Quien jodió a los catalanes de a pie..?
La derrota supuso para Barcelona la pérdida de sus fueros y sus órganos de autogobierno: con los Decretos de Nueva Planta (1716) se abolió la Generalidad, así como el Consell de Cent, pasando el gobierno de la ciudad a una junta de 24 regidores de designación real y por tiempo indefinido; la Taula de Canvi se convirtió en un banco privado; el Consolat de Mar continuó como entidad, pero perdiendo casi todos sus recursos financieros....
Pese a ello, el tradicional carácter laborioso del pueblo barcelonés propició una rápida reactivación económica, basada en el crecimiento demográfico ( de 30.000 habitantes en 1717 a 130.000 a finales de siglo) y en los nuevos procedimientos industriales que comportó la Revolución Industrial, de la que Cataluña fue pionera en el estado español. Se abrió el comercio con América, que resultó muy fructuoso para la ciudad (en 1745, la fragata Nostra Senyora de Montserrat fue la primera nave catalana en recalar en América).
En 1756 se fundó la Real Compañía de Comercio de Barcelona, que obtuvo el monopolio comercial con Puerto Rico, Santo Domingo y la isla de Margarita.
En 1765 Carlos III firmó un real decreto que autorizaba al puerto de Barcelona a comerciar directamente con el Caribe y, en 1778, con toda América, dando origen a una intensa relación comercial sobre todo con la isla de Cuba, donde muchos comerciantes catalanes (conocidos como indianos) se hicieron ricos, riqueza que trajeron de vuelta a la ciudad. Barcelona exportaba sobre todo vino, aguardiente, frutos secos y manufacturas textiles, e importaba azúcar, café, cacao, algodón y tabaco.
Las reformas borbónicas, por tanto, ayudaron y propiciaron el despegue económico y social de Barcelona y tierras aledañas, y sentaron las bases del progreso industrial desarrollado en los siglos siguientes, gracias al intercambio y comercio con el resto de tierras españolas.
Tras siglos de progresiva decadencia, fueron los Borbones, sumado al ingenio catalán, quienes sentaron las bases de la Barcelona moderna
A nivel urbano, hay que remarcar la construcción en 1753 del barrio de la Barceloneta, promovida por el Marqués de la Mina, el cual también reparó y amplió el puerto y fomentó la instalación del primer alumbrado público.
Entre 1776 y 1778 se realizó la urbanización de la Rambla, y se crearon los paseos de Gracia y de San Juan. Como edificios, cabe destacar la construcción de la nueva sede de la Llotja (Lonja), así como la nueva Aduana y, a nivel religioso, la construcción de la Basílica de la Mercè (patrona de la Diócesis de Barcelona).
Por último, a nivel cultural, conviene recordar la fecha del 1 de octubre de 1792 como la de la aparición del primer periódico editado en la ciudad, el Diario de Barcelona.
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