No me parece a mí que el coste de la energía haya subido tanto como para que compense de forma negativa la subida estratosférica de la onza de oro desde el 2020.
Es evidente que está el riesto geoestratégico, pero eso ha ocurrido siempre. Las minas de oro no suelen estar al lado de una autopista en una región del primer mundo, como la de Salave.
Es peor el riesgo de que no te voten un puñado de pensionistas con un pie en la tumba, que el riesgo de que un dictador de centroáfrica rebane el cuello a todos los ingenieros y te expropie la mina.