Willi Norte
Madmaxista
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Leyendo a veces los hilos sobre temas tales como feminismo, inmi gración... me he preguntado a cuanta gente le molesta lo que esos fenómenos supone (creación de "castas" sociales con privilegios específicos, restricción de derechos, estigma social...) y a cuanta gente le molesta, simplemente, que eso no ocurra en la opción política que ellos preferirían.
Este hilo es para saber eso. Plantearé un supuesto: se crea un gobierno occidental unificado, estable y con visos de permanencia en gran parte de Europa y América del norte. No pretendo hablar de una sociedad distópica sino de una sociedad especular a la actual, pero políticamente inversa.
Plantearé a continuación algunos de los principales cambios que supondría vivir en esa sociedad:
-Feminismo. El feminismo como tal, estaría prohibido. No se podría practicar (seria delito) y pretender ser feminista, aunque no sería penalmente perseguible, supondría un anatema social absoluto en casi todos los círculos sociales, como hoy lo sería alguien que dijera ser machista.
Existirían asociaciones, observatorios, y organismos, nacionales e internacionales, públicos y privados, para velar por los derechos y privilegios de los hombres. Ninguna de estas asociaciones se haría eco de las mujeres, ni habría espacio para ellas en los mismos.
Los hombres tendrían cuotas y preferencias en estudios, mundo laboral, empleo público...
Anuncios publicitarios denigrando a la mujer se considerarían normales y aceptables. Escenas en películas o series, con hombres golpeando a mujeres, se considerarían un simple alivio cómico sin ninguna carga dramática, como hoy ocurre a la inversa.
Un hombre tendría siempre una cierta aura de credibilidad en cualquier proceso judicial, amén de beneficios (justicia gratuita, por ejemplo).
El proceso de divorcio sería siempre a favor del hombre salvo en casos muy evidentes y probados de mala fe: la vivienda familiar se la queda él, la custodia, y no existiría opción alguna de que la mujer recibiera una pensión, compensación, o cualquier ayuda económica de su ex-marido.
Un hombre podría denunciar a su mujer por maltrato de los hijos. Sería una figura jurídica equivalente al genaro: su sola palabra ya bastaría para detenerla, quitarle la custodia e introducirla en un proceso judicial donde se la culpabilizaría casi con total seguridad.
-inmi gración. La inmi gración legal estaría permitida, pero todo viajero debería tener un contrato de trabajo, un cierto capital mínimo, conocer la lengua española y pasar un examen antes de venir. La inmi gración ilegal sería perseguida, todo viajero ilegal descubierto sería deportado o, si no se le pudiera deportar (por ejemplo, por desconocer su nacionalidad y negarse este a revelarla) encarcelarlo. Cometer un delito es causa de deportación igualmente.
Se permitiría la inmi gración legal, pero culturalmente deben adaptarse: no existiría la posibilidad de introducir culturas ajenas en nuestro país, el uso de lenguas extranjeras, símbolos, aderezos, religiones, costumbres, alimentación... estaría prohibida. Aunque la inmi gración legal se permite, cualquier intromisión cultural está severamente perseguida. Vamos, lo contrario que ahora.
Estarían prohibidos los matrimonios interraciales, y desde los medios de comunicación se desaconsejarían.
-Sexualidad: La gaysidad y la heterosexualidad coexisten (no existe prohibición legal de ser gays) pero la gaysidad sería cada vez más, socialmente, un estigma. No estaría perseguido por la ley, pero se fomentaría la heterosexualidad por encima de cualquier otra opción desde los medios de comunicación, las artes, la educación...
Se ensalzaría la heterosexualidad con una celebración aceptada y participada por partidos políticos y medios de comunicación (igual al orgullo lgtb) y oponerse sería muy mal visto. No sería obligatorio participar, pero hablar en contra te crearía mala fama y rechazo social.
No se prohibiría, pero se desincentivaría el matrimonio lgtb, que además sería una figura jurídica distinta del matrimonio heterosexual.
Ante semejante panorama, ¿qué opción tomarías?
-Participación. No ser un simple ciudadano de ese régimen, sino participar activamente. Estar en partidos políticos, sindicatos, comités, organizaciones... del régimen y trabajar para que este se perpetúe. Estaríais completamente a favor y quereis ser parte de esto.
-Rebelión: Seríais disidentes. No estaríais de acuerdo con el nuevo régimen, y lucharíais activamente contra él. La disidencia no estaría perseguida mientras no incumpla la ley, pero sería un estigma social. Hablaríais en contra en foros, webs, redes sociales... crearíais asociaciones, promoveríais eventos, partidos políticos, que serían legales, pero contarían con fuerte oposición de la mayoría de la sociedad, e intentos constantes de desacreditarlos (como ocurre ahora con Vox por ejemplo).
-Neutralidad: Vuestra vida sería esencialmente la misma. No estáis a favor, ni en contra del nuevo régimen. No os parece bien, ni mal. Nunca participaríais voluntariamente, y tampoco os opondríais.
