Bueno, queridos conforeros, este es un relato que escribi alla por el 2007, cuando contaba con la tierna edad de diecinueve años. No ha llovido nada desde entonces, vamos... lo cierto es que me hacia ilusion compartirlo con ustedes y que asi pudiesen criticar la mala prosa de mi yo adolescente. O directamente llamarme gaiaso, cualquier cosa se acepta. Ya lo he publicado en otros foros o blogs de mi autoria, pero como se que la gran mayoria de usuarios de este foro son criticos feroces de todo lo que se pueda (y se deba) criticar, valen mas las palabras hirientes que ustedes me puedan lanzar que cualquier halago que me puedan hacer los colegas que leen mi bitacora. Hala, que les aproveche
_No olvides quien te ha hecho lo que eres_ me dijo la criatura susurrándome al oído _ No olvides quien te ha dado todo lo que tienes y todo lo que deseas.
_No lo olvidaré _ asegure mientras sentía sus largos y escuálidos dedos recorriendo mi cabello con suavidad. Tales muestras de cariño por parte de aquel ser eran extrañas pero inquietantes.
_Lo dices, pero no lo piensas _murmuro, todavía peligrosamente cerca_ Deseas deshacerte de mi, abandonarme, encerrarme, o aprovecharte de mi… ¿me equivoco?
No, la verdad es que no se equivocaba. Pero tales pensamientos se volvían cada vez mas raros en la particularmente bizarra rutina que se había ido creando a nuestro alrededor durante los últimos meses. Durante los primeros días de mi hallazgo había pensado en hacer todo lo posible para explotar financieramente a la criatura recién descubierta. Pero el tiempo se volvió en mi contra ,y para cuando descubrí la mejor manera de hacerlo ya era demasiado tarde. Se habían invertido los papeles. Ahora era ella el amo y yo el esclavo.
_No…_dije, intentando sincerarme de la mejor manera posible_ No te equivocas…
Había aprendido, de la peor manera posible, que bajo ningún concepto había que ocultarle la verdad al ser que tenia a escasos centímetros de mi. Podía costarme mi cordura, o mi vida. O ambas cosas.
_Me halagas _susurro, alejándose por fin de mi, y retirándose a la parte mas tenebrosa de la estancia en la que nos encontrábamos .La misma estancia, recalqué, en la que yo lo había encontrado a el hacia tan solo medio año .O ,mejor dicho, el me había encontrado a mi.
_Me halagas…_repitió ,e incluso en la penumbra que reinaba en la habitación pude percibir el sonido de cómo chasqueaba su lengua, como si intentara paladear algún delicioso néctar cuyo sabor se hubiese quedado descansando en su boca_…por que estos días no queda mucha gente sincera en el mundo.
Y era cierto. Yo podría ser el ejemplo perfecto. La quintaesencia del embustero en su máximo esplendor. Al menos, hasta que el había llegado a mi vida. Y, a partir de ese momento, todo había cambiado.
_Aun tarda la aurora_ comento, como si el hecho de que el sol apareciese en el Este fuese lo mas importante en ese preciso instante. Bueno, para el, en cierto modo, lo era.
_Faltaran unas cinco o seis horas , mas o menos…_calcule yo, aunque sabia perfectamente que la criatura ya conocía ese dato. Y muchos más.
Recordaba, con cierta tristeza, como había tras*currido nuestro primer encuentro. Yo había entrado en aquella habitación, aquel cubil destrozado, y lo había hallado , encogido y hecho un guiñapo, en un rincón de la habitación. Mi intento de sacarlo de ahí por la fuerza no había resultado fructífero , y fue en uno de estos forcejeos cuando el rectángulo dorado que proyectaba la puerta que daba al exterior había recaído sobre uno de sus antebrazos .El olor de la carne quemándose resultaba inconfundible. Su brazo, otrora pálido hasta un punto en el cual parecía traslucirse, se hallaba ahora cubierto de llagas y pústulas causadas por la luz solar.
Ni que decir tiene que la experiencia me dejo boquiabierto ,y entre los jadeos de la criatura que se sujetaba dolorida el brazo y mis intentos de recuperarme del cansancio al que me había llevado mi ajetreado enfrentamiento con el presunto indigente, conseguí darme cuenta, a pesar de mi incredulidad inicial, de lo que era aquel bulto gimoteante que se hallaba frente a mi.
Estaba hambriento. Y herido. Necesitaba alimentarse de cualquier forma. Y yo necesitaba mantenerlo vivo. Presentía el verdadero filón que podía representar aquel ser. No lo presentía, lo sabia. Le traje todo lo que pude encontrar por los alrededores de aquella semiderruida casa, que antaño había sido propiedad de un acaudalado actor, el cual, tras haber pasado sus mejores épocas, había tenido que empeñar todo cuanto tenia y vivir de forma anónima debido a una serie de escándalos que había plagado su vida, tanto profesional como personal, en los últimos años.
Le traje ratas ,insectos e incluso algún pájaro muerto que me esmere en encontrar. El famélico ser se avalanzo sobre ellos rápidamente y los engullo de manera voraz, masticando y tragando con vehemencia. Durante los primeros días eso fue suficiente .Mas tarde cace conejos, gatos y algún que otro perro pequeño. Los devoro con igual presteza, emitiendo gemidos con satisfacción por cada pedazo de carne que entraba en su boca.
No fue hasta un mes mas tarde de mi descubrimiento ,que descubrí que la criatura podía hablar. Y que tenia nombre.
Y ahí fue cuando mi vida se torno en una espiral de conflictos que me ha llevado al punto en el que estoy ahora.
Con respecto a mi anterior observación ,el no respondió. No hacia falta. Mi mirada circulo por toda la estancia hasta detenerse en la figura inerte que se hallaba acostada en el suelo ,junto a un candelabro cuya vela estaba a punto de extinguirse, unico elemento que iluminaba aquella lúgubre estancia.
Era muy hermosa. Incluso cuando la sombra de la fin ya se hallaba posada sobre sus delicados rasgos ,conseguía despertar una vaga sensación de lujuria en mi; y, en cierto modo ,también un poco de envidia. Iba vestida de manera casual. Después de todo, tan solo hacia unas horas el único propósito que tenia en el mundo era vivir otra noche mas, como cualquier otra joven normal en un mundo que a mi se me antojaba cada vez menos normal.
_¿Sabes…?_comenzó la criatura, interrumpiéndome de mi breve monologo interior_¿Sabes que dicen que no hay nada mas intimo que estar con alguien en el momento de su fin?
No dije nada y me limite a asentir. Tenia razón ,en cierto modo. Hacia tan solo unas escasas horas yo había visto morir a la joven cuyo cuerpo sin alma se hallaba ahora a pocos metros de mi. La había mirado mientras suplicaba por su vida, mientras imploraba clemencia con la mirada a aquel quien no la tiene. Había observado como era asesinada y no había hecho nada para evitarlo. Tan solo había contemplado como la vida se escapaba lentamente de su cuerpo para perderse en la eternidad.
_¿Te gusta lo que te he dado?_la voz de la criatura me saco repentinamente de mis pensamientos_¿Te gusta el regalo que te he hecho?
_…Si…_tarde un rato bastante amplio en responder ,y cuando lo hice, fue con una voz mecánica, baja y dubitativa. Aunque en realidad no había duda alguna. En el fondo, estaba bastante agradecido a aquella criatura por todo lo que me había dado.
De alguna manera ,el me había dado todo aquello por lo que ahora vivía. Todo a cambio de que yo le proporcionase cobijo, y alimento. De conversar con el. De ser su confidente, su informador, su espía.
Se podría decir hasta incluso su amigo ,si uno examinaba con claridad la relación que se había ido instaurando durante todos aquellos meses entre los dos.
Me había proporcionado dinero, me había proporcionado un poder que muchos matarían por tener. Pero, obviamente, había que apiolar para conseguirlo. Y no tan solo una vez, sino muchas. Tal vez incluso demasiadas. Yo solo había sido un simple agente de una inmobiliaria hasta que me lo encontré, inmóvil y aterrorizado, en aquel cobertizo de jardinería .Y el me había proporcionado siglos de conocimiento que venia arrastrando consigo desde el amanecer de los tiempos.
Bueno, quizás estoy exagerando un poco. Pero supongo que todo buen novelista ha de intentar engrandecer la magnitud de los hechos.
El me había proporcionado el poder de la palabra. El poder de hechizar a todos aquellos que me mirasen a los ojos durante unos meros segundos. El poder de seducir, de enamorar.
El poder de apiolar.
_Después de todo…_la criatura, siempre perdida en la oscuridad de la habitación, volvió a hablar_…eso es lo que todos quieren…y eso es lo que yo os doy.
Estaba acostumbrado a esa verborrea que la criatura soltaba de cuando en cuando. Sobre todo cuando acababa de privar a alguien de el bien mas preciado que puede poseer alguien.
Yo asentí ,mientras seguía contemplando melancólicamente el cuerpo de la joven que se hallaba entre aquel ser…aquella bestia, como a veces me atrevía a pensar de el; y yo.
La había encontrado en un bar cualquiera ,en una esquina cualquiera de la ciudad. Había poca gente. Estaba sola. Era la presa perfecta. Tan solo un par de cervezas mas tarde estábamos hablando como si fuéramos amigos de toda la vida. Dos copas mas tarde estábamos intimando bastante en una esquina de aquel tugurio infernal .Dos chupitos mas tarde habíamos acordado ir a mi piso, que estaba cerca de allí. Ella acepto, embelesada por el alcohol y los besos. Sonreía placidamente .Eso me gustaba. Tenía unos dientes preciosos.
Pensé en toda su familia, que me había dicho que tenía. Pensé en sus padres, en sus hermanos, en sus sobrinos y primos. Pensé en un ex novio al que acababa de dejar por que según ella ,el se enfadaba fácilmente, aunque era un pedazo de pan. Pensé en sus amigos y amigas, y a quien le revelarían sus confidencias ahora que ella no estaba. Pensé en lo que habría podido ser su vida si no me hubiese fijado en ella aquella noche en un bar .Pensé en los hijos que podría haber tenido, en los trabajos que podría haber hecho, en los logros que podía haber alcanzado. Pensé en los nietos que tendría algún día, en si se habría casado por la Iglesia o por lo civil. Pensé si ,algún día ,quizás cuarenta o cincuenta años mas tarde ,hubiera muerto de causas naturales rodeada por su familia en una cama de hospital, atendida por los mejores profesionales de la ciencia medica.
_¿…Te sientes culpable, verdad…?_susurro la criatura ,y volvió a acercarse otra vez a mi. Sus ojos azules de hielo fijos en los míos. Sus gente de izquierdas labios de carmín dejando entrever una diabólica sonrisa_ Ya te he dicho que no deberías. Es la ley de la selva. Comer o ser comido. Ella ha tenido mala suerte. Igual que todas las demás.
No respondí, y mantuve la cabeza gacha ante la mirada de la criatura. Sabia que eventualmente, la culpa, el recuerdo de la muchacha, se iría, al igual que se habían ido las tantas otras que había habido antes de ella. La policía abriría el caso, y lo dejaría pudrirse , ignorando a la familia y a los conocidos de la victima. Otro archivo mas en el papeleo burocrático de la oficina de algún sheriff obeso y conservador .Otra desaparecida más en una ciudad que muchos amaban y otros tantos odiaban.
_Aunque, claro_ la criatura volvió a hablar. Me estaba empezando a sentir incomodo .Generalmente después de alimentarse entraba en un sopor profundo, y era mi función guardarlo mientras dormía. Pero hoy la situación era distinta_ Mañana serás tu el que habrá de ir al jardín de la mansión y cavar la tumba que alojara su cuerpo hasta que lo encuentre…si es que lo encuentran, claro. Eres humano, después de todo. La culpabilidad es un sentimiento humano…
Culpabilidad .Ciertamente la palabra definía mi estado de animo en ese preciso instante. Culpabilidad por haber colaborado en el fatídico destino de aquella chica ,y el de todas las demás…culpabilidad por haber sido yo el que hubiera encontrado a aquel ser, el que le hubiera dado de comer ,el que le hubiera explicado como funcionaban las cosas y el que le había educado y escuchado.
En cierto modo, el encontrarle fue lo único que alargo mi existencia hasta este punto. Tenía un revolver esperándome en mi mesilla de noche al llegar a casa tras terminar de trabajar. Pensaba terminar con toda aquella pantomima ,toda aquella vorágine de falsedad y mentiras a la que llamaba vida ,aquel mismo día en el que lo encontré…las razones no importan ,no es algo que quisiera comentar en este mismo momento…aunque desearía haber cometido esa insensatez en este preciso segundo.
