PROFECIAS CATOLICAS DEL FIN DEL MUNDO - contra Rockfellers & Co

Jesùs lo dijo

Madmaxista
Desde
31 Dic 2008
Mensajes
29.574
Reputación
10.919
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,
y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hizo proezas con su brazo:
dispersó a los soberbios de corazón,
derribó del trono a los poderosos
y enalteció a los humildes,
a los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió vacíos.
Auxilió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre


--------------------------------------

Israel se refiere a los fieles al Israel de Dios al resto de Israel no necesariamente al Estado de Israel actual.

---------------------------------------

PROFECIAS DE ANA CATERINA EMERICH 1822 - 1823​

«Vi una muchedumbre innumerable de desgraciados oprimidos, atormentados y perseguidos de nuestros días en varios lugares, y vi siempre que se maltrataba por ello a Jesucristo en persona. Estamos en una época deplorable en la que no hay ya más, refugio contra el mal: una densa nube de pecado pesa sobre el mundo entero, y veo a los hombres hacer las cosas más abominables con una tranquilidad y una indiferencia completas.(...)Vi todo esto en varias visiones mientras que mi alma era conducida a través de diversos países sobre toda la tierra» (CC.89)

«Vi nuevos mártires, no del tiempo presente (1820, año de la visión) sino del tiempo que vendrá.(...) Sin embargo veo que se les oprime ya» (AA.III.112)


---------------------------------

LA DEMOLICIÓN DE LA IGLESIA​

«He visto personas de la secta secreta minar sin descanso a la gran Iglesia... (AA.III.113)»

«... y he visto cerca de ellos una horrible bestia que había surgido del mar. Tenía una cola como la de un pez, garras como las de un león, y varias cabezas que rodeaban como una corona una cabeza más grande. Sus boca era ancha y roja. Estaba manchada como un tigre y se mostraba muy familiar con los demoledores. Se acostaba a menudo en medio de ellos durante su trabajo: a menudo también, ellos iban a encontrarla en la caverna donde se escondía a veces.»

«Durante ese tiempo, vi por un lado y por otro, en el mundo entero, muchas personas buenas y piadosas, sobretodo eclesiásticos, vejados, prisioneros y oprimidos, y tuve el sentimiento de que ellos llegarían a ser mártires un día» (AA.III.113)

«Como la Iglesia estaba ya en gran parte demolida, no quedando en pié mas que el coro con el altar, vi a estos demoledores penetrar en la iglesia con la bestia»

« (Los demoledores encontraron en el templo)... una mujer llena de majestad. Me parecía que ella estaba embarazada, ya que caminaba lentamente: los enemigos fueron presa del pánico al verla y la bestia no pudo ya dar ni un paso adelante. La bestia alargaba el cuello hacia la mujer con el aspecto más furioso, como si quisiera devorarla. Pero la mujer se volvió y se posternó con el rostro contra la tierra. Vi entonces a la bestia huir de nuevo hacia el mar y los enemigos correr en el mayor desorden) (AA.III.113)

«Vi la iglesia de San Pedro y una enorme cantidad de hombres que trabajaban en invertirla, pero vi ahí también a otros que hacían reparaciones. Cadenas de trabajo ocupadas de este doble trabajo se extendían a través de todo el mundo y me quedé asombrada de la coordinación con la que todo ello se hacía. Los demoledores extraían grandes fragmentos; eran particularmente sectarios en gran número y con ellos los apóstatas. Estas personas, haciendo su trabajo de destrucción, parecían seguir ciertas prescripciones y una cierta regla: llevaban delantales blancos rodeados de una cinta azul y proveídos de bolsillos, con paletas de albañil en la cintura. Ellos tenían además vestidos de todo tipo: había entre ellos hombre distinguidos, altos y gruesos, con uniformes y cruces, los cuales sin embargo no trabajaban directamente en la labor, sino que marcaban en los muros con la paleta los lugares donde había que demoler. Vi con horror que había también entre ellos sacerdotes católicos» (AA.II.202)

«Ya toda la parte anterior de la Iglesia estaba destruida: no quedaba en pié más que el santuario con el Santísimo Sacramento» (AA.II.203)

«He visto la Iglesia de San Pedro: estaba demolida con excepción del coro y del altar mayor (10 septiembre 1820). (AA.III.118)

«Vi también como, al final, María extendió su manto por encima de la Iglesia y como los enemigos de Dios fueron ahuyentados» (AA.II.414)

«Mayo de 1823. Tuve de nuevo la visión de la secta secreta socavando por todas partes la iglesia de San Pedro. Ellos trabajaban con instrumentos de toda especie y corrían por aquí y por allá, llevado piedras que habían arrancado. Fueron obligados a dejar el altar, no pudieron quitarlo. Vi profanar y quitar una imagen de María. (AA.III.556)

«Yo me lamentaba al Papa y le preguntaba como él podía tolerar que hubiera tantos sacerdotes entre los demoledores. (...) Vi en esta ocasión porque la Iglesia ha sido fundada en Roma; es porque ahí está el centro del mundo y que todos los pueblos si vinculan con ella por diferentes relaciones. Vi también que Roma permanecerá en pié como una isla, como una roca en medio del mar, cuando todo, alrededor de ella, caerá en ruinas.»

«Cuando vi a los demoledores, me quedé maravillada de su gran habilidad. Tenían todo tipo de máquinas: todo se hacía siguiendo un plan: nada se producía por si mismo. Ellos no hacían ruido; ponían atención a todo; recurrían a artimañas de todo tipo, y las piedras parecían a menudo desaparecer de sus manos. Algunos de entre ellos reconstruían: destruían lo que era santo y grande y lo que edificaban no era más que vacío, hueco, superfluo. Llevaban las piedras del altar y hacían con ellas una escalinata en la entrada. (AA.III.556)

----------------------------------------------------------------

EL OSCURECIMIENTO DE LA IGLESIA​

«Vi la Iglesia terrestre, es decir la sociedad de los fieles sobre la tierra, el ejercito de Cristo en su estado de paso sobre la tierra, completamente oscurecida y desolada» (AA.II.352)

«¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (...) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga : «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo! (AA.III.184)

«Vi las carencias y la decadencia del sacerdocio, así como sus causas. Vi los castigos que se preparan» (AA.II.334)

«¡Los servidores de la Iglesia son tan laxos! Ya no hacen uso de la fuerza que poseen en el sacerdocio»(AA.II.245)

«¡Si algún día las almas reclaman lo que el clero les debe al ocasionarles tantas perdidas por su incuria y su indiferencia, sería algo terrible!» (AA.II.342)

«Ellos tendrán que dar cuenta de todo el amor, todas las consolaciones, todas las exortaciones, todas las instrucciones referentes a los deberes de la religión, que ellos no nos dan; de todas las bendiciones que no distribuyen, a pesar de que la fuerza de la mano de Jesús esté sobre ellos, por todo lo que omiten de hacer a semejanza de Jesús (AA.II.358)

«... (por) las caricias hechas al espíritu de la época por parte de los servidores de la Iglesia» (AA.II.377)

«Vi reliquias dejadas a la aventura y otras cosas del mismo género»(AA.II.347)

«... para una infinidad de personas que tenían buena voluntad, el acceso a las fuentes de la gracia del corazón de Jesús se encontraba impedido y cerrado por la supresión de los ejercicios de devoción, por el cierre y la profanación de las iglesias» (AA.III.167)

«Tuve una visión concerniente a las faltas de incontables pastores y la omisión de todos sus deberes hacia su rebaño» (AA.II.347)

«Vi muchos buenos y piadosos obispos, pero estaban mudos y débiles y el mal partido tomaba a menudo la fuerza» (AA.II.414)

«Todo esto me hizo conocer que la recitación de la genealogía de Nuestro Señor ante el Santísimo Sacramento, en la fiesta del Corpus Christi encierra un grande y profundo misterio; he conocido por ello que lo mismo, que entre los ancestros de Jesucristo, según la carne, muchos no fueron santos y fueron incluso pecadores si dejar de ser grados de la escala de Jacob, por los cuales Dios descendió hasta la humanidad, por lo mismo también los obispos indignos permanecen capaces de consagrar el Santísimo Sacramento y de conferir el sacerdocio con todos los poderes que le están ligados» (CC.175)

«Vi en una ciudad, una reunión de eclesiásticos, de laicos y de mujeres, los cuales estaban sentados juntos, comiendo y haciendo bromas frívolas, y por encima de ellos una nube oscura que desembocaba en una planicie sumergida en las tinieblas. En medio de esta niebla, vi a Satán sentado bajo una forma horrible y, alrededor de él, tantos acompañantes como personas había en la reunión que ocurría debajo. Todos estos malos espíritus estaban continuamente en movimiento y ocupados en empujar al mal a esta reunión de personas. Ellos les hablaban a la oreja y actuaban sobre ellos de todas las maneras posibles. Estas personas estaban en un estado de excitación sensual muy peligroso y ocupados en conversaciones ociosas y provocantes. Los eclesiásticos eran de esos que tienen como principio: «Hay que vivir y dejar vivir. En nuestra época no hay que estar aparte ni ser un misántropo: hay que alegrarse con los que se alegran». (AA.II.488)

