EL CURIOSO IMPERTINENTE
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Roman Emperor Claudius Dressed as Egyptian Pharaoh in Newfound Carving - Scientific American
Con su conquista por Octavio, Egipto perdió su independencia política pero esto no supuso el fin definitivo de su cultura nativa, sino que sus principales rasgos distintivos de ésta, la religión, la escritura jeroglífica, la arquitectura y el idioma pervivieron para extinguirse lentamente durante los siglos siguientes.
Se seguían construyendo templos en los que los sacerdotes egipcios rendían honores divinos a los césares como durante milenios se les tributó a los faraones.
En una localidad cercana a Luxor, en las ruinas de un templo a Isis empezado a construir en tiempos de Augusto, se hallaron recientemente unos relieves en los que aparece el emperador tartamudo representado como rey del Alto y Bajo Egipto, "hijo de Ra y Señor de las Dos Coronas", levantando un poste rematado por una media luna. El emperador está tocado con una aparatosa corona formada por cuatro cálamos apoyados sobre cuernos de carnero, sobre los que reposan tres halcones. Frente a Claudio está Min, dios de la fertilidad y el poder, tocado también con una corona y con el miembro viril erecto. Los jeroglíficos describen a Min como "aquel que somete a su dominio a los caballos de batalla, cuyo nombre es temido en ambos países". Min le dice a Claudio "te hago entrega de las tierras extranjeras del sur". En otro muro del templo Claudio hace entrega de una lechuga, símbolo de la fertilidad de la tierra, al dios egipcio.
"Toma esta lechuga para unirla a tu cuerpo", le dice Claudio a Min.
Con su conquista por Octavio, Egipto perdió su independencia política pero esto no supuso el fin definitivo de su cultura nativa, sino que sus principales rasgos distintivos de ésta, la religión, la escritura jeroglífica, la arquitectura y el idioma pervivieron para extinguirse lentamente durante los siglos siguientes.
Se seguían construyendo templos en los que los sacerdotes egipcios rendían honores divinos a los césares como durante milenios se les tributó a los faraones.
En una localidad cercana a Luxor, en las ruinas de un templo a Isis empezado a construir en tiempos de Augusto, se hallaron recientemente unos relieves en los que aparece el emperador tartamudo representado como rey del Alto y Bajo Egipto, "hijo de Ra y Señor de las Dos Coronas", levantando un poste rematado por una media luna. El emperador está tocado con una aparatosa corona formada por cuatro cálamos apoyados sobre cuernos de carnero, sobre los que reposan tres halcones. Frente a Claudio está Min, dios de la fertilidad y el poder, tocado también con una corona y con el miembro viril erecto. Los jeroglíficos describen a Min como "aquel que somete a su dominio a los caballos de batalla, cuyo nombre es temido en ambos países". Min le dice a Claudio "te hago entrega de las tierras extranjeras del sur". En otro muro del templo Claudio hace entrega de una lechuga, símbolo de la fertilidad de la tierra, al dios egipcio.
"Toma esta lechuga para unirla a tu cuerpo", le dice Claudio a Min.