_¿Crees que podrás soportarlo?_pregunto ,mientras se arrodillaba y se sentaba junto a mi. Era una de las pocas veces que un sentimiento de cercanía íntima surgía entre nosotros
Pause un momento antes de responder, inseguro de que era lo que iba a decir.
Y entonces lo dije
_…No puedo…mas…_comente, en un casi inaudible gemido .Y era cierto. No podía más. No podía mas con mas fin ,no podía mas con mi conciencia .Me daba absolutamente igual que aquel ser me hubiese dado una razón para vivir, que me hubiese dado dinero ,joyas y un poder inimaginable. No me importaba absolutamente nada .Salvo escapar, y liberarme.
Nos quedamos en silencio , sentados en la oscuridad de la habitación, los últimos resquicios de la vela extinguidos hacia tiempo.
Entonces , lo sentí moverse justo a mi derecha. Lo note inclinarse hacia mi y acercar sus labios hacia mi oído.
_Entonces, que así sea.
Súbitamente, sentí como una mano se cerraba en torno a mi garganta y me levantaba en el aire .Mis pies colgaban tan solo a unos centímetros del suelo, pero era suficiente para instaurar una sensación de vértigo dentro de mi mente. Por extraños designios ,la sensación del vértigo duro poco ,y me vi a mi mismo siendo lanzado con violencia extrema contra una de las cuatro paredes de la habitación .Golpeé de manera estrepitosa la misma, cayendo al suelo .La oscuridad se cernía sobre mi, y mientras, lentamente, me desvanecía en la oscuridad, pude oír su voz, llamándome.
_Es una pena_ decía _Empezabas a gustarme…
A la mañana siguiente, me desperté
Y el no estaba
Sentí pánico durante los primeros momentos, al darme cuenta de que se había escapado y de que ahora se encontraba solo y nadie podría detenerlo si estaba fuera de control
Irónicamente ,siempre lo había estado. Me di cuenta poco a poco, inconscientemente, de que el había estado jugando conmigo todo el rato. Podía haber hecho lo que hizo anoche cuando quisiera .Tan solo me utilizo para poder informarse, para poder saber de la actualidad…y yo, el eterno ambicioso ,me deje seducir por el poder que el me confería…y acabe cayendo muy bajo en esa tentación.
Estaba precisamente pensando en las dimensiones de mi propia estupidez cuando llamaron de forma brusca a la puerta.
Era la policía.
No respondí, y busque a mi alrededor intentando encontrar algo con lo que defenderme, o algún lugar donde esconderme, pero resultaba totalmente imposible .La única manera de huir era por la puerta, que fue inmediatamente derribada.
Entraron un grupo de policías armados, los cuales procedieron a apuntarme con sus reglamentarias pistolas semiautomáticas .El sheriff del condado entro segundos mas tarde, revolver preparado para la acción .Su mirada se poso inmediatamente en algo que se encontraba en el suelo detrás de mi .Incline ligeramente la mirada y me di cuenta de que estaba mirando el cadáver de la chica de ayer.
_¿Ha estado jugando con muñecas ,eh?_dejo caer el sheriff un comentario socarrón_ Lo siento mucho, hijo, pero no nos va a quedar mas remedio que arrestarle. Por ella y por las otras .Ahora mismo están en el jardín desenterrándolas. Ponedle las esposas y cacheadle_ ordeno
Los policías así lo hicieron , mientras sus dos compañeros no dejaron en ningún momento de apuntarme con sus pistolas a la frente y al pecho.
Una vez esposado, el sheriff se acerco a mi, me puso el cañón del revolver en la barbilla, y se acerco a mi oído.
_Si por mi fuera, le volaría la tapa de los sesos ahora mismo y en este mismo lugar. No obstante, seguramente será declarado enfermo mental por el jurado y enviado a un psiquiátrico a vivir del estado _pensé que para ser un policía con aspecto de bruto, era bastante inteligente _Pero…tengo una pregunta…¿Cómo lo ha hecho tantas veces sin que nos diéramos cuenta?¿Cuantas chicas tiene ahí afuera enterradas?¿Veinte?¿Treinta?