«Como él (Satán) hablaba de su derecho y como quiera que ese lenguaje me sorprendía mucho, fui instruida que él realmente adquiría un derecho positivo cuando una persona bautizada que había recibido por Jesucristo el poder de vencerle se libraba por el contrario a él por el pecado libremente y voluntariamente». (AA.II.489)

«Veo una cantidad de eclesiásticos castigados de excomunión, que no parecen inquietarse ni incluso saberlo. Y sin embargo son excomulgados cuando toman parte en esas empresas, cuando entran en asociaciones y se adhieren a opiniones sobre las que pesa el anatema. Veo estos hombres rodeados de una nube como de un muro de separación. Se ve por esto cuanto Dios tiene en cuenta de los decretos, de las ordenes y de las defensas del jefe de la Iglesia y los mantiene en vigor cuando incluso los hombres no se inquietan de ello, reniegan de eso o se ríen. (AA.III.148)

«Se me mostró como los paganos de antaño adoraban humildemente a otros dioses diferentes de ellos mismos (...) El culto (de esos paganos) valía menos que el culto de aquellos que se adoraban a si mismos en mil ídolos y no dejaban ningún lugar al Señor entre estos ídolos». (AA.III.102)

«Vi cuan funestas serían las consecuencias de esta falsificación de la Iglesia. Yo la vi crecer, vi a los heréticos de todas las condiciones venir e la ciudad (Roma)»

«Vi acrecentarse la tibieza del clero local, vi hacerse una gran oscuridad»

«Entonces la visión se agrandó por todos los lados. Vi por todo comunidades católicas oprimidas, vejadas, encarceladas y privadas de libertad. Vi muchas iglesias cerradas. Vi grandes miserias producirse por todas partes. Vi guerras y sangre vertida. Vi el pueblo salvaje e ignorante, intervenir con violencia.» (AA.III.103)

«... eso no durará mucho tiempo...»

«De nuevo vi la visión en la que la iglesia de San Pedro era minada, siguiendo un plan hecho por la secta secreta, al mismo tiempo que era deteriorada por las tormentas» (AA.III.103)

«Vi la ayuda llegar en el momento de mayor angustia» (AA.III.104)

---------------------------------------------------------------------


LA IGLESIA DE LOS APÓSTATAS​

«Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella, repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse hacia la otra diciendo: «Ahí todo es mas bonito, más natural y más ordenado» (AA.II.414)

«Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120)

«Los sacerdotes dejaban que se hiciera cualquier cosa y decían la misa con mucha irreverencia. Vi pocos que tuvieran todavía piedad y juzgasen sanamente las cosas. Todo eso me afligió mucho. Entonces mi Esposo celeste me cogió por medio del cuerpo, como él mismo había sido atado a la columna y me dijo: «Es así como la Iglesia será todavía encadenada, es así como será estrechamente atada antes de que pueda revelarse» (AA.III.120)

«El (mi esposo celeste) me mostró también en cuadros innumerables la deplorable conducta de los cristianos y de los eclesiásticos, en las esferas cada vez más vastas extendiéndose a través del mundo entero estando mi país incluido. Era un cuadro inmenso e indeciblemente triste que es imposible describir. Me fue así mostrado que no hay casi ya más cristianos en el antiguo significado de la palabra. Esta visión me llenó de tristeza. (AA.III.125)

«Vi en el futuro la religión caída muy bajo y conservándose únicamente en algunos lugares, en algunos hogares y en algunas familias que Dios ha protegido también de los desastres de la guerra» (AA.III.557)

« (12 de septiembre de 1820). Vi construir una iglesia extraña y al revés de todas las reglas. El coro estaba dividido en tres partes, de las que cada una era unos grados más alta que la otra. Por debajo había una sombría bodega llena de humo. (AA.III.104)

« ... en la primera parte vi arrastrar un trono ... en la segunda un barreño lleno de agua. El agua sola parecía tener algo de santificado... en la más elevada una mesa ...»

« No vi ningún ángel asistir a la construcción: pero diversos espíritus planetarios (que se encargan de engañar a los hombres) de los más violentos arrastraban todo tipo de objetos al sótano, donde personajes en pequeños mantos eclesiales los tomaban para llevarlos con ellos. Nada venía de lo alto en esta iglesia: todo venía de la tierra (...) y de la región tenebrosa (...) todo en esa iglesia, era oscuro, a contra sentido y sin vida: no había mas que burla y ruina»

«Vi cerca otra iglesia donde reinaba la claridad y que estaba provista de toda especie de gracias de lo alto. Vi a los ángeles subir y descender, vi vida y crecimiento... (y también) tibieza y disipación»

«Sin embargo, la Iglesia tradicional (todo lo imperfecta u oscurecida que esté para no saber la luz que le espera) era como un árbol lleno de sabia en comparación de la otra que parecía un baúl lleno de objetos inanimados. Esta era como un pájaro que planea, esta como un dragón de papel, con una cola cargada de cintas y de letreros, que se arrastra en un rastrojo en vez de volar. Vi que muchos de los instrumentos que estaban en la nueva iglesia, como por ejemplo las flechas y dardos, no estaban reunidos más que para ser empleados contra la iglesia viva» (AA.III.104)

«Ellos amasaban pan en la bodega de abajo; pero de ello no resultaba nada y se trabajaba en balde» (AA.III.105)

«Vi también a los hombres con pequeños mantos llevar madera ante las graderías donde se encontraba la sede del predicador, encender fuego, soplar con todas sus fuerzas y producirse un dolor extremo, pero todo esto no producía más que un humo y un vapor abominables» (AA.III.105)

«Entonces hicieron un agujero en lo alto con una vara, pero el humo no quería subir y todo permanecía sumergido en una oscuridad asfixiante.

«Todo permanecía en la tierra e iba a la tierra, y todo estaba muerto, artificial y hecho por la mano del hombre: es propiamente una iglesia de fábrica humana siguiendo la última moda, tan bien como la nueva iglesia heterodoxa de Roma, que es de la misma especie» (AA.III105)

«Me encontraba en una gran sala. A los dos lados había delante de los pupitres, jóvenes en hábito largo que parecían ser seminaristas. En medio un hombre grueso iba y venía. De repente en el lugar de los hombres, ya no vi más que caballos, a los dos lados, y en medio un gran buey rumiando que iba y venía, mientras que detrás de él los caballos mostraban los dientes y hacían todo tipo de muecas. Esperaba que el buey les mostraría los cuernos y que les obligaría a estar tranquilos, pero la única cosa que hizo, fue, llegando a un lado de la sala, golpear la pared con sus cuernos. Ya había un agujero y yo me decía que todo iba a derrumbarse sobre ellos» (AA.III.176)

------------------------------------------------


LA FALSA IGLESIA​

«12 de noviembre de 1820. – Viajaba a través de una comarca sombría y fría y llegue a la gran ciudad (Roma). Vi allí de nuevo la gran y singular iglesia que se estaba construyendo; no había nada de santo en ella; vi aquello de la misma manera que veo una obra católica, eclesiástica, en la cual trabajan en común los ángeles, los santos y los cristianos; pero aquí la colaboración se hacía de otras maneras más mecánicas. (AA. III. 105)

Vi arriba dibujar líneas y trazar figuras, y vi como, en seguida, en la tierra, un hombre había levantado un plano, un dibujo. Vi la acción de los orgullosos espíritus planetarios en sus relaciones con esta construcción hacerse sentir hasta en las regiones más alejadas. Vi llegar hasta distancias inmensas el impulso dado para la preparación de todo lo que podía ser necesario y útil para la construcción y para la existencia de esta iglesia; vi allí concurrir a todo tipo de personas y de cosas, de doctrinas y de opiniones. Había en todo esto, algo de orgulloso, de presuntuoso, de violento y todo parecía tener éxito y me era mostrado en una multitud de escenas.

Vi subir y bajar a los espíritus planetarios, los vi enviar rayos sobre las personas que construían el edificio. Todo se hacía según la razón humana. (AA.III.105)

No vi ni un solo ángel, ni un solo santo cooperar en esta obra. Pero vi mucho más lejos, en el fondo, el trono de un pueblo salvaje armado de espadas, y una figura que reía y que decía: «Constrúyela todo lo sólida que quieras, nosotros la derrumbaremos» (AA.III.105)

(Vi) que se mina y se asfixia la religión tan hábilmente que no queda a penas más que un pequeño número de sacerdotes que no estén seducidos. No puedo decir como se ha hecho esto, pero veo la niebla y las tinieblas extenderse cada vez más. Sin embargo hay tres iglesias en las que no pueden pertrecharse: son las de San Pedro, la de Santa María Mayor y la de San Miguel. Ellos trabajan continuamente para demolerlas pero no lo consiguen. Todos trabajan para la demolición, incluso los eclesiásticos. Una gran devastación está próxima. (AA.III.122)

Vi muchas abominaciones con gran detalle; reconocí a Roma y vi a la Iglesia oprimida y su decadencia en el interior y en el exterior. (AA.III.159)

Vi sobre una verde pradera muchas personas, entre los cuales había sabios, reunirse aparte... (AA.III.156)

... y apareció una nueva iglesia en la cual ellos estaban reunidos. Esta iglesia era redonda con una cúpula gris y tantas personas afluían que yo no comprendía como ese edificio podía contenerlas a todas. Era como un pueblo entero.

