Pues no hace falta que te lo expliquen para saber qué significa. Pero bueno, vas al hospital, el médico decide que ya no vales para nada y decide que ese día el centro se encargue de provocarte la fin. En el caso de España, donde todos somos donantes por decreto gubernamental, puede conllevar un horror adicional: que te extirpen los órganos servibles estando vivo. Y anestesia poca o nada, para no perjudicar los órganos.
Pero claro, a ti te da igual todo.
No es el primer suicida que conozco al que le aconsejo que se vaya con sus pastillas o una sobredosis debajo de un puente, que de esa no le salva ni Dios. Ninguno lo hace. Todos lo intentan en casita y contando con que un familiar los va a encontrar antes de la parada.