Esa era exactamente la cifra aproximada que aquel perverso juego entre la bestia y yo se había cobrado en los últimos meses. Veinte vidas, desvanecidas de la faz de la Tierra como un suspiro en mitad de la noche. No obstante, yo sabía que iban a encontrar mas, a medida que buscasen por los alrededores de la mansión. Encontrarían decenas si no centenares mas, de restos humanos olvidados por el tiempo.
Ahora que había sufrido el abandono por parte de aquella criatura, comprendía que no había sido yo el primero en caer bajo sus oscuras maquinaciones. Según sus mismos testimonios, el había vivido desde hacia muchos años. Todos aquellos a quienes había amado y quienes le habían amado a el se habían convertido en polvo y desvanecido ante sus ojos, siglos antes de que mi abuela naciera. Observó, poco a poco, como el mundo olvidaba su nombre y su cara, como el hombre mortal seguía cambiando ,evolucionando, despersonificándose a si mismo y a sus semejantes .Era mas viejo que la luna, mas sabio que las estrellas…y mas poderoso que el sol, su único enemigo.
Había habido otros antes que yo, no cabía duda. Al igual que había habido otras antes de la chica de anoche, cuyo recuerdo todavía se grababa en mi mente, terriblemente fresco. Yo tan solo era otra marioneta mas en la obra que el monstruo había escrito, dirigido e interpretado .Era tan solo otro actor mas. Y ni siquiera lo sabía. Intente calcular cada cuanto efectuaría ese procedimiento ¿cada siglo, quizás, cuando la soledad se le volvía inaguantable y buscaba a alguien mas a quien manipular y con quien conversar?¿Era tan solo un pasatiempo o de veras poseía cierta sinceridad con aquellos a los que encontraba? Todas esas preguntas sin inmediata respuesta se agolparon en mi cabeza, junto con la algarabía de culpabilidad, terror y angustia en la que me encontraba inmerso, tras haber sido capturado en las peores circunstancias posibles.
_Ciento cincuenta y seis_ respondí con voz seca .De repente me había entrado mucha, mucha sed .Sentía la garganta ronca y quemada al respirar
Era una cifra aproximada, aunque no podía asegurar que no hubiera mas .Mi afirmación partía de la base de que con una de mis presas, la criatura podía durar una semana, aproximadamente, racionando la sangre disponible tras haberla succionado del cuerpo. Y si tan solo había sido yo su proveedor durante estos últimos seis meses, estaba casi seguro de que los cuerpos que habían sido testigo de aquellos horrorosos acontecimientos que se remontaban a siglos atrás se encontraban escondidos ,tal vez incluso a simple vista, en los terrenos de la mansión y alrededores
Mi revelación pillo por sorpresa a los desprevenidos policías .Uno de ellos incluso pareció totalmente impresionado y extrañamente proclive a pegarme un tiro entre los ojos.
El sheriff perdió en un instante su de derechasda de curtido veterano, y le tembló la voz cuando dio la siguiente orden.
_Llevad a este hijo de cortesana afuera.
Así lo hicieron, y mientras era escoltado hacia fuera, mientras nos acercábamos hacia el rectángulo de luz que conformaba la silueta de la puerta ,me embargo un profundo y repentino terror. Hasta entonces no había percibido con total exactitud la infinita sensación de sed que me embargaba .Lo atribuí al hecho de haber consumido cantidades ingentes de alcohol la noche anterior en el bar con la chica ;o quizás incluso a mis forcejeos con la bestia o mis sentimientos conflictivos. Pero la sensación de sed, unida a la de intenso pavor que acababa de invadirme, me hizo replantearme cuidadosamente los acontecimientos de las ultimas horas. Y entonces lo supe. Tenía la sensación de saber lo que iba a pasar. No, me equivoqué, lo sabia perfectamente.
Nada mas llegar al marco de la puerta, pude oír los gritos de uno de los policías mientras se apartaba de un salto de mi. Su compañero se agarro la mano en llamas mientras la intentaba apagar revolcándose en el suelo. Aunque no pudiera verlas, sentía las llamas que envolvían mi cuerpo, consumiendo lentamente mi ser. Los policías no hicieron nada, no estoy muy seguro de si fue por que se encontraban desconcertados ante como actuar, o por que básicamente no les podía importar menos.
Fue entonces cuando comprendí la gravedad de mi situación ,mientras poco a poco el fuego devoraba mi cuerpo. Mis ojos estuvieron fijos en el astro rey, brillando de manera infinita en el cielo azul de un hermoso día de verano .Resultaba extraño no sentir dolor alguno mientras las ascuas quemaban mi carne y llegaban hasta los huesos, dejándolos al descubierto blanquecinos, pero pronto tornándose negruzcos como el carbón debido al fuego.
De repente ,perdí mi visión ,y me di cuenta ,con extraña tranquilidad, de que el fuego por fin había consumido mis ojos. Fue entonces cuando pude distinguir la voz de uno de los policías mientras solicitaba agua y una manta .Si mis labios no hubiesen quedado carbonizados en la pira andante que ahora era mi cuerpo ,hubiese sonreído con pesar. Sabia perfectamente que ,mientras los rayos del sol cayesen sobre mi, ni manta ni elemento liquido podrían salvarme del inevitable final.
Y lo mejor de todo era que así lo deseaba.
Sabia perfectamente lo que me había hecho aquel ser. Aquel había sido su regalo de despedida, antes de deshacerse de mi para siempre, el ultimo cabo suelto por atar en su interminable juego con los mortales. Posiblemente esperaría hasta encontrar a otra persona como yo ,un alma perdida ,sin nada por lo que vivir. La seduciría ,le prometería una dulzura eterna sin igual. Y después, mas tarde, repetiría la misma jugada en la que yo me encontraba ahora mismo.
Sabia que los policías que ahora intentaban evitar ,o al menos aplazar de alguna manera, el destino que me aguardaba; se negarían a creer lo que habían visto. Uno o dos de ellos es posible que creyesen ver lo que vieron .El resto posiblemente lo desmentiría como un truco, una ilusión ,o alguna razón científica que era la causa de mi actual condición. Humo y espejos, tan solo eso. Ya me lo había explicado la bestia .Los seres humanos tenemos…tienen, una inmensa capacidad para engañarse a si mismos.
Mi cuerpo ahora tan solo era un esqueleto negruzco y achicharrado, todavía envuelto en llamas. Los huesos tardarían un poco mas en derribarse ante el fuego. Pero lo harían ,eventualmente, y todo habría acabado.
Si mis ojos no hubiesen sido destruidos por las llamas purificadoras ,posiblemente una lagrima se hallara recorriendo una de mis mejillas. Resultaba extrañamente perfecto, desaparecer de esta forma. Los únicos vestigios de lo que una vez habría sido mi existencia quedarían reducidos a una pila de ceniza que el calido viento veraniego esparciría.
Entonces, en medio de mi angustia, la vi. Hermosa, mas que cualquier otra mujer u hombre que haya visto en mi vida. Eterna, mas que aquel ser, causante de mi desgracia. Sonriente, como si el acto que se estaba representando ante ella fuera una divertida comedia y ella la espectadora.
La han intentado representar en miles de retratos, libros , películas y cuentos .Le han dado la apariencia de un hombre en un traje de negocios, un esqueleto portando una guadaña, una joven vestida de neցro o incluso una viuda ostentando el luto. Tiene un millón de caras y un millón de nombres. Millones de personas la ven cada día y millones mas escapan por los pelos de su abrazo.
La fin posee un millón de caras, y estaba observándome con una de ellas.
_Buenos días ,señorita fin _le dije, poniendo mi mejor voz de empleado de la inmobiliaria.
Ella sonrió ,y me tendió la mano. Yo podía entender, incluso sin ninguna palabra , lo que pretendía decirme. Así que cogí su mano ,y mientras ella me guiaba a través de aquel soleado día de verano ,volví la mirada y observe como el sheriff y sus chicos se apilaban en torno a los únicos restos mortales que se encontraban donde alguna vez había estado mi cuerpo: polvo o cenizas, con algún trozo de hueso quemado sobresaliendo.
Observe como el sheriff mascullaba una plegaria y se apresuraba a decirles a sus chicos que no hacia falta que llamaran al forense ,que iniciaran una rápida batida por toda la zona en búsqueda de pruebas, y que mañana por la mañana queria ver un informe detallado del caso en su mesa. Los humanos tienen una gran capacidad para engañarse a si mismos…
Con este ultimo vistazo al mundo de los hombres, cogí con fuerza la mano de mi acompañante ,mientras ella me guiaba decididamente, y partimos rumbo a lo que quiera que fuera me aguardase en la eternidad.
FIN