Sin embargo esta nueva iglesia se volvía cada vez más sombría y de color (al comienzo solo era gris) y todo lo que se hacía en ella era como un vapor neցro. Estas tinieblas se extendieron fuera y todo el verdor se marchitó; varias parroquias de los alrededores fueron invadidas por la oscuridad y la sequedad, y el prado, a una gran distancia, se volvió como una sombría ciénaga.

Vi entonces varios grupos de gentes bien intencionadas corres hacia un lado de la pradera donde había todavía verdor y luz.

No puedo encontrar palabras para describir la acción terrible, siniestra, mortífera, de esta iglesia. Todo verdor se marchitaba, los árboles morían, los jardines perdían su aderezo. Vi, como se puede ver en una visión, las tinieblas producir su efecto a una gran distancia; por todo donde ellas llegaban, se extendía como una cuerda de color. No se lo que pasó con todas las personas que estaban dentro de esa iglesia. Era como si devorara a los hombres: se volvía cada vez más de color, semejaba totalmente al carbón de forja y se descamaba de manera horrible.

Tras esto (tras la horrible visión de la iglesia de color) fui, guiada por tres ángeles, a un lugar verdeante rodeado de muros, grande aproximadamente como el cementerio que está aquí ante la puerta;

Fui colocada allí como en una banqueta elevada. No sabía si estaba viva o muerta, pero tenía un gran vestido blanco. (AA.III.157)

El mayor de los tres me dijo: «¡Alabado sea Dios! Aquí todavía queda luz y verdor» entonces cayó del cielo, entre la iglesia de color y yo, como una lluvia de perlas brillantes y de piedras preciosas deslumbrantes...

Y uno de mis compañeros (uno de los tres ángeles) me ordeno recibirlas.

Después se fueron. No se si partieron todos; me acuerdo solamente que, en la gran ansiedad que me causaba la iglesia de color, no tuve el coraje de recibir las piedras preciosas. Pero cuando el Ángel volvió a mi, me preguntó si las había recogido y le respondí que no; entonces me ordeno hacerlo en seguida.

Entonces me incliné hacia delante y encontré todavía tres pequeñas piedras con las caras talladas como cristales. Estaban situadas por orden: la primera era azul, la segunda de un rojo claro, la tercera de un blanco brillante y tras*parente. Yo las llevaba a mis dos otros acompañantes que eran más pequeños que el primero, y, siempre marchando de aquí para allá, ellos las frotaban unas contra otras e hicieron surgir de ellas los más bellos colores y los más bellos rayos de luz que se extendieron por todo.

Allí a donde llegaban, el verdor renacía, la luz y la vida se propagaban. Vi también a un lado a la iglesia tenebrosa que se degradaba.

Después, de golpe, una gran multitud se extendió por el prado verdeante e iluminado, dirigiéndose hacia una villa luminosa.

Por el otro lado de la iglesia de color todo permanecía todavía en una noche sombría. (AA.III.156)

Quieren ellos ser un solo cuerpo en algo diferente que el Señor.

Se formó un cuerpo, una comunidad fuera del cuerpo de Jesús que es la Iglesia: una falsa Iglesia sin Redentor, en la que el misterio es no tener misterio. (AA.II.89)

Es cuando la ciencia se ha separado de la fe cuando nade esta Iglesia sin Salvador, las pretendidas buenas obras sin la fe, la comunión de los incrédulos teniendo la apariencia de virtud, en una palabra la anti-Iglesia cuyo centro está ocupado por la malicia, el error, la mentira, la hipocresía, la laxitud, los artificios de todos los demonios de la época. (AA.II.89)

-------------------------------------------------------------


EL PAPA TRAICIONADO​

Vi al Papa en oración; estaba rodeado de falsos amigos que a menudo hacían lo contrario de lo que decía. (AA.II.203)

Vi al santo Padre en una gran tribulación y una gran angustia que afectaba a la Iglesia. Le vi muy rodeado de traiciones. (AA.II.414)

¡Ellos quieren quitar al pastor el prado que le es propio! ¡Quieren imponer otro que deja todo en manos de los enemigos! Entonces, tomada por la cólera, ella elevaba el puño cerrado diciendo: ¡Alemanes Bribones! ¡Escuchad! ¡no lo conseguiréis! ¡El pastor está en una rocalla! ¡Ustedes, sacerdotes, no se mueven! ¡Dormís y la granja arde por todos los lados! ¡no hacéis nada! ¡como lloraréis por eso un día! (AA.III.184)

Vi que, en ciertos casos de extrema desdicha, el Papa tiene visiones y apariciones (AA.II.414)

------------------------------------

EL FALSO ECUMENISMO​

Vi, bajo una imagen de varios jardines formando un círculo alrededor mío, la relaciones del Papa con los obispos. Vi al Papa mismo sobre su trono, colocado como en un jardín. Vi en diversos jardines, los derechos y los poderes de estos obispos, bajo forma de plantas, flores y frutos, y vi relaciones, corrientes, influencias, como hilos o rayos yendo de la sede de Roma a los jardines. Vi sobre la tierra, en estos jardines, la autoridad espiritual del momento: vi en el aire, encima de ellos, la cercanía de nuevos obispos. Así, por ejemplo, vi en el aire (en el futuro), encima del jardín donde se encontraba el severo superior (el obispo de entonces, severo porque era firme en la fe), un nuevo obispo mitrado, la mitra y todo lo demás. Vi alrededor de él protestantes que querían hacerle descender en el jardín, pero no con las condiciones que el Papa había exigido. (AA.III.128)

Ellos buscaban infiltrarse por toda clase de medios: desordenaban ciertas partes del jardín donde plantaban malas semillas. Les vi tanto en un lugar, tanto en otro, cultivar, o dejar en baldío, demoler y no quitar los escombros, etc. todo estaba lleno de trampas y de ruinas. Les vi interceptar y desviar las vías que iban al Papa. (AAA.III.128)

Vi a continuación que cuando ellos introducían el obispo de la manera que se habían propuesto, él era intruso, introducido contra la voluntad del Papa y que no poseía legítimamente la autoridad espiritual. (AA.III.128)

Vi, por lo que creo, casi todos los obispos del mundo, pero un pequeño número solamente perfectamente sano. (AA.III.136)

Vi todo lo que respecta al protestantismo tomar cada vez más poder, y la religión caer en decadencia completa. (AA.III.137)

Había en Roma, incluso entre los prelados, muchas personas de sentimientos poco católicos que trabajaban para el éxito de este asunto (la fusión de las iglesias).

Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal. (AA.III.179)

¡... y este plan tenía, en Roma misma, a sus promotores entre los prelados! (AA.III.179)

Ellos construían una gran iglesia, extraña y extravagante; todo el mundo tenía que entrar en ella para unirse y poseer allí los mismos derechos; evangélicos, católicos, sectas de todo tipo: lo que debía ser una verdadera comunión de los profanos donde no habría más que un pastor y un rebaño. Tenía que haber también un Papa pero que no poseyera nada y fuera asalariado. Todo estaba preparado de antemano y muchas cosas estaban ya hechas: pero en el lugar del altar, no había más que desolación y abominación. (AA.III.188)

--------------------------------------------
 
La hilo de la lisérgica proclamación del que abre este hilo, diré que las batallitas apocalípticas ya dieron a su fin y que hoy el verdadero peligro se llama fascio-capitalismo y es contra lo que hay que luchar denodadamente.
 
La hilo de la lisérgica proclamación del que abre este hilo, diré que las batallitas apocalípticas ya dieron a su fin y que hoy el verdadero peligro se llama fascio-capitalismo y es contra lo que hay que luchar denodadamente.

El peligro es el mismo de ayer son las herejias o sea el gnosticismo que comprende: cientismo, creerse superior, materialismos, incomprensiones de la existencia misma de la intuicion y estupor humanos, literalismos fanaticos o no, dualismos, racionalismos, filosofia moderna modernista desde el renacimiento hasta hoy, falta de realismo, jovenlandesalismos, ecumenismos, la ONU la UNESCO, la U.E., U.S.A., ISLAMICOS, FINANZA INTERNACIONAL, MILITARES, TELEVISIONES, PERIODISTAS, ESCUELAS CON DIRECTIVASMASONICAS Y PROPAGANDSITAS.

