La pinta es de repentinitis, los dos deportistas y delgados y con buen aspecto. Primero, porque dijeron en ambos casos que fue de repente e inesperado. La probabilidad de que pase algo así es extraordinariamente baja en circunstancias normales. La gente no se suele morir de repente por pares, ni gente de ese perfil es fulastre y hace mala vida: están informados y se cuidan todo lo que pueden, y tienen dinero para hacerlo. Claro que al poco de la tercera dosis, ya es otra cosita eso de cascar “inesperadamente”.