castguer
Madmaxista
Esto no tiene remedio, nos vamos derechos al hoyo. Mientras el país enfila su jibarización económica, los políticos, de uno y otro bando, sólo piensan en mantenerse en sus poltronas, en seguir trincando para seguir financiando sus juguetonadas, como si la mayor depresión económica padecida por España desde la Guerra Civil no fuera con ellos.
Con frecuencia, se nos acusa de ser muy punzantes en las denuncias, pero no tanto en el aporte de soluciones. Pero es que va a ser más complicado que miccionar con trempera contra el viento el arreglar la que nos han liado en España esta banda de mangantes que se autodenominan clase financiera, respaldados por la clase política -los nacionalcatólicos (PP y nacionalistas); y los falangistas (PSOE)-. Saