M. Priede
Será en Octubre
- Desde
- 14 Sep 2011
- Mensajes
- 50.976
- Reputación
- 114.420
Fijaos en España, donde el salario no alcanza para pagar la vivienda, y eso recuerda a los campesinos que en el XIX fueron desahuciados de sus tierras comunales, o de la Iglesia (pagaban en diezmos, la décima parte de lo que ganaban, y en especie, así un rebaño de ovejas que producía 50 corderos, 5 eran para el convento), porque no podían pagar el precio que el señorito que se hizo con sus tierras les exigía. Hace unos meses leí el caso del concejo asturiano al que pertenezco y me quedé patidifuso de la cantidad de familias que en un par de años de principios del siglo XX fueron echados a los caminos por este problema. Hoy son los desahuciados por impago de la hipoteca. Es lo mismo.
Ah, el fascismo, la España de color; ahora vivimos en democracia. ¿Y la vivienda? Siempre pensamos en los salarios, pero muchos pequeños empresarios no pueden retribuir por el trabajo con más dinero del que ya pagan, y nadie cae en la cuenta de que la vivienda hoy en día es un problema análogo al de la tierra durante las desamortizaciones del XIX, que en el resto de Europa, sobre todo la protestante, ocurrió tres siglos antes. Ahí tenéis la gentrificación de los barrios, donde se expulsa a los antiguos inquilinos y propietarios para especular con sus viviendas. Y ni siquiera en los suburbios se está a salvo: treinta o cuarenta años de tu vida trabajando para entregar más de la mitad del sueldo de la familia para un puñetero pisito que en los años 40, 50, 60 y 70 eran casi gratuitos, y cuando el Estado no tenía un puñetero duro puesto que no había IRPF ni IVA. Y aun se sorprenden de que las parejas no tengan hijos; ¿cómo van a tener si apenas les alcanza para sostenerse ellos?
No es sólo EEUU. De ahí la fragmentación social que buscan, precisamente para atajar el conflicto de clases que se avecina. Hombres contra mujeres, autóctonos contra inmi gración 'descontrolada' (por eso nos meten 'refugiados' por millones), separatistas y unionistas, viejos y jóvenes (población activa contra pensionistas). Nada más fácil para desviar un conflicto de clases que provocar un conflicto racial, generacional, por razón de sesso, por lugar de nacimiento. UNA MINORÍA SE ESTÁ HACIENDO CON TODO, MEDIOS DE PRODUCCIÓN, ALIMENTACIÓN Y VIVIENDA. Acabaremos trabajando por un salario que al final devolvemos al empleador, puesto que quienes nos pagan nos venden alimento y casa al precio que ellos fijen. Vamos a una sociedad de oligarcas y vasallos.
La solución no pasa por el aumento de los salarios, sino por la reducción del coste de la vida, que se puede abordar perfectamente, y quienes lo impiden ya sabemos quiénes son y por qué lo hacen. Pero no hay tu tía, erre que erre:
Salarios de los españoles: Por una subida de salarios en España
¿Qué temen los ricos? - Keiser Report en español (E1209) - YouTube
Ah, el fascismo, la España de color; ahora vivimos en democracia. ¿Y la vivienda? Siempre pensamos en los salarios, pero muchos pequeños empresarios no pueden retribuir por el trabajo con más dinero del que ya pagan, y nadie cae en la cuenta de que la vivienda hoy en día es un problema análogo al de la tierra durante las desamortizaciones del XIX, que en el resto de Europa, sobre todo la protestante, ocurrió tres siglos antes. Ahí tenéis la gentrificación de los barrios, donde se expulsa a los antiguos inquilinos y propietarios para especular con sus viviendas. Y ni siquiera en los suburbios se está a salvo: treinta o cuarenta años de tu vida trabajando para entregar más de la mitad del sueldo de la familia para un puñetero pisito que en los años 40, 50, 60 y 70 eran casi gratuitos, y cuando el Estado no tenía un puñetero duro puesto que no había IRPF ni IVA. Y aun se sorprenden de que las parejas no tengan hijos; ¿cómo van a tener si apenas les alcanza para sostenerse ellos?
