LA IMPOSICION HISTORICA DEL CASTELLANO: una cronología documental - Ramón de Andrés

La lengua es ahora, para los nuevos nancy-onalistas lo mismo que los genes para los de don Adolfo en los años 30. Si no hay se inventan, si son pura evolución lógica se subdividen ad hoc, se retuercen y, sobre todo, se subliman. El caso es dividir, sacralizar "hechos diferenciales" semi-eternos o directamente eternos, y de algo utilitario, cambiante, en contínua mezcla y fusión, cual es la lengua (y los genes) se hacen sellos de tribus, tan irreales como bicocas para los nuevos caciques taifales. Y así, de una nación con siglos de existencia, con una cultura impresionante, con gestas comunes que deberían enorgullecernos, pasamos a creer las patrañas de un tarado xenófobo como el Sabino Arana o las elucubraciones de una burguesia reaccionaria y temerosa de la competencia como la que epilogó, magistralmente, el hiper-corrupto del Jordi Pujol. De otras idioteces similares en lados diferentes, mejor ni citar. Una tragedia hispana, que se inicia a finales del XIX y triunfa, contra todo pronóstico, a finales del XX. Virtud, eso si, a que nunca logramos desterrar el antiguo régimen (y no es el de Franco), es decir, nos faltó guillotina y la sangre jacobina que corría por las venas del poeta. En Francia triunfó la ciudadanía sobre los trabucaires del terruño, aquí los cien mil hijos de San Luis nos dejaron la semilla del medievo. Que retoñó en el carlismo, cutre y ridículo, al que tampoco se estirpó como debía. Para florecer en nuestros días, eso sí con la abracadabrante envoltura de "izquierdismo" y "progresismo"... Lo dicho, una desgracia a la que todavía no se le ve final, sin apuntar a nada bueno.
 
La lengua es ahora, para los nuevos nancy-onalistas lo mismo que los genes para los de don Adolfo en los años 30. Si no hay se inventan, si son pura evolución lógica se subdividen ad hoc, se retuercen y, sobre todo, se subliman. El caso es dividir, sacralizar "hechos diferenciales" semi-eternos o directamente eternos, y de algo utilitario, cambiante, en contínua mezcla y fusión, cual es la lengua (y los genes) se hacen sellos de tribus, tan irreales como bicocas para los nuevos caciques taifales. Y así, de una nación con siglos de existencia, con una cultura impresionante, con gestas comunes que deberían enorgullecernos, pasamos a creer las patrañas de un tarado xenófobo como el Sabino Arana o las elucubraciones de una burguesia reaccionaria y temerosa de la competencia como la que epilogó, magistralmente, el hiper-corrupto del Jordi Pujol. De otras idioteces similares en lados diferentes, mejor ni citar. Una tragedia hispana, que se inicia a finales del XIX y triunfa, contra todo pronóstico, a finales del XX. Virtud, eso si, a que nunca logramos desterrar el antiguo régimen (y no es el de Franco), es decir, nos faltó guillotina y la sangre jacobina que corría por las venas del poeta. En Francia triunfó la ciudadanía sobre los trabucaires del terruño, aquí los cien mil hijos de San Luis nos dejaron la semilla del medievo. Que retoñó en el carlismo, cutre y ridículo, al que tampoco se estirpó como debía. Para florecer en nuestros días, eso sí con la abracadabrante envoltura de "izquierdismo" y "progresismo"... Lo dicho, una desgracia a la que todavía no se le ve final, sin apuntar a nada bueno.
Los extremismos son malos tanto desde los procastellanistas como de prolenguas vernáculas como dices tu. El castellano tambien es una lengua vernácula con un alto grado de expansión geográfica exterior.
Los que tenemos una lengua materna distinta del castellano en ningún momento renunciamos al mismo ni a su aprendizaje. Soy mucho más español que muchos castellanistas y españolistas que al final aprenden 4 palabras en inglés y se corren de gusto cuando las sueltan en una reunión de amigos.
España es un estado plurinacional y plurilingüe nunca reconocido, quizás en cierta forma con los Habsburgo, y no por ello deja de ser una Unidad Hispana. La estadidad confederal dentro de una Unión Ibérica sería la mejor forma de cerrar 200 años de enfrentamientos cíclicos entre españoles.
 
Los extremismos son malos tanto desde los procastellanistas como de prolenguas vernáculas como dices tu. El castellano tambien es una lengua vernácula con un alto grado de expansión geográfica exterior.
Los que tenemos una lengua materna distinta del castellano en ningún momento renunciamos al mismo ni a su aprendizaje. Soy mucho más español que muchos castellanistas y españolistas que al final aprenden 4 palabras en inglés y se corren de gusto cuando las sueltan en una reunión de amigos.
España es un estado plurinacional y plurilingüe nunca reconocido, quizás en cierta forma con los Habsburgo, y no por ello deja de ser una Unidad Hispana. La estadidad confederal dentro de una Unión Ibérica sería la mejor forma de cerrar 200 años de enfrentamientos cíclicos entre españoles.


Amigo mío, el "castellano" es lo que fablaba el Cid campeador. Lo que hoy se habla en la mayor parte de la vieja Iberia (de momento) y otras regiones del orbe es la lengua española, producto de mil confluencias y en continuo proceso de desarrollo y muda, desde su impreciso nacimiento hasta hoy mismo. Con todas las variantes que usted quiera, se trata de un continuum dialectal imparable, y sólo las bien engrasadas ideologías de poder cutre-nacionalistas nos hacen "advertir" lenguas allí donde sólo hay escalas de desarrollo hacia convergencias que emanan de un proceso natural de entenderse y medrar. En España no ocurre nada distinto a Francia, Reino Unido, Alemania o donde quiera uno mirar. Y sin embargo, el "problema" sólo existe aquí, eso sí, virtud a la historia lamentable que le resumí en el mensaje anterior. No sé si usted es euskoparlante u occitanoparlante, pero caso contrario su "lengua materna" no puede haber sido otra sino el español, con la variedad y en la escala que usted quiera. Es posible que, a tenor de su avatar, sea nacido en el "Principado", en cuyo caso le diría que conozco bien el tema, pues mis raíces están en el Ustium que recibía la Carisa, lugar "cosmopolita" donde uno de sus nativos alcanzó gran renombre internacional en los siglos gloriosos de la gran Roma progenitora. Se llamaba Marco Ulpio y hablaba latín, de donde deriva este sistema de comunicación verbal que nos permite entendernos a usted y a mi, y leer millones de interesantes y hasta imprescindibles escritos, que forman parte del patrimonio más interesante e importante de la cultura universal. Si en mi aldea decían "tontu" al que perdía el tiempo en idioteces, no le dimos valor alguno al asunto, y cuando en la escuela nos decían que lo general y más universal era decir "orate", no perdíamos ni los anillos ni la "identidad" al usar esa forma cuando convenía. Por lo demás, de "llinguas" inventadas y ridículas, salvo para quienes han encontrado en ello una sinecura acojonante, ninguna utilidad tiene para el resto, que jamás hemos hablado nada parecido. Y para terminar, respecto a "confederaciones", "federaciones" y demás regímenes taifales, permítame que deje la cuestión para otro momento; me fatiga ya reivindicar al ciudadano frente a los supuestos "territorios", tal y como nos enseñaron aquellos valientes que se reunían en el club de la rue Saint-Honoré hace más de dos siglos. Un saludo.
 
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Amigo mío, el "castellano" es lo que fablaba el Cid campeador. Lo que hoy se habla en la mayor parte de la vieja Iberia (de momento) y otras regiones del orbe es la lengua española, producto de mil confluencias y en continuo proceso de desarrollo y muda, desde su impreciso nacimiento hasta hoy mismo. Con todas las variantes que usted quiera, se trata de un continuum dialectal imparable, y sólo las bien engrasadas ideologías de poder cutre-nacionalistas nos hacen "advertir" lenguas allí donde sólo hay escalas de desarrollo hacia convergencias que emanan de un proceso natural de entenderse y medrar. En España no ocurre nada distinto a Francia, Reino Unido, Alemania o donde quiera uno mirar. Y sin embargo, el "problema" sólo existe aquí, eso sí, virtud a la historia lamentable que le resumí en el mensaje anterior. No sé si usted es euskoparlante u occitanoparlante, pero caso contrario su "lengua materna" no puede haber sido otra sino el español, con la variedad y en la escala que usted quiera. Es posible que, a tenor de su avatar, sea nacido en el "Principado", en cuyo caso le diría que conozco bien el tema, pues mis raíces están en el Ustium que recibía la Carisa, lugar "cosmopolita" donde uno de sus nativos alcanzó gran renombre internacional en los siglos gloriosos de la gran Roma progenitora. Se llamaba Marco Ulpio y hablaba latín, de donde deriva este sistema de comunicación verbal que nos permite entendernos a usted y a mi, y leer millones de interesantes y hasta imprescindibles escritos, que forman parte del patrimonio más interesante e importante de la cultura universal. Si en mi aldea decían "tontu" al que perdía el tiempo en idioteces, no le dimos valor alguno al asunto, y cuando en la escuela nos decían que lo general y más universal era decir "orate", no perdíamos ni los anillos ni la "identidad" al usar esa forma cuando convenía. Por lo demás, de "llinguas" inventadas y ridículas, salvo para quienes han encontrado en ello una sinecura acojonante, ninguna utilidad tiene para el resto, que jamás hemos hablado nada parecido. Y para terminar, respecto a "confederaciones", "federaciones" y demás regímenes taifales, permítame que deje la cuestión para otro momento; me fatiga ya reivindicar al ciudadano frente a los supuestos "territorios", tal y como nos enseñaron aquellos valientes que se reunían en el club de la rue Saint-Honoré hace más de dos siglos. Un saludo.
Lo de siempre, plegarse a la forma de pensar de la mitad de España o a la cuneta, toque a quien toque según la realidad política vigente en el momento. Que pena de País y su pensamiento unidireccional.
 
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