Vamoa aver.
Si el reloj es de oro (oro, oro, no goldfilled, gold plated u otra forma de metal con cobertura dorada), un ligero pulidito te lo deja como nuevo, y ni se nota.
Si el reloj es dorado, olvídate, porque no se puede pulir y cualquier cosa que le hagas lo va a empeorar. A unas malas, si está muy, pero que muy, machacado, se podría llevar a dar un baño de oro, pero eso hace que pierda los filos y devalúa el reloj (aunque si te gusta más así, nada que decir).
Sobre lo de rehacer la esfera, salvo que esté hecha fosfatina, no lo hagas. Hace que el reloj pierda todo el valor que pueda tener, y normalmente queda peor que al principio. En los relojes vintage se suele valorar que tenga algo de pátina, y siempre se prefiere eso a que esté repintado.
El cristal, si es plexiglass, se pule sin ningún problema. Si es zafiro, también se puede pulir, aunque es más complicado, y en ambos casos se puede cambiar por uno nuevo.
Un servicio al movimiento de ese reloj, en un relojero profesional, rondará los cien euros, si solo hay que limpiarlo, engrasarlo y ajustarlo.
No lo lleves al concesionario oficial; allí te meterán una clavada, te cambiarán todo lo que se les ocurra (haciendo que el reloj pierda todo el valor histórico, poco o mucho, que pueda tener) y en realidad, cualquier coleccionista que pudiera ir a comprar tu reloj dejaría de hacerlo, porque habría perdido el valor coleccionable que pudiese tener.
Zenith es una marca que estuvo muy devaluada y que en los últimos diez o quince años, más o menos, ha recuperado el prestigio, más que nada por la inmensa cantidad de dinero que han invertido los propietarios, LVMH.