No es sólo EEUU. De ahí la fragmentación social que buscan, precisamente para atajar el conflicto de clases que se avecina. Hombres contra mujeres, autóctonos contra inmi gración 'descontrolada' (por eso nos meten 'refugiados' por millones), separatistas y unionistas, viejos y jóvenes (población activa contra pensionistas). Nada más fácil para desviar un conflicto de clases que provocar un conflicto racial, generacional, por razón de sesso, por lugar de nacimiento. UNA MINORÍA SE ESTÁ HACIENDO CON TODO, MEDIOS DE PRODUCCIÓN, ALIMENTACIÓN Y VIVIENDA. Acabaremos trabajando por un salario que al final devolvemos al empleador, puesto que quienes nos pagan nos venden alimento y casa al precio que ellos fijen. Vamos a una sociedad de oligarcas y vasallos.
La solución no pasa por el aumento de los salarios, sino por la reducción del coste de la vida, que se puede abordar perfectamente, y quienes lo impiden ya sabemos quiénes son y por qué lo hacen. Pero no hay tu tía, erre que erre:
Salarios de los españoles: Por una subida de salarios en España
"Estados Unidos es un 'apartheid' dirigido por los financistas de Wall Street"
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy hablan del miedo que meten los pobres a los multimillonarios. ¿Y si, por su culpa, las clases medias dejan de comprar bienes de lujo? También comentan los proyectos de creación de puestos de trabajo abriendo más cárceles. En la segunda parte, Max dialoga sobre los problemas de Facebook con el analista de mercados y antiguo emprendedor en el sector tecnológico, Karl Denninger, de Market-Ticker.org.
Johann Rupert, el dueño de Cartier, posee 7.500 millones de dólares de fortuna y una vez afirmó que la posibilidad de que los pobres se rebelen "le quita el sueño por las noches".
Además, reveló que lo que más miedo le da es que los robots sustituyan a los trabajadores y que los pobres se rebelen contra los ricos. En ese caso, la clase media no querría comprar objetos de lujo por el miedo a dejar expuesta su riqueza.
"Con sus 7.500 millones de dólares, lo único que le preocupa es que la clase media no pueda comprar sus productos, no el caos y la violencia reinantes que casi nos recuerdan a una guerra civil", comenta al respecto Stacy.
"Esos temores se acrecientan"
En este contexto, Max y Stacy recordaron el peligro de la inteligencia artificial, que preocupa a directores ejecutivos de empresas de los sectores informático y tecnológico estadounidenses.
"Llevamos años hablando del miedo que le tienen los ricos a una posible rebelión de los pobres y, ahora, parece que esos temores se acrecientan. Además, hay ricachones como Elon Musk o Mark Zuckerberg (este último, además, con sus propios problemas) que temen que la inteligencia artificial desplace al ser humano", señala Stacy.
En su intento de "dar ideas" al dueño de Cartier, Stacy realiza una interpretación moderna de una cita de Jay Gould, un magnate ferroviario estadounidense de mediados y finales del siglo XIX: "Puedo contratar a la mitad de los trabajadores para meter en la guandoca a la otra mitad". La frase original reza "para apiolar a la otra mitad", pero Stacy la adaptó para que concordara por la situación actual de EE.UU.
Prisiones como forma de ganar dinero
Se trata del caso del condado estadounidense de Kentucky que, al perder su industria del carbón, ha apuntado a crear una prisión en su territorio para mejorar su situación económica y crear puestos de trabajo.
"Tal vez la única oportunidad de sobrevivir para este condado rural", reza un titular de NBC sobre el caso, en un texto que recordó que "en todo el país, las comunidades agrestes empobrecidas apuestan por la apertura de cárceles que les ayuden a salir del pozo económico en el que se encuentran".
"El problema no son los puestos de trabajo, sino ofrecer dinero gratuito, al 0 % de interés, a unos cuantos privilegiados mientras el resto tenemos que pagar entre un 16 % y un 2.000 %, que es el interés que cobran las sociedades de préstamos del día de pago", pronuncia Max, para quien "Estados Unidos se ha convertido en un 'apartheid' de las tasas de interés y, en un 'apartheid', las cárceles son una forma estupenda de ganar dinero".
"Facebook se lucra revendiendo nuestros datos"
En la segunda parte del programa, Max entrevista al analista de mercados y antiguo emprendedor en el sector tecnológico, Karl Denninger, de Market-Ticker.org, sobre los problemas de Facebook y su último escándalo con Cambridge Analytica. Según ese especialista, el escandalo no es la filtración de datos misma, sino que el hecho de que "cada vez que visitamos una página (la que sea) que contenga el botón de 'me gusta' o la posibilidad de entrar a través de Facebook esa información "se envía a Facebook".