---------------------------------------------------------------


LAS CONSECUENCIAS DE TODAS ESTAS LUCES DE ILUMINADOS DESDE HACE 200 AÑOS SON VARIAS COMO LAS MENCIONADAS TAMBIEN:


PROFANACIÓN DE LA EUCARISTÍA​

Vi muy a menudo a Jesús mismo cruelmente inmolado sobre el altar por la celebración indigna y criminal de los santos misterios. Vi ante los sacerdotes sacrílegos la santa leche reposar sobre un altar como un Niño Jesús vivo que ellos cortaban en trozos con la patena y que martirizaban horriblemente. Su misa, aunque realizando realmente el santo sacrificio, me parecía como un horrible asesinato. (CC.89)

... la devoción al Santísimo Sacramento caería completamente en decadencia y el sacramento mismo en el olvido. Ella decía esto aplicándolo particularmente a esa parte de la Iglesia en la que vio todas las cosas desecarse y morir ante el progreso de las luces y bajo el régimen de la libertad, de la caridad y de la tolerancia. (AA.III.164)

Veo los enemigos del Santísimo Sacramento que cierran las Iglesias e impiden que se le adore, acercarse a un terrible castigo. Yo los veo enfermos y en el lecho de fin sin sacerdote y sin sacramento (AA.III.167)

La fiesta del Santísimo Sacramento se había vuelto una necesidad porque en esa época (la de su institución) la adoración que le era debida estaba muy descuidada y la Iglesia debía proclamar su fe por una adoración pública. No hay fiesta y devoción establecidas por la Iglesia, artículo de fe promulgado por ella que no sean indispensables, necesarios y exigidos para el mantenimiento de la verdadera doctrina en una época dada. (AA.II.286)


LA BENDICIÓN DESCUIDADA​

Es muy triste que los sacerdotes, en nuestro tiempo, (el de Ana Catalina) sean tan indiferentes en lo que toca al poder de bendecir. Se diría a menudo que ya no saben lo que es la bendición sacerdotal; muchos a penas creen en ella y se avergüenzan de la bendición como de una ceremonia anticuada y supersticiosa.

Muchos, finalmente, no reflexionan nada en esa virtud y en esa gracia que se les ha dado por Jesucristo y tratan la cosa muy ligeramente. Como el Señor ha instituido el sacerdocio y le ha tras*mitido el poder de bendecir, me es necesario languidecer y consumirme en el deseo de recibir la bendición. Todo en la Iglesia no hace más que un solo cuerpo: el rechazo de una parte hace que la otra quede afectada. (AA.I.523)


EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES​

Desde el domingo de Quasimodo hasta el tercer domingo tras la Pascua (1820), sus sufrimientos expiatorios aumentaron hasta tal punto que su entorno, a pesar de estar acostumbrado desde hacía tiempo a parecidos espectáculos, podía a penas soportarlo. Ana Catalina sufría a causa de los ataques dirigidos por los adherentes de Wessemberg contra el celibato de los sacerdotes y de los numerosos escándalos ligados a esos desgraciados manejos. (AA.III.167)

He sido conducida hacia un rebaño, en una de las extremidades del campo de la casa de bodas. Entre los corderos que lo componían, había muchos malos carneros que deterioraban el rebaño golpeándolo con sus cuernos. (AA.III.174)

Se me ordenó poner a parte a los carneros malos. Esto era muy desagradable y muy penoso para mi, ya que yo no podía distinguirlos bien de los otros.


LENGUA PROFANA Y LENGUA SAGRADA​

No puedo hacer uso de las oraciones de la Iglesia traducidas al alemán. Ellas son para mi demasiado insípidas y demasiado repelentes. En la oración no estoy ligada a ninguna lengua y, en el tras*curso de mi vida, las oraciones latinas de la Iglesia me han parecido siempre mucho más profundas y más inteligibles. En el convento, me regocijaba siempre de antemano cuando debíamos cantar los himnos y responsos en latín. La fiesta era todavía más viva para mí y veía todo lo que cantaba. Sobre todo cuando catábamos en latín las letanías de la Santa Virgen, veía sucesivamente en una maravillosa visión todas las figuras simbólicas de María. Era como si mis palabras hubieran hecho aparecer esas imágenes, y al comienzo estaba muy asustada de ello; pero pronto eso fue para mi una gracia y un fervor que estimulaban mucho mi devoción. He visto así las escenas más admirables. (AA.I.258)


LA ANARQUÍA EN LA IGLESIA​

No hay más que una Iglesia, la Iglesia católica romana. Y cuando no quedare sobre la tierra más que un católico, este constituiría la Iglesia una, universal, es decir católica, la Iglesia de Jesucristo, contra la cual las puertas del infierno no prevalecerán.

El conocimiento de la grandeza y de la magnificencia de esta Iglesia, en la cual los sacramentos son conservados con toda su virtud y su santidad inviolable, es desgraciadamente una cosa rara en nuestros días, incluso entre los sacerdotes. Y es porque tantos sacerdotes no saben ya más lo que ellos son y no comprenden más el sentido de esta palabra, «pertenecer a la Iglesia».

Es algo muy grande, pero también algo imposible sin la verdadera luz, sin la simplicidad y la pureza, el vivir según la fe de esta santa Iglesia. (AA.I.528)

Veo en todos ellos, incluso en los mejores de entre ellos, un orgullo espantoso, pero en ninguno veo humildad, simplicidad, obediencia. Son terriblemente vanos de la separación en la que viven. Hablan a veces de fe, de luz, de cristianismo vivo; pero menosprecian y ultrajan la santa Iglesia en la cual únicamente hay que buscar la luz y la vida. (AA.I.535)

Se sitúan por encima de todo poder y de toda jerarquía eclesiástica y no conocen ni la sumisión ni el respeto hacia la autoridad espiritual. En su presunción, pretenden comprenderlo todo mejor que los jefes de la Iglesia e incluso que los santos doctores. Rechazan las buenas obras y quieren sin embargo poseer toda perfección, ellos que, con su pretendida luz, no juzgan necesarias la obediencia, ni las reglas de disciplina, ni mortificaciones, ni penitencia. Yo los veo siempre alejarse cada vez más de la Iglesia, y veo un mal porvenir para ellos. (AA.I.536)

Ninguna desviación lleva a consecuencias tan desastrosas y es tan difícil de curar como este orgullo del espíritu por consecuencia del cual el hombre pecador pretende llegar a la suprema unión con Dios sin pasar por el camino laborioso de la penitencia, sin practicar incluso las primeras y las más necesarias de las virtudes cristianas y sin otra guía que el sentimiento íntimo y la luz que da al alma la certeza infalible que Cristo opera en ella. (AA.I.536)

Estos «iluminados», los veo siempre en una cierta relación con la venida del Anticristo, ya que ellos también, por sus manejos, cooperan en el cumplimiento del misterio de iniquidad. (AA.I.536)


¡JESÚS! ¡JESÚS! ¡JESÚS!​

¡Cristo para nosotros! ¡Cristo en nosotros! (AA.I.536)

Ellos habían rechazado todo juicio de la autoridad legítima de la Iglesia, que únicamente ella ha recibido su poder de Dios, que únicamente ella tiene misión para poder decidir sobre la verdad o falsedad de estos tipos de manifestaciones interiores; ellos se habían puesto por encima de las reglas de la fe y de los mandamientos divinos y habían por ello quitado toda barrera que hubiera podido preservar a estos infortunados de este mal cuya influencia desastrosa hacían crecer como una simiente de maldición por todo lugar por donde pasaban. (AA.I.537)

Jesús les habló de diferentes sectas religiosas que existían entonces, y que Él las describió como sepulcros blanqueados y llenos de la corrupción más espantosa. (BB.II.180)

El tiempo del Anticristo no está tan próximo como algunos creen. Habrá todavía algunos precursores. He visto en dos ciudades doctores, de cuya escuela podrían salir estos precursores. (AA.II.441)

... ella vio el cese del sacrificio en la época del Anticristo (AA.II.492)

27 de junio de 1822 – He tenido un penoso trabajo que hacer en una iglesia en la que se había, por temor a una profanación, cerrado y tapiado el Santísimo Sacramento en un pilar y donde se decía la misa en secreto en una bodega debajo de la sacristía. No puedo decir donde ocurría esto: la iglesia era muy vieja y tenía yo un terror mortal de que el sacramento estuviera expuesto a algún peligro. Entonces mi conductor me exhortó de nuevo a orar y a pedir con todo mi conocimiento oraciones para la conversión de los pecadores y sobre todo para que los sacerdotes tengan una fe firme: ya que los tiempos muy difíciles se acercan: los no católicos quieren por todos los medios posibles disputar y quitar a la Iglesia todo lo que es de su dominio. La confusión será cada vez mayor. (AA.II.475)


EL HEDONISMO Y LA CRUZ​

... se guardaba silencio sobre la cruz, sobre el sacrificio y la satisfacción, sobre el mérito y el pecado, donde los hechos, los milagros y los misterios de la historia de nuestra redención debían dejar paso a «profundas teorías de la revelación», donde el hombre-Dios, para ser soportado, sólo debía ser presentado como «el amigo de los hombres, de los niños, de los pescadores», donde su vida no tenía valor más que como «enseñanza», su Pasión como «ejemplo de virtud», su fin como «caridad» sin objeto; donde se le quitaba al pueblo creyente el antiguo catecismo que se reemplazaba por «historias bíblicas» donde la falta total de doctrina debía de ser velada bajo «un lenguaje ingenuo al alcanza de todas las inteligencias»; donde los fieles estaban forzados a «cambiar todos sus libros de piedad», sus viejas formulas de plegaria y sus antiguos cánticos por producciones de fábrica moderna «tan malas y tan impías» como aquellas por las que se intentaba reemplazar el misal, el breviario y el ritual. (AA.II.415)

No es solamente para los incrédulos y los enemigos de Dios que combatían a la santa Iglesia con todas las armas de la violencia y de la astucia, que la cruz era una locura y un escándalo, sino que, al margen de los hombres que no querían renegar de la fe en Jesucristo, uno se asustaba del número de aquellos que comprendían todavía el testimonio del príncipe de los Apóstoles: «Sabed que no habéis sido buscados por el oro y la plata, cosas perecederas, sino por la sangre preciosa de Cristo, como por la de un cordero sin mancha.»
 
El dios católico no tiene media leche. Con el dios del Sinaí lo querría ver compitiendo.
En fin de cuentas es el mismo unico Dios.
Moises dijo: "entre ustedes saldrà un profeta que serà como yo", si no lo siguen sereis bandidos del pueblo. Ese profeta salvador como Moises es Jesucristo, el Hijo de Dios.

---------------------------------------------------------------------------------
ojito todo pay atention to Spain message


LA GRAN TRIBULACIÓN​


LA ESCISIÓN DE LA IGLESIA
12 de abril de 1820 - Tuve todavía una visión sobre la gran tribulación, bien en nuestra tierra, bien en países alejados. Me pareció ver que se exigía del clero una concesión que no podía hacer. Vi muchos ancianos sacerdotes y algunos viejos franciscanos, que ya no portaban el hábito de su orden y sobre todo un eclesiástico muy anciano, llorar muy amargamente. Vi también algunos jóvenes llorar con ellos. (AA.III.161)

Vi a otros, entre los cuales todos tibios, se prestaban gustosos a lo que se les demandaba.

Vi a los viejos, que habían permanecido fieles, someterse a la defensa con una gran aflicción y cerrar sus iglesias. Vi a muchos otros, gentes piadosas, paisanos y burgueses, acercarse a ellos: era como si se dividieran en dos partes, una buena y una mala. (AA.III.162)


EL ROSARIO, ARMA DEL COMBATE ESCATOLÓGICO​

Como los propagadores de las luces tenían un repruebo muy especial a la devoción del rosario, la importancia de esta devoción me fue mostrada en una visión de sentido muy profundo. (AA.III.162)

Después de esto (de la visión de los propagadores de las luces, enemigos del rosario), Ana Catalina hizo la descripción del rosario; pero fue imposible al Peregrino (el tras*criptor de sus visiones) reproducir sus palabras, ella misma, en el estado de vigilia no podía expresar bien lo que había visto... Los diversos Ave María eran estrellas formadas por cientos de piedras preciosas sobre las cuales los patriarcas y los ancestros de María estaban figurados en escenas que se relacionaban con la preparación de la Encarnación y con la Redención. Así, este rosario abrazaba al cielo y la tierra, Dios, la naturaleza, la historia, la restauración de todas las cosas y del hombre por el Redentor que ha nacido de María; y cada figura, cada materia, cada tonalidad, según su significado esencial, era empleado para la realización de esta obra de arte divino. (AA.III.162)


LA TRASLACIÓN DE LA IGLESIA​

Llegué a la casa de San Pedro y San Pablo (Roma) y vi un mundo tenebroso lleno de angustia, de confusión y de corrupción. (AA.II.413)

Vi al santo Padre en una gran tribulación y una gran angustia respecto a la Iglesia. (AA.II.414)

Vi la Iglesia de San Pedro que un hombre pequeño llevaba sobre sus hombros; tenía algo de judío en los trazos del rostro. El asunto parecía muy peligroso. María estaba de pié sobre la iglesia en el lado norte y extendía su manto para protegerla. (AA.III.124)

Ese hombrecito parecía sucumbir. Parecía ser todavía laico y yo lo conocía.

Los doce hombres que veo siempre como nuevos apóstoles debían ayudarle a llevar su carga: pero ellos venían demasiado lentamente. Parecía que él caería bajo el peso de la carga, entonces, finalmente, llegaron todos ellos, se pusieron debajo y numerosos ángeles vinieron en su ayuda. Eran solamente los cimientos y la parte posterior de la iglesia (el coro y el altar), todo el resto había sido demolido por la secta y por los servidores de la iglesia mismos. (AA.III.124)

Ellos llevan la Iglesia a otro lugar y me parece que varios palacios caían ante ellos como campos de trigo que se cosechan. (AA.III.124)

Cuando incluso no quedara más que un solo cristiano católico, la Iglesia podría triunfar de nuevo. (AA.III.124)

Cuando vi la iglesia de San Pedro en su estado de ruina y como tantos eclesiásticos trabajaban, estos también, a la obra de destrucción, sin que ninguno de ellos lo hiciera abiertamente ante los demás, sentí una tal aflicción que grité hacia Jesús con todas mis fuerzas, implorando su misericordia. Entonces vi ante mi a mi esposo celeste bajo la forma de un hombre joven y me habló durante largo tiempo. Él dijo, entre otras cosas, que esta tras*lación de la iglesia de un lugar a otro significaba que ella estaba en completa decadencia, pero que reposaba sobre esos porteadores y se revelaría con su ayuda. Incluso cuando sólo quedara un solo cristiano católico, la Iglesia podría triunfar de nuevo, ya que ella no tiene su fundamento en la inteligencia y los consejos de los hombres.

Él me mostró entonces como nunca habían faltado personas orando y sufriendo por la Iglesia. Me hizo ver todo lo que Él mismo había sufrido por ella, qué virtud había dado a los méritos y a los trabajos de los mártires y como Él padecería de nuevo todos los sufrimientos inimaginables si le fuera posible sufrir de nuevo. Me mostró también en escenas innumerables la deplorable conducta de los cristianos y de los eclesiásticos, en esferas cada vez más vastas, extendiéndose a través del mundo entero, incluído mi país, después me exhortó a perseverar en la oración y el sufrimiento. Era una escena inmensa e indeciblemente triste que es imposible describir. Se me mostró también que ya no hay apenas cristianos en el antiguo sentido del término, por lo mismo que todos los judíos que existen todavía hoy son puros fariseos, solamente más endurecidos que los antiguos: no hay más que le pueblo de Judith en Africa que es semejante a los judíos de antaño. Esta visión me llenó de tristeza. (AA.III.125)


LA TORMENTA​

Vi una gran tormenta venir del Norte. Avanzaba en semicírculo hacia la ciudad de alta torre (Viena) y se extendía también hacia el poniente. Vi a lo lejos combates y surcos de sangre en el cielo por encima de varios lugares, y vi acercarse infinitas desgracias y miserias para la Iglesia. (AA.II.244)

He visto en esta villa (Roma) terribles amenazas viniendo del Norte. (AA.II.414)

Vi el sacrificio de Isaac en el monte Calvario. La parte de atrás del altar estaba vuelta hacia el Norte: los patriarcas colocaban siempre así el altar porque el mal venía del Norte. (AA.II.484)

¡Oh ciudad, oh ciudad (Roma)! ¿de qué estás amenazada? La tormenta está próxima. ¡Manténte en guardia! Pero espero que permanezcas inquebrantable. (AA.III.127)

Vi a Roma en un estado tan deplorable que la menor chispa podía prender fuego por todas partes. Vi a Sicilia en sombras, espantosa y abandonada por todos aquellos que pudieran huir. (AA.III.127)

Un día, estando en éxtasis, ella exclamó en voz alta y gimió: «Veo la Iglesia completamente aislada y como completamente abandonada. Parece que todo el mundo huye de ella. Todo está en lucha a su alrededor. Por todas partes veo grandes miserias, el repruebo, la traición y el resentimiento, el conflicto, el abandono y una ceguera completa. (AA.III.127)

Veo desde un punto central y tenebroso (y situado, parece ser, en Roma misma) partir mensajeros para llevar algo a varios lugares: esto sale de su boca como un vapor neցro que cae sobre el pecho de los oyentes y enciende en ellos el repruebo y la rabia. (AA.III.127)

Oro ardientemente por los oprimidos. Sobre los lugares donde oran algunas personas, veo descender la luz, en otros veo descender espesas tinieblas. La situación es terrible. ¡Cuánto he rezado! (AA.III.127)


VIENA​

Tuve la visión de una gran iglesia con una torre muy alta y muy artísticamente trabajada, situada en una gran ciudad, cerca de un largo río. El patrón de la iglesia era san Esteban y vi cerca de él otro santo que fue martirizado tras él. (AA.II.243)

Cerca de esta iglesia, vi a muchas personas distinguidas, entre las cuales varios extranjeros, con delantales y paletas de albañil. Parecían enviados ahí para demoler esta iglesia que estaba cubierta de pizarra. Todo tipo de personas del país se unían a ellos: había incluso sacerdotes y religiosos.

Vi a continuación a cinco hombres entrar en esta iglesia (la catedral de Viena), tres que parecían sacerdotes se habían revestido de ornamentos sacerdotales pesados y antiguos; los otros dos eran eclesiásticos muy jóvenes que parecían llamados a las santas órdenes. Me pareció también que estos recurrían a la santa comunión y que estaban destinados a despertar la vida de las almas.

De golpe, una llama partió la torre, se extendió sobre el tejado y parecía que todo se iba a consumir. Pensaba yo entonces en el ancho río que pasaba por uno de los lados de la ciudad, preguntándome si no se podría con su agua apagar el fuego. Pero las llamas hirieron muchos de los que habían puesto su mano en el trabajo de demolición: las llamas los cazaron y la iglesia continuó de pié. Sin embargo vi que no se salvaría más que tras la gran tormenta que se aproximaba.

Este incendio, cuyo aspecto era espantoso, indicaba en primer lugar un gran peligro, en segundo lugar un nuevo esplendor de la Iglesia tras la tempestad. En este país ellos han comenzado ya a arruinar a la Iglesia por medio de escuelas que entregan a la incredulidad.

Vi una gran tormenta venir del norte. Avanzaba en semicírculo hacia la ciudad de la alta torre y se extendía hacia el poniente. Vi a lo lejos combates y surcos de sangre en el cielo por encima de varios lugares, y vi acercarse desdichas y miserias infinitas para la Iglesia. (AA.III.245)

Los protestantes se ponen por todas partes a atacar a la Iglesia. (AA.III.245)


PARIS​

En un lugar, me parecía que se minaba por debajo una gran ciudad en la que el mal estaba a sus anchas. Había varios diablos ocupados en este trabajo. Estaban ya muy avanzados y yo creía que con tantos y tan pesados edificios la ciudad se derrumbaría pronto. He tenido siempre a propósito de París la impresión de que debía de ser así engullido: veo tantas cavernas por debajo, pero que no se parecen a las grutas subterráneas de Roma con las esculturas que las decoran. (AA.II.157)


LA CRISIS UNIVERSAL​

Cuando llego a un país, veo lo mas a menudo en su capital, como en un punto central, el estado general de este país bajo forma de noche, de bruma, de frío; veo también de muy cerca las sedes principales de la perdición, yo comprendo todo y veo en escenas donde están los mayores peligros. De estos focos de corrupción, veo derrames y cenagales extenderse a través del país como canales envenenados y veo en medio de todo esto a gentes piadosas en oración, las iglesias donde reposa el Santo Sacramento, los cuerpos innumerables de santos y bienaventurados, todas las obras de virtud, de humildad, de fe, ejercer una acción que sofoca, que apacigua, que detiene el mal, que ayuda donde hace falta. A continuación tengo visiones donde los malvados como los buenos pasan ante mis ojos. (AA.II.408)

Veo planear sobre ciertos lugares y ciertas ciudades, apariciones espantosas que les amenazan con grandes peligros o incluso con una destrucción total. Veo tal lugar derrumbarse de alguna manera en la noche: en otro, veo la sangre correr a ríos en las batallas libradas en el aire, en las nubes. (AA.II.408)

Y esto peligros, estos castigos, no los veo como cosas aisladas, sino que los veo como consecuencias de lo que pasa en otros lugares donde el pecado estalla en violencias y en combates encarnizados, y veo el pecado devenir la vara que golpea a los culpables. (AA.II.409)

Atravesaba la viña (la diócesis) de Saint Ludger (Munich) donde encontré todo en sufrimiento como anteriormente y pase por la viña de saint Liboire (Paderborn) donde trabajé en último lugar y que encontré en vias de mejora. Pasé por el lugar (Praga) donde reposan san Juan Nepomuceno, san Wenceslao, Santa Ludmila y otros santos. Habían muchos santos, pero entre los vivos pocos sacerdotes piadosos y me parecía que las personas buenas y piadosas se mantenían escondidas ordinariamente. Iba siempre hacia el mediodía (tras esa subida hacia el nordeste) y pasaba delante de la gran ciudad (Viena) que domina una alta torre y alrededor de la cual hay muchas avenidas y barrios. Dejaba esta ciudad a la izquierda y atravesé una región de altas montañas (los Alpes austríacos) donde todavía había, por aquí y por allá, mucha gente piadosa, especialmente entre aquellos que vivían dispersos: después, yendo siempre hacia el mediodía, llegue a la villa marítima (Venecia) donde vi recientemente a San Ignacio y sus compañeros. Vi ahí también una gran corrupción: vi a San Marcos y otros santos. Iba por la viña de san Ambrosio (la diócesis de Milán). Me acuerdo de muchas visiones y de gracias obtenidas por la intercesión de san Ambrosio, sobre todo la acción ejercida por él sobre san Agustín. He aprendido muchas cosas sobre él y, entre otras, que había conocido a una persona que tenía, en un cierto grado, el don de reconocer las reliquias. Tuve visiones a propósito de ese asunto y creo que él ha hablado de ello en uno de sus escritos...

Llegué a la casa de san Pedro y san Pablo (Roma) y vi un mundo tenebroso lleno de angustia, de confusión y de corrupción... vi en esta ciudad terribles amenazas viniendo del norte.

ESPAÑA

Partiendo de ahí, atravesé el agua (el Mediterráneo), tocando a las islas donde hay una mezcla de bien y de mal y encontré que los más aislados eran los más felices y los más luminosos: después fui a la patria de Francisco Javier (España), por que yo viajaba en la dirección del poniente. Vi allí numerosos santos y vi el país ocupado por soldados gente de izquierdas. (AA.II.411)

Su jefe (el de España) estaba hacia el mediodía más allá del mar. Vi a este país (donde se encontraba el jefe) pasablemente tranquilo en comparación de la patria de san Ignacio en donde yo entré a continuación y vi en un estado espantoso. (AA.II.414)

Vi a las tinieblas extendidas por toda esta región, sobre la cual reposaba un tesoro de méritos y de gracias provenientes de san Ignacio. Yo me encontraba en el punto central del país (Madrid). Reconocí el lugar donde, mucho tiempo antes, yo había visto en una visión a inocentes arrojados en una hoguera. (AA.II.414)

Vi finalmente a los enemigos del interior avanzando por todos los lados y aquellos que atizaban el fuego arrojados ellos mismos a la hoguera. (AA.II.415)

Vi enormes abominaciones extenderse sobre el país. Mi guía me dijo: «Hoy Babel está aquí». Y vi por todo el país una larga cadena de sociedades secretas, con un trabajo como en Babel, y vi el encadenamiento de estas cosas, hasta la construcción de la torre, en un tejido, fino como una tela de araña, extendiéndose a través de todos los lugares y toda la historia: el producto supremo de esta floración era Semiramis, la mujer diabólica. (AA.II.415)

Vi destruir todo lo que era sagrado y la impiedad y la herejía hacer irrupción. (AA.II.415)

Había una amenaza de guerra civil próxima y de una crisis interior que iba a destruirlo todo. (AA.II.415)

IRLANDA​

Desde este con poca gracia país (España) fui conducida por encima del mar, aproximadamente hacia el norte, en una isla donde estuvo san Patricio (Irlanda). No había más que católicos pero estaban muy oprimidos: tenían sin embargo relaciones con el Papa, pero en secreto. Había todavía mucho de bueno en este país porque las personas estaban unidas entre ellas. (AA.II.416)

De la isla de san Patricio llegue por encima de un brazo de mar (mar de Irlanda) a una gran isla. Estaba sombría, brumosa y fría.

Vi por aquí y por allá algunos grupos de piadosos sectarios (...) el resto estaba todo en una gran fermentación.

Casi todo el pueblo estaba dividido en dos partidos, y ellos estaban ocupados en intrigas tenebrosas y desagradables.

El partido más numeroso era el mas malo: el menos numeroso tenía los soldados a sus órdenes; no valía tampoco gran cosa, pero sin embargo valía más. Vi una gran confusión y una lucha que se aproximaba y vi el partido menos numeroso tomar el poder.

Había en todo esto abominables maniobras: había traiciones mutuas, todos se vigilaban los unos a los otros y cada uno parecía ser el espía de su vecino.

Encima de este país vi una gran cantidad de amigos de Dios pertenecientes a los tiempos pasados: ¡cuantos santos reyes, obispos, propagadores del cristianismo que habían venido de allí hacia Alemania a trabajar en nuestro beneficio! Vi a santa Walburge, el rey Eduardo, Edgar y también santa Ursula.

Vi mucha miseria en el país frío y brumoso: vi la opulencia, vicios y numerosos navíos.

De allí, fui al levante, más allá del mar, a un territorio frío donde vi a santa Brigida (de Suecia), san Canut (rey de Dinamarca y patrón de ese país) y a san Eric (rey de Suecia). Este país estaba más tranquilo y más pobre que el precedente, pero era también frío, brumoso y sombrío. No sé ya más que es lo que he visto y hecho allí. Todo el mundo era protestante. (AA.II.417)

Desde ese lugar fui a un inmenso territorio (Rusia) completamente tenebroso y lleno de maldad, de allí surgían grandes tormentas. Los habitantes eran de un orgullo inusitado. (AA.II.418)

Construían grandes iglesias y creían tener la razón de su parte. Vi que se armaban y que se trabajaba por todos los lados: todo era sombrío y amenazante. Vi ahí a san Basilio y a otros. Vi sobre el castillo de tejados deslumbrantes el Maligno que se mantenía en las agujas. (AA.II.418)

Mientras que todo esto surge como un desarrollo de los cuadros tenebrosos que veo en al tierra en estos países, veo los buenos gérmenes luminosos que hay en ellos, dar nacimiento a escenas situadas en una región más elevada. Veo por encima de cada país un mundo de luz que representa todo lo que se ha hecho por él por los santos, hijos de ese país, los tesoros de gracia de la Iglesia que ellos han hecho descender sobre él por los méritos de Jesucristo. Vi por encima de iglesias devastadas planear iglesias en la luz, vi a los obispos y los doctores, los mártires, los confesores, los videntes y todos los privilegiados de la gracia que han vivido allí: entro en las escenas donde figuran sus milagros y las gracias que ellos han recibido, y veo las visiones, las revelaciones, las apariciones más importantes que ellos han recibido: veo todas sus vidas y sus relaciones, la acción que han ejercido de cerca o de lejos, el encadenamiento de sus trabajos y los efectos producidos por ellos hasta las distancias más alejadas. Veo todo lo que ha sido hecho, como ha sido todo ello aniquilado; y como, con todo, la bendición permanece siempre sobre las vías que ellos han recorrido, como ellos permanecen siempre en unión con su patria y su rebaño por la intermediación de gentes piadosas que guardan su memoria y particularmente como sus osamentas, allí donde reposan, son, por medio de una relación intima que las religa a ellos, fuentes de su caridad y de su intercesión.

Sin el socorro de Dios, no se podrían contemplar tantas miseria y abominaciones hacia esta caridad y esta misericordia, sin morir por ello de dolor. (AA.II.409)


LA NATURALEZA HERIDA DE fin​

Vi la tierra como una superficie redonda que estaba cubierta de oscuridad y de tinieblas. (AA.II.158)

Todo se desecaba y parecía perecer. Vi esto con detalles innumerables en criaturas de toda especie, tales como los árboles, los arbustos, las plantas, las flores y los campos. Era como si el agua hubiera sido quitada de los arroyos, las fuentes, los ríos y los mares, o como si ella volviera a su origen, a las aguas que están por encima del firmamento y alrededor del paraíso. Atravesé la tierra desolada y vi los ríos como líneas delgadas, los mares como neցros abismos donde no se veía más que algunos charcos de agua en el centro. Todo el resto era un fango espeso y turbio en el cual veía animales y peces enormes atrapados luchando contra la fin. Iba lo suficientemente lejos par poder reconocer la orilla del mar donde yo había visto antes ahogar a san Clemente. Vi también lugares y hombres en el más triste estado de confusión y de perdición y vi, a medida que la tierra se volvía más desolada y más árida, las obras tenebrosas de hombres que las cruzaban. Vi muchas abominaciones con un gran detalle; reconocí Roma y vi a la Iglesia oprimida y su decadencia en el interior y en el exterior. (AA.III.158)


CINCUENTA O SESENTA AÑOS ANTES DEL AÑO 2000​

En medio del infierno había un abismo espantoso; Lucifer fue precipitado allí cargado de cadenas, una espesa humareda lo rodeaba por todas partes. Su destino era regulado por una ley que Dios mismo había dictado; vi que, cincuenta o sesenta años, si no me equivoco entes del año 2000, Lucifer debía salir durante algún tiempo del abismo.

Vi muchos otros datos que he olvidado, otros demonios debían también ser puestos en libertad en una época más o menos alejada, con el fin de tentar a los hombre y de servir de instrumentos a la justicia divina. Muchos de estos demonios deben salir del abismo en esta época y otros de aquí a poco tiempo. (DD.452)

Vi que los apóstoles fueron enviados a la mayor parte de la tierra para abatir por todas partes el poder de Satán y para aportar bendiciones, y que las regiones donde operan eran las que habían sido más fuertemente envenenadas por el enemigo.

Si estos países no han perseverado en la fe cristiana y están ahora dejados al abandono, eso ha sido, como lo he visto, por una sabia disposición de la Providencia. Ellos debían ser solamente bendecidos para el porvenir y ellos permanecen baldíos con el fin de que sembrados de nuevo, lleven frutos abundantes cuando los demás se hayan quedado sin cultura. (AA.II.340)

Cuando Jesús descendió sobre la tierra y fue la tierra regada con su Sangre, la potencia infernal disminuyó considerablemente , y sus manifestaciones se hicieron más tímidas. (BV.56)
----------------------------------------------

PERO AÑADO YO QUE NUNCA ACEPTARON LA DERROTA, LOS FARISEOS Y EL DIABLO, por eso yo personalmente opino que no se deben castigar a los hombres por sus pecados sino solo a la masoneria.
 
Última edición:
Buen post.

Todo esto pasara.

HAY QUE NEUTRALIZAR A LA MALDITA MASONERIA DE SATANAS!
 
María Esperanza de Bianchini (22 de noviembre de 1928 – 7 de agosto de 2004) también conocida como "Sierva de Dios María Esperanza", fue una mística venezolana, nacida en Barrancas en el estado Monagas, cerca del río Orinoco.1 El 31 de enero de 2010 en la catedral (católica) de San Francisco de Asís en Metuchen, New Jersey, la causa para la beatificación y canonización de María Esperanza fue abierta por el obispo Paul Bootkoski de la Diócesis de Metuchen que, en este acto, le dio el título de Sierva de Dios.2 Las apariciones marianas de María Esperanza fueron aprobadas por el obispo local.
[YOUTUBE]j4xdsqr0Xcs[/YOUTUBE]

ALABADO SEA JESUCRISTO!

APARICION DE LA VIRGEN MARIA EN VENEZUELA[YOUTUBE]N_I3B9N5sKQ[/YOUTUBE]

Extractos de mensajes de la Santísima Virgen a la Sra. María Esperanza de Bianchini


25 de enero de 1985 3:00 p.m.


¡Hijitos, desde ésta, mi montaña santa de este lugar bendito, entre estos árboles les contemplo en mi gruta de oración… y en el silencio y recogimiento me hago sentir para que la gracia del Espíritu Santo entre de lleno en vosotros y recibáis la divina vocación a un servicio, aquí, en mi Tierra de Promisión y trabajéis dulcemente por el amor de mi Amadísimo Hijo..!




16 de febrero de 1989 4:00 p.m.
¡Hijita, hijitos, aquí estoy conviviendo entre vosotros..! ¡Hijitos, mi Corazón late de delicias celestiales al contemplar cada rostro vuestro que viene a buscar la esperanza de días mejores, para afianzar vuestros pasos en el camino que conduce al Monte Sión, ya que mi fuente de aguas de Betania debe reconstituir vuestras almas a una vida nueva que los conlleve a vivir vida de apóstol, o sea, servicio, entrega a la misión de amor que debe reafirmar vuestra confianza a la luz del Nuevo Amanecer de mi Divino Jesús
Él, mi Amadísimo Hijo, desea que todos vosotros viváis acunados en este Corazón materno con los carismas y gracias del Espíritu Santo logrando, por ese medio, que todos mis hijos se den las manos basados en el mandamiento: ¡Amaos los unos a los otros! Es la única verdad que puede salvar al hombre de una guerra entre hermanos, o sea, que en estos tiempos, recurran a la buena siembra del bien, que es la identificación del amor y la verdad de un Pueblo de Dios que anhela justicia social… ya que mientras no se unan, vivirán vida de angustia, pena, sombra y quebranto. ¡He aquí, hijitos, el amor de una progenitora que os ama para servir de punto de partida a una ley de justicia, amor, paz y reconciliación!
¡Oración… Meditación… Penitencia… Eucaristía...!


25 de marzo de 1976 8:30 a.m.
Hijita, aquí me tenéis con mis manos enriquecidas de gracias y envueltas con los resplandores de luz para llamar a todos mis hijos a la conversión; ¡esta es la semilla de gloria que les ofrezco como María Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, porque vengo a reconciliarles! ¡Reconciliación es la herencia de la fraternidad divina de mi Divino Hijo! ¡Hijita, lleva mi mensaje a todos, os guardaré aquí en mi Corazón desde hoy y por siempre!


1° de abril de 1989 4:30 p.m.
Hijita, hijitos míos, trato de hablar con todos vosotros para deciros que os llevo de mis manos cubriendo vuestras espaldas con mi manto materno. ¡Hijitos, os llamo a mi lugar de mi nueva aparición como María Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones para que abráis operaciones sobre la siembra que haréis en los corazones de los niños inocentes… otros, jóvenes ansiosos de verdad, amor y justicia! Os llamo porque ha llegado el Gran Momento de Reconciliación en un darse las manos… y necesitáis, cuanto antes, prepararos; como por ejemplo con: la siembra de doctrina; catequesis; ejercicios espirituales; Evangelio; y más que todo, Eucaristía, Comunión diaria, alimento del alma; acompañada del trabajo, de una labor en la cual podáis producir sembrando los surcos con la semilla santa del alimento.
¡Porque la tierra que les he puesto en nuestras manos es justa para realizar la obra de amor que debe salvar a muchas almitas ansiosas de dar de sí su contributo de sembrar! ¡Es por ello, hijitos, extiendo mi amor a todos mis hijos jovenlandesadores de la Tierra y fieles a Jesús para que descubran el maravilloso secreto de la unidad que contribuye a encontrar la clave del reino de Dios! ¡Os guardo!


03 de mayo de 1977 11:00 a.m.
¡Hijita, seguid vuestro caminito que lo hemos preparado! ¡Hijita, la obediencia ha de ser la base de vuestra vida interior para permanecer en contacto y en unión con el Señor! ¡Hijitos, sed muy buenos, espontáneos, naturales… ello les hará la vida más tranquila y feliz! ¡Hijita, hijitos, ayudadme a conquistar el corazón de todos vuestros hermanos!


21 de junio 1987 4:30 p.m.
¡Hijitos, ya se avecina la hora… y sentiréis lo que producirá en vosotros ese algo maravilloso que comunica al alma esa cualidad de discernimiento sobre su presencia en medio de vosotros! ¡Hijitos, recogeos en el silencio… este es y será el milagro de vuestra propia vida… ved claramente y comprobad lo que está sucediendo a vuestro alrededor pudiendo estar en paz… y vivir desde este momento para atestiguar y proclamar, a cada hora del día, el milagro de vuestra propia existencia con un corazón que palpita con el de mi Divino Hijo, Jesús!
¡Sí, hijitos, porque sentiréis sus suspiros, su calor, su presencia y los cielos y la Tierra cantarán juntos! Ahora, a esperar serenamente con la clave que abre la puerta de la salvación y decid silenciosamente: “¡Señor Jesús, te esperamos porque nos lo has prometido… y las promesas de Dios no pueden fallar; y estamos aquí para poseerte, amarte y vivir siempre a tu lado con tu progenitora..!
Hijitos, esperad unos segundos… el Señor os repite: “¡Quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre estará sano y salvo, entrando a jovenlandesar para siempre en la Casa de mi Padre! ¡Estáis aquí para aprender y entro de lleno a vuestros corazones para modelarlos y hacerlos dignos de éste, mi Cuerpo Místico ..!


06 de julio 1987 11:30 a.m.
Hijitos míos, reafirmad vuestra confianza en el adorable Corazón de mi Jesús enamorado de las complacencias de su Padre! ¡Apoyaos en las promesas del Señor que oye las plegarias de sus hijos, y la misericordia suya los afianza para siempre! No os preocupéis, ya que se multiplicarán las vocaciones religiosas y sacerdotales. ¡Apóstoles de mi Corazón… llenaos de gratitud que saborearán el amor y la sabiduría… ya que el Espíritu Santo los iluminará en estos tiempos apocalípticos con su divina gracia, sosteniéndoles con frutos copiosos y lluvia divina!
¡Hijos, no dejéis de llevar mi medalla milagrosa para cubriros, siendo protegidos… como también repartidla a manos llenas para que se convierta el pecador, se sanen los enfermos y se reconstituyan los valores jovenlandesales del mundo de hoy!
22 de agosto de 1976 1:30 p.m.

Hijita, cuando todos los hombres de la Tierra tomen su cruz amorosamente, ya no habrá más dolor ni llanto, porque vivirán resucitando cada día con mi Amadísimo Hijo en un constante y vivido: ¡Aleluya… aleluya… aleluya..!

Hijita mía, yo deseo que vos le hagas sentir el valor de la oración y la importancia de mi nueva aparición como Reconciliadora de los Pueblos, ya que bajo esta advocación encontrarán las condiciones esenciales y determinantes en preparar sus almas, para recibir la gracia del Espíritu Santo… con las comunicaciones y visitas del Señor por la fe… ya que la fe es la base del cristianismo… ¡y el aumento de esa misma fe hará que busquen con sincero amor al Padre Nuestro y al Corazón de mi Divino Hijo junto al mío…!
8 de septiembre de 1989 6:30 p.m.

Hijita, hijitos míos, en este día que se conmemora mi nacimiento… Natividad de María, he querido que me viesen, tal cual, como la niña cuando me llevaron al Templo mis padres… y deseo que esa imagen quede grabada en vuestras almas, para conservar en sus corazones la paz que emana como un fulgor del propio seno del Padre Nuestro… sí, hijitos, quiero que me llevéis con vosotros de manera que nada los separe de ésta, vuestra progenitora… debéis de saber que la verdad resplandece siempre… y así camináis junto a mí, les conduciré hacia los remansos donde está más clara el agua, porque viene de los manantiales de mi gruta de oración… sí, hijitos, yo los quiero proteger de las tentaciones del mundo, a vosotros jóvenes, para que hagáis la voluntad de Dios en vuestros caminos y ¡ser así merecedores de su misericordia y de su amor infinito..!

¡He aquí, pues, que estando en mi compañía, habrá gozo en vuestros corazones, alabanza, música de una oración nacida de las colinas de mi Monte Santo..! Es por ello, que al congregarse todos vosotros en el Nombre del Señor en ésta, mi Tierra de Promisión, sembrará con mi Divino Hijo en todos los surcos la semilla santa… porque esta tierra es buena y bendita y hay que realizar las obras de amor que constituirán la realización de un mundo nuevo… ¡donde la unidad será el sello y la clave del reino de Dios entre todos los hombres de la Tierra..!

Hijitos, os ruego, defended vuestros derechos y aquilatad vuestra fe en ansias de superación espiritual… llevando el mensaje de una progenitora… ¡que bajo distintas advocaciones se presenta a sus hijos para llamarlos a la conversión..!
Todos los lugares donde me he hecho sentir están llenos de espiritualidad, comprensión y mucho amor a mis hijos para que se salven todos… y aquí, en vuestra patria, ¡basta adentrarse en la constitución de la estructura del hombre del pueblo para encontrarse con almas sensibles y dignos del amor de mi Señor..! ¡Es por ello, que confiad en vuestra progenitora… y seguid vuestro camino que conduce al Monte Santo..!


22 de octubre de 1989 2:30 a.m.

¡Hijita mía, mi Corazón os di… mi Corazón os doy… y mi corazón os seguiré dándoos por siempre..! Hijita, hijitos, les he llamado a que vinieran a mi encuentro, de manera que pudieran sentirme y mirar reflejada mi imagen en mi gruta de oración… dándoles mi mensaje en el silencio de este apartado rinconcito del Refugio Mater… ¡y pudieran atender a mi petición...!

Hijita, hijitos, hablo con todos vosotros… escuchadme: En todas partes y lugares del mundo hay muchas familias que a través de los días, del tiempo, han ido tras*formándose en grandes familias… y he aquí, que yo vengo para que todas esas familias no lleguen a separarse o a dividirse nunca… porque deseo que cuánto más grande fuese la familia, se amen más y más… pudiendo aumentar su propia fuerza espiritual para vivir vida evangélica… y para que desde ahora mismo se haga un llamado para un programa de Solidaridad Humana de Familias Sanas… con espiritualidad renovada… reuniéndose y creando un núcleo de hijos de Dios verdaderos… y vayan creciendo, ¡convirtiéndose en grandes comunidades que establezcan contactos con todos sus hermanos del mundo entero..! ¡Así, mis pequeños, comenzad desde ahora mismo..!

¡Os guardo aquí en mi Corazón..!


27 de noviembre de 1978 9:00 a.m.

Hijita mía, para el año 1983 podrás con gran claridad comenzar a realizar la labor del movimiento de tierra… y luego en el ’84… ¡el Gran Acontecimiento de mi presencia en el lugar..! ¡Y he allí, el gran triunfo de una marcha que unifica, restablece, aquilatar a multitudes que irán llegando a mi lugar escogido para estos tiempos..!

¡Y para un 13 de mayo… yo les arrullaré en mis brazos… volverán a ser como niños sanos, buenos y honestos..! ¡Todos los allí presentes, me sentirán unos… otros me verán… conmoviéndose sus corazones..! ¡Hijita, ya llega ese gran día..!


8 de diciembre de 1986 11:00 a.m.
Hijita, hijitos, como ya os anunciara anteriormente, aquí estoy; unos me sentirán… otros me verán entre los arbustos… otros apercibirán las perfumadas rosas de mi jardín del cielo… ¡y aún más, los enfermos que beban mi agua en mi gruta de oración serán aliviados unos, curados otros, obteniendo la salud y la paz..!

Hijita, donde yo pongo mis pies es como sembrar la semilla… ¡y he aquí, que la doctrina y el Evangelio se hacen cumplir por la fe que brota del corazón de quien me busca..!

Y yo os digo: Se salvarán todos… ya que la Iglesia renueva y llama a la fe ardiente… cuando se acercan sus hijos al aprisco de mi Divino Hijo… para alimentarse con su Cuerpo Místico… y hoy, hijita, ¡se alimentarán muchos..! Hoy es Fiesta de Ángeles en el mundo entero y aquí en mi Tierra de Promisión, ¡vengo a llamar al hombre a una reconciliación con sus hermanos..! ¡Yo vengo a dar paz al mundo y tranquilidad a los pueblos y naciones..! ¡Yo vengo a reinar en el corazón de los más humildes… y vengo a enternecer a los más soberbios y orgullosos… para que rectifiquen su actuación… acompañándome todos..!
 
Última edición:
Volver