. Si no fuera suficiente el caso Taula, que apunta a la financiación ilegal del PP local mediante el cobro de comisiones de concesionarias municipales con la implicación del que fuera vicealcalde Alfonso Grau y del cuñado de Barberá, José María Corbín, entre otros, el sumario de Azud vuelve a incidir sobre Grau y sobre Corbín, esta vez en una investigación sobre corrupción urbanística en la que hay cerca de 60 personas imputadas, varias decenas de ellas funcionarios vinculados sobre todo a las áreas de Patrimonio y Planeamiento del Ayuntamiento.
La trama de Azud gira en torno al empresario Jaime Febrer, que habría sobornado para sacar adelante proyectos urbanísticos a políticos del PP, como el que fuera concejal del área y hoy diputado en las Corts Valencianes Jorge Bellver, que la jueza pide imputar por haber recibido regalos. Pero también del PSPV-PSOE. El que fuera jefe de la oposición socialista en el Ayuntamiento Rafael Rubio está imputado en el caso por haber cobrado supuestamente cantidades en neցro. Él y otros dirigentes socialistas, como José Luis Vera o José María Cataluña, responsable entonces de las finanzas del PSPV-PSOE, participaron supuestamente en reuniones para convencer a alcaldes socialistas de que facilitasen los negocios de Febrer a cambio de comisiones o el pago de gastos electorales.
Y ahí destaca el papel de Jose Luis Vera, abogado vinculado al PSPV-PSOE, que habría cobrado 1,3 millones por propiciar reuniones de la trama con alcaldes como el de Benicàssim, en ese caso en nombre de un proyecto que involucraba a los carmelitas descalzos y que no se llevó a cabo; con dirigentes del Bloc y del PSPV en Burjassot para un proyecto que tampoco prosperó; o con la exalcaldesa del PP de Xixona, que vendió mediante una empresa pantalla unos terrenos de su familia a un precio superior al establecido para otros propietarios, por lo que está imputada junto a un exconcejal de su equipo.
Con todo, el protagonista de la trama, más incluso que el empresario Febrer, es el cuñado de la fallecida exalcaldesa, casado con una hermana de Barberá que era, además, su jefa de gabinete. La pareja y sus tres hijas están imputados en el caso. José María Corbín manejaba una agenda telefónica que revela sus relaciones con ministros del PP, consellers de la Generalitat Valenciana y otros personajes significados. A medida que se vayan conociendo más aspectos de la investigación judicial se podrá ir completando el rompecabezas de una trama que, por lo que se sabe hasta ahora, manejó como mínimo siete millones de euros en operaciones ilícitas.
El levantamiento del secreto del sumario de una parte de la instrucción del 'caso Azud' ha puesto de relieve el grado de corrupción existente en la época de la fallecida exalcaldesa del PP Rita Barberá al frente del Ayuntamiento de València. Si no fuera suficiente el caso Taula, que apunta a la financiación ilegal del PP local mediante el cobro de comisiones de concesionarias municipales con la implicación del que fuera vicealcalde Alfonso Grau y del cuñado de Barberá, José María Corbín, entre otros, el sumario de Azud vuelve a incidir sobre Grau y sobre Corbín, esta vez en una investigación sobre corrupción urbanística en la que hay cerca de 60 personas imputadas, varias decenas de ellas funcionarios vinculados sobre todo a las áreas de Patrimonio y Planeamiento del Ayuntamiento.
La trama de Azud gira en torno al empresario Jaime Febrer, que habría sobornado para sacar adelante proyectos urbanísticos a políticos del PP, como el que fuera concejal del área y hoy diputado en las Corts Valencianes Jorge Bellver, que la jueza pide imputar por haber recibido regalos. Pero también del PSPV-PSOE. El que fuera jefe de la oposición socialista en el Ayuntamiento Rafael Rubio está imputado en el caso por haber cobrado supuestamente cantidades en neցro. Él y otros dirigentes socialistas, como José Luis Vera o José María Cataluña, responsable entonces de las finanzas del PSPV-PSOE, participaron supuestamente en reuniones para convencer a alcaldes socialistas de que facilitasen los negocios de Febrer a cambio de comisiones o el pago de gastos electorales.
Y ahí destaca el papel de Jose Luis Vera, abogado vinculado al PSPV-PSOE, que habría cobrado 1,3 millones por propiciar reuniones de la trama con alcaldes como el de Benicàssim, en ese caso en nombre de un proyecto que involucraba a los carmelitas descalzos y que no se llevó a cabo; con dirigentes del Bloc y del PSPV en Burjassot para un proyecto que tampoco prosperó; o con la exalcaldesa del PP de Xixona, que vendió mediante una empresa pantalla unos terrenos de su familia a un precio superior al establecido para otros propietarios, por lo que está imputada junto a un exconcejal de su equipo.
Con todo, el protagonista de la trama, más incluso que el empresario Febrer, es el cuñado de la fallecida exalcaldesa, casado con una hermana de Barberá que era, además, su jefa de gabinete. La pareja y sus tres hijas están imputados en el caso. José María Corbín manejaba una agenda telefónica que revela sus relaciones con ministros del PP, consellers de la Generalitat Valenciana y otros personajes significados. A medida que se vayan conociendo más aspectos de la investigación judicial se podrá ir completando el rompecabezas de una trama que, por lo que se sabe hasta ahora, manejó como mínimo siete millones de euros en operaciones ilícitas.