MAESE PELMA
por el ojo ciego una buena platano
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El Papa Francisco habría vuelto a utilizar el término ‘frociaggine’ (gaiería) que tanta polémica causó hace unas semanas.
De nuevo un encuentro privado del Papa Francisco pero en este caso con sacerdotes italianos. El Papa visitó la Pontificia Universidad Salesiana del barrio Montesacro de Roma para hablar con unos 160 sacerdotes de entre 11 y 39 años de ordenación.
La versión oficial que ofrecen los medios vaticanos es que el Pontífice volvió a abordar la cuestión de la gaysidad en los seminarios. Según Vatican News, Francisco habló del peligro de las ideologías en la Iglesia y retomó el tema de la admisión en los seminarios de personas con tendencias gayses, reiterando la necesidad de acogerlas y acompañarlas en la Iglesia y la indicación prudencial del Dicasterio para el Clero sobre su admisión en los seminarios.
La prestigiosa Agencia ANSA ha ofreció en la noche del martes una versión más profunda de las palabras del Pontífice en ese encuentro con el clero romano. Según ANSA el Papa volvió a utilizar el polémico termino ‘frociaggine’ pero esta vez no para referirse a los seminarios sino al propio Vaticano. Según la agencia de noticias italiana, Francisco habría alertado de que «en el Vaticano se respira un aire de gaiería«.
El Papa también habría reiterado que si un chico tiene tendencia gays es mejor no dejarle entrar en el seminario: son «buenos chicos» pero con esta tendencia es mejor no hacerlo.
Después de la polémica que se originó tras filtrarse las palabras del Papa sobre los seminaristas gayses en el encuentro de mayo con los obispos italianos (también a puerta cerrada), el Papa ha vuelto a hablar del tema de la gaysidad que, según el Pontífice, no concierne sólo a los seminarios sino al propio Vaticano.
Lo cierto es que las palabras del Papa fueron rápidamente matizadas y corregidas al día siguiente por la oficina de prensa del Vaticano ante el revuelo generado a nivel mundial por lo que resulta cuanto menos peculiar que el Papa Francisco haya empleado la misma palabra por la que ya pidió perdón. En esta ocasión, el Papa vendría a confirmar lo que es otro gran secreto a voces: la existencia de un poderoso lobby lgtb dentro del Vaticano.
