Qué grupos forman la élite dirigente globalista y qué conflictos de intereses tienen con nosotros y entre ellos mismos

Con el surgimiento en los siglos XVI-XVIII del mercado mundial como un todo único, el capitalismo como sistema mundial y el Estado como forma de su organización, y, en consecuencia, las fronteras estatales como clústeres necesarios, en primer lugar, plataformas cerradas para coordinar los intereses y regular los conflictos a nivel supranacional; en segundo lugar, son herramientas para la realización de sus intereses, por definición, supranacionales. Tanto las plataformas como las herramientas tenían que ser supranacionales y cerradas, algo así como estructuras conspirativas. Esta no es de ninguna manera una teoría de la conspiración, esta es la economía criptopolítica del capitalismo. Las principales etapas en el desarrollo del capitalismo como sistema y la formación de la clase dominante del Atlántico Norte son, al mismo tiempo, etapas en la formación de nuevas estructuras supranacionales cerradas (la masonería, los Illuminati, la Rhodes-Milner Society, etc.).​

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Representantes de los cuatro grupos de la élite mundial de una forma u otra, directa o indirectamente, abierta o secretamente, están presentes en la mayoría de las estructuras supranacionales, en el siglo XX. Un ejemplo concreto: tanto los Rothschild como los Rockefeller estuvieron presentes tanto en el Club de Roma como en la Comisión Trilateral, no hablo de representantes de las diásporas. En el actual Consejo por el Capitalismo Inclusivo están el Vaticano, los Rothschild, fundaciones, corporaciones. Las estructuras supranacionales expresan y representan más a menudo los intereses de un cierto paralelogramo mundial de fuerzas de lo que los formulan, lo que, por supuesto, no excluye su actividad en una determinada situación. De manera similar, aunque no en proporciones iguales, cuatro grupos de globalitas están presentes en todos los "pisos" de la economía global integrada verticalmente (el "piso" superior esta la Big Tech; el siguiente "piso" - fondos de gestión de capital; el tercer "piso": financieros que ganan dinero de la nada; cuarto "piso" - corporaciones del complejo militar-industrial, industria química, energía; el quinto "piso" - la industria - el sector que hizo grande a Estados Unidos en las décadas de 1930 y 1980 y que Trump, junto con Estados Unidos, prometió revivir; incluso más allá: el "nivel" de la agricultura, no estamos hablando principalmente de granjas, sino del tipo de OGM de explotaciones agrícolas y corporaciones, como Monsanto).​

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En la aguda situación del siglo XX, cuando la dinámica militar-política del capitalismo comenzó a dominar la estrecha élite económica mundial, además de las cerradas, se necesitaban estructuras supranacionales abiertas: la Liga de las Naciones, la ONU, la Unión Europea y otras con sus burocracias supranacionales y cada vez más parasitarias en la era financiera, así como semicerradas - Club de Roma, Comisión Trilateral. La actual crisis sistémica del sistema capitalista en su etapa terminal se ha convertido en un giro inesperado en la historia y las relaciones entre el estado y las estructuras supranacionales cerradas.​

Si eliminamos los pasivos y dejamos los activos, la imagen se ve así. La cifra más común es de 90 billones de dólares, con un 1 % que posee 35 billones de dólares, un 12-15 % que posee 40 billones de dólares y un 85 % de la población que posee los 15 billones de dólares restantes. La tarea del 1% superior es expropiar el 12-15% del siguiente segmento. Al mismo tiempo, hay una lucha feroz dentro del 1% superior, donde la brecha entre el 0,1% superior y el resto, el 0,9%, ha aumentado incluso más que entre el 1% y el 12-15%, respectivamente. El estrato medio, los "uno por ciento", fueron en todo caso condenados a la expropiación y destrucción. Esta redistribución global de la propiedad es una condición necesaria para el surgimiento/creación de un nuevo sistema, el NWO. Cómo se hará esto es otra cuestión.​

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Al mismo tiempo, debe recordarse que la presencia misma de una capa media masiva en el núcleo del sistema del capital en el último tercio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XXI es un fenómeno único que no tiene análogos en otros sistemas sociales. Se debe al robo de las colonias, al intercambio no equivalente del centro y la periferia, y al progreso científico y tecnológico -el avance del centro desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX- y, en principio, era a corto plazo. La capa intermedia es un subproducto del desarrollo del capitalismo industrial, una consecuencia que los amos del nuevo sistema cortarán como (para ellos) inútil. Las olas de "progreso post-capitalista" están a punto de cerrarse sobre la capa intermedia del Post-Occidente, creando potencialmente la posibilidad de una explosión. Como ha observado el sociólogo Barrington Moore, las grandes revoluciones nacen no del grito triunfal de las clases en ascenso, sino del rugido de fin de la clase, sobre el cual las olas del progreso están a punto de cerrarse (progreso - para los que ascienden, por supuesto, para los que pierden, esto es regresión, entropía). Así que, teóricamente, los “grupos” de ira están madurando en el Post-Occidente, pero esto es teórico: para que los “grupos” maduren hasta el estándar, necesitamos trabajar, especialmente porque es en nuestro interés.​