De acuerdo con Denninger, Facebook no gana dinero por los anuncios, que "no valen para nada", sino con recaudar esta información personal. "Nos tienen que estar exprimiendo, ya sea directamente o a través de lo que compramos, por valor de miles de dólares", destaca.
"Facebook gana dinero recopilando datos y revendiéndolos", comenta Max, quien añade que la empresa vende conocimientos demográficos y psicográficos de nuestros perfiles para que "otras entidades puedan emplear nuestro perfil y manipularnos".
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy hablan del miedo que meten los pobres a los multimillonarios. ¿Y si, por su culpa, las clases medias dejan de comprar bienes de lujo? También comentan los proyectos de creación de puestos de trabajo abriendo más cárceles. En la segunda parte, Max dialoga sobre los problemas de Facebook con el analista de mercados y antiguo emprendedor en el sector tecnológico, Karl Denninger, de Market-Ticker.org.
Johann Rupert, el dueño de Cartier, posee 7.500 millones de dólares de fortuna y una vez afirmó que la posibilidad de que los pobres se rebelen "le quita el sueño por las noches".
Además, reveló que lo que más miedo le da es que los robots sustituyan a los trabajadores y que los pobres se rebelen contra los ricos. En ese caso, la clase media no querría comprar objetos de lujo por el miedo a dejar expuesta su riqueza.
"Con sus 7.500 millones de dólares, lo único que le preocupa es que la clase media no pueda comprar sus productos, no el caos y la violencia reinantes que casi nos recuerdan a una guerra civil", comenta al respecto Stacy.
"Esos temores se acrecientan"
En este contexto, Max y Stacy recordaron el peligro de la inteligencia artificial, que preocupa a directores ejecutivos de empresas de los sectores informático y tecnológico estadounidenses.
"Llevamos años hablando del miedo que le tienen los ricos a una posible rebelión de los pobres y, ahora, parece que esos temores se acrecientan. Además, hay ricachones como Elon Musk o Mark Zuckerberg (este último, además, con sus propios problemas) que temen que la inteligencia artificial desplace al ser humano", señala Stacy.
En su intento de "dar ideas" al dueño de Cartier, Stacy realiza una interpretación moderna de una cita de Jay Gould, un magnate ferroviario estadounidense de mediados y finales del siglo XIX: "Puedo contratar a la mitad de los trabajadores para meter en la guandoca a la otra mitad". La frase original reza "para apiolar a la otra mitad", pero Stacy la adaptó para que concordara por la situación actual de EE.UU.
Prisiones como forma de ganar dinero
Se trata del caso del condado estadounidense de Kentucky que, al perder su industria del carbón, ha apuntado a crear una prisión en su territorio para mejorar su situación económica y crear puestos de trabajo.
"Tal vez la única oportunidad de sobrevivir para este condado rural", reza un titular de NBC sobre el caso, en un texto que recordó que "en todo el país, las comunidades agrestes empobrecidas apuestan por la apertura de cárceles que les ayuden a salir del pozo económico en el que se encuentran".
"El problema no son los puestos de trabajo, sino ofrecer dinero gratuito, al 0 % de interés, a unos cuantos privilegiados mientras el resto tenemos que pagar entre un 16 % y un 2.000 %, que es el interés que cobran las sociedades de préstamos del día de pago", pronuncia Max, para quien "Estados Unidos se ha convertido en un 'apartheid' de las tasas de interés y, en un 'apartheid', las cárceles son una forma estupenda de ganar dinero".
"Facebook se lucra revendiendo nuestros datos"
En la segunda parte del programa, Max entrevista al analista de mercados y antiguo emprendedor en el sector tecnológico, Karl Denninger, de Market-Ticker.org, sobre los problemas de Facebook y su último escándalo con Cambridge Analytica. Según ese especialista, el escandalo no es la filtración de datos misma, sino que el hecho de que "cada vez que visitamos una página (la que sea) que contenga el botón de 'me gusta' o la posibilidad de entrar a través de Facebook esa información "se envía a Facebook".
De acuerdo con Denninger, Facebook no gana dinero por los anuncios, que "no valen para nada", sino con recaudar esta información personal. "Nos tienen que estar exprimiendo, ya sea directamente o a través de lo que compramos, por valor de miles de dólares", destaca.
"Facebook gana dinero recopilando datos y revendiéndolos", comenta Max, quien añade que la empresa vende conocimientos demográficos y psicográficos de nuestros perfiles para que "otras entidades puedan emplear nuestro perfil y manipularnos".
¿Qué temen los ricos? - Keiser Report en español (E1209) - YouTube
Última edición: