Eric Finch
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Confieso que a este hombre no lo tenía localizado. Veremos por dónde continúa. Pero este artículo me parece francamente bueno y recomendable para todos los drugos del foro.
Ríndanse: Sánchez copia a Napoleón
03/01/2024
RAMÓN PÉREZ-MAURA-EL DEBATE
Chateaubriand estuvo al servicio de Napoleón y conoció muy de cerca las políticas del Emperador y déspota. Y hay pasajes que me han hecho ver, en las palabras del maestro francés, el perfecto retrato de lo que está haciendo Sánchez en la España de hoy. Permítanme seleccionar algunos párrafos del brevísimo ensayo.
Aquí sustituyan el «Príncipe» por el «presidente» o, si lo prefieren por el «autócrata», «soberanos legítimos» por «libertades» y «Francia» por «España» y el párrafo resultará más tras*parente. «Toda libertad expira, todo sentimiento honorable, todo pensamiento generoso se convierten en conspiraciones contra el Estado. Si se habla de virtud, se es sospechoso; alabar una buena acción es una ofensa contra el Príncipe. Las palabras cambian de acepción: un pueblo que lucha por sus soberanos legítimos es un pueblo rebelde; un traidor es un súbdito fiel; Francia entera se convierte en el imperio de la mentira; periódicos, panfletos, discursos prosa y verso, todo disfraza la verdad. Si ha llovido, se asegura que hacía sol; si el tirano ha paseado por entre el pueblo mudo, se afirma que avanzaba entre las aclamaciones de la multitud. El único fin es el Príncipe: la jovenlandesal consiste en entregarse a sus caprichos, el deber en elogiarlo.» (Págs. 60-61)
En este otro párrafo sustitúyase «soberano» por «presidente», «Buonaparte» por «Sánchez» y «Francia» por «España» y 200 años después de que Chateaubriand escribiera el texto original, el retrato de España es casi perfecto. «Esos muchachos crecían en escuelas donde al redoble del tambor se les enseñaba la irreligión, el desenfreno, el desprecio de las virtudes hogareñas y la obediencia ciega al soberano. La autoridad paterna, respetada por los más espantosos tiranos de la Antigüedad, era considerada por Buonaparte un abuso y un prejuicio. Pretendía hacer de nuestros hijos una especie de mamelucos sin Dios, sin familia y sin patria. Parece que ese enemigo de todo se hubiera empeñado en destruir Francia desde sus cimientos. Ha corrompido más él a los hombres, ha hecho más daño al género humano en el corto espacio de diez años que todos los tiranos de Roma juntos, desde Nerón hasta el último perseguidor de los cristianos.» (Pág. 63)
Y tan sólo una cita más que Chateaubriand toma de Napoleón y que es perfectamente atribuible a Sánchez: «La política consiste en burlarse de los hombres» (pág. 75). Y en esto, habrá que reconocer que el presidente del Gobierno español ha superado, con mucho, al Emperador de los Franceses.
Y para quienes crean que la presente gloria de Sánchez tiene que ser forzosamente efímera, recuerden que, en once años de gobierno absoluto, Napoleón cosechó cinco millones de muertos por toda Europa. Y hoy está enterrado con la mayor gloria y boato en el Hôtel National des Invalides de París. A nadie se le ocurre hacer un «traslado a El Pardo». Gloria al tirano. ¡Ah! Y Chateaubriand afirma en su ensayo «De Buonaparte y de los Borbones» que la única salvación frente al tirano es el Rey legítimo. La salvación para él está en los Borbones.
Ríndanse: Sánchez copia a Napoleón | Fundación para la Libertad
Chateaubriand estuvo al servicio de Napoleón y conoció muy de cerca las políticas del Emperador y déspota. Y hay pasajes que me han hecho ver, en las palabras del maestro francés, el perfecto retrato de lo que está haciendo Sánchez en la España de hoy Muchos hemos acudido en las últimas semanas...
paralalibertad.org
Ríndanse: Sánchez copia a Napoleón
03/01/2024
RAMÓN PÉREZ-MAURA-EL DEBATE
- Chateaubriand estuvo al servicio de Napoleón y conoció muy de cerca las políticas del Emperador y déspota. Y hay pasajes que me han hecho ver, en las palabras del maestro francés, el perfecto retrato de lo que está haciendo Sánchez en la España de hoy
Chateaubriand estuvo al servicio de Napoleón y conoció muy de cerca las políticas del Emperador y déspota. Y hay pasajes que me han hecho ver, en las palabras del maestro francés, el perfecto retrato de lo que está haciendo Sánchez en la España de hoy. Permítanme seleccionar algunos párrafos del brevísimo ensayo.
Aquí sustituyan el «Príncipe» por el «presidente» o, si lo prefieren por el «autócrata», «soberanos legítimos» por «libertades» y «Francia» por «España» y el párrafo resultará más tras*parente. «Toda libertad expira, todo sentimiento honorable, todo pensamiento generoso se convierten en conspiraciones contra el Estado. Si se habla de virtud, se es sospechoso; alabar una buena acción es una ofensa contra el Príncipe. Las palabras cambian de acepción: un pueblo que lucha por sus soberanos legítimos es un pueblo rebelde; un traidor es un súbdito fiel; Francia entera se convierte en el imperio de la mentira; periódicos, panfletos, discursos prosa y verso, todo disfraza la verdad. Si ha llovido, se asegura que hacía sol; si el tirano ha paseado por entre el pueblo mudo, se afirma que avanzaba entre las aclamaciones de la multitud. El único fin es el Príncipe: la jovenlandesal consiste en entregarse a sus caprichos, el deber en elogiarlo.» (Págs. 60-61)
En este otro párrafo sustitúyase «soberano» por «presidente», «Buonaparte» por «Sánchez» y «Francia» por «España» y 200 años después de que Chateaubriand escribiera el texto original, el retrato de España es casi perfecto. «Esos muchachos crecían en escuelas donde al redoble del tambor se les enseñaba la irreligión, el desenfreno, el desprecio de las virtudes hogareñas y la obediencia ciega al soberano. La autoridad paterna, respetada por los más espantosos tiranos de la Antigüedad, era considerada por Buonaparte un abuso y un prejuicio. Pretendía hacer de nuestros hijos una especie de mamelucos sin Dios, sin familia y sin patria. Parece que ese enemigo de todo se hubiera empeñado en destruir Francia desde sus cimientos. Ha corrompido más él a los hombres, ha hecho más daño al género humano en el corto espacio de diez años que todos los tiranos de Roma juntos, desde Nerón hasta el último perseguidor de los cristianos.» (Pág. 63)
Y tan sólo una cita más que Chateaubriand toma de Napoleón y que es perfectamente atribuible a Sánchez: «La política consiste en burlarse de los hombres» (pág. 75). Y en esto, habrá que reconocer que el presidente del Gobierno español ha superado, con mucho, al Emperador de los Franceses.
Y para quienes crean que la presente gloria de Sánchez tiene que ser forzosamente efímera, recuerden que, en once años de gobierno absoluto, Napoleón cosechó cinco millones de muertos por toda Europa. Y hoy está enterrado con la mayor gloria y boato en el Hôtel National des Invalides de París. A nadie se le ocurre hacer un «traslado a El Pardo». Gloria al tirano. ¡Ah! Y Chateaubriand afirma en su ensayo «De Buonaparte y de los Borbones» que la única salvación frente al tirano es el Rey legítimo. La salvación para él está en los Borbones.