-Huir. Consideráis el nuevo régimen completamente intolerable e incompatible con vuestra personalidad y vuestra vida. Huiríais a otro país hasta que la solución se revirtiese.
Voten, y veamos.
Este hilo es para saber eso. Plantearé un supuesto: se crea un gobierno occidental unificado, estable y con visos de permanencia en gran parte de Europa y América del norte. No pretendo hablar de una sociedad distópica sino de una sociedad especular a la actual, pero políticamente inversa.
Plantearé a continuación algunos de los principales cambios que supondría vivir en esa sociedad:
-Feminismo. El feminismo como tal, estaría prohibido. No se podría practicar (seria delito) y pretender ser feminista, aunque no sería penalmente perseguible, supondría un anatema social absoluto en casi todos los círculos sociales, como hoy lo sería alguien que dijera ser machista.
Existirían asociaciones, observatorios, y organismos, nacionales e internacionales, públicos y privados, para velar por los derechos y privilegios de los hombres. Ninguna de estas asociaciones se haría eco de las mujeres, ni habría espacio para ellas en los mismos.
Los hombres tendrían cuotas y preferencias en estudios, mundo laboral, empleo público...
Anuncios publicitarios denigrando a la mujer se considerarían normales y aceptables. Escenas en películas o series, con hombres golpeando a mujeres, se considerarían un simple alivio cómico sin ninguna carga dramática, como hoy ocurre a la inversa.
Un hombre tendría siempre una cierta aura de credibilidad en cualquier proceso judicial, amén de beneficios (justicia gratuita, por ejemplo).
El proceso de divorcio sería siempre a favor del hombre salvo en casos muy evidentes y probados de mala fe: la vivienda familiar se la queda él, la custodia, y no existiría opción alguna de que la mujer recibiera una pensión, compensación, o cualquier ayuda económica de su ex-marido.
Un hombre podría denunciar a su mujer por maltrato de los hijos. Sería una figura jurídica equivalente al genaro: su sola palabra ya bastaría para detenerla, quitarle la custodia e introducirla en un proceso judicial donde se la culpabilizaría casi con total seguridad.
-inmi gración. La inmi gración legal estaría permitida, pero todo viajero debería tener un contrato de trabajo, un cierto capital mínimo, conocer la lengua española y pasar un examen antes de venir. La inmi gración ilegal sería perseguida, todo viajero ilegal descubierto sería deportado o, si no se le pudiera deportar (por ejemplo, por desconocer su nacionalidad y negarse este a revelarla) encarcelarlo. Cometer un delito es causa de deportación igualmente.
Se permitiría la inmi gración legal, pero culturalmente deben adaptarse: no existiría la posibilidad de introducir culturas ajenas en nuestro país, el uso de lenguas extranjeras, símbolos, aderezos, religiones, costumbres, alimentación... estaría prohibida. Aunque la inmi gración legal se permite, cualquier intromisión cultural está severamente perseguida. Vamos, lo contrario que ahora.
Estarían prohibidos los matrimonios interraciales, y desde los medios de comunicación se desaconsejarían.
-Sexualidad: La gaysidad y la heterosexualidad coexisten (no existe prohibición legal de ser gays) pero la gaysidad sería cada vez más, socialmente, un estigma. No estaría perseguido por la ley, pero se fomentaría la heterosexualidad por encima de cualquier otra opción desde los medios de comunicación, las artes, la educación...
Se ensalzaría la heterosexualidad con una celebración aceptada y participada por partidos políticos y medios de comunicación (igual al orgullo lgtb) y oponerse sería muy mal visto. No sería obligatorio participar, pero hablar en contra te crearía mala fama y rechazo social.
No se prohibiría, pero se desincentivaría el matrimonio lgtb, que además sería una figura jurídica distinta del matrimonio heterosexual.
Ante semejante panorama, ¿qué opción tomarías?
-Participación. No ser un simple ciudadano de ese régimen, sino participar activamente. Estar en partidos políticos, sindicatos, comités, organizaciones... del régimen y trabajar para que este se perpetúe. Estaríais completamente a favor y quereis ser parte de esto.
-Rebelión: Seríais disidentes. No estaríais de acuerdo con el nuevo régimen, y lucharíais activamente contra él. La disidencia no estaría perseguida mientras no incumpla la ley, pero sería un estigma social. Hablaríais en contra en foros, webs, redes sociales... crearíais asociaciones, promoveríais eventos, partidos políticos, que serían legales, pero contarían con fuerte oposición de la mayoría de la sociedad, e intentos constantes de desacreditarlos (como ocurre ahora con Vox por ejemplo).
-Neutralidad: Vuestra vida sería esencialmente la misma. No estáis a favor, ni en contra del nuevo régimen. No os parece bien, ni mal. Nunca participaríais voluntariamente, y tampoco os opondríais.
-Huir. Consideráis el nuevo régimen completamente intolerable e incompatible con vuestra personalidad y vuestra vida. Huiríais a otro país hasta que la solución se revirtiese.
Voten, y veamos.