Hace 150 años cuando el cólera se paseaba por Londres, eran habituales en las cocinas unos destiladores de cobre estañado.
Hace 100 años se popularizaron los sistemas de filtros cerámicos.
Hoy día estos cacharros se encuentran en anticuarios que no saben muy bien como funcionan. La ventaja frente a sistemas actuales es que no necesitan mantenimiento, ni energía eléctrica, ni grandes presiones de agua. Y los filtros son reciclables.
Por cierto para hacer carbón activado meter un cacho de madera en una caja cerrada de acero y meterla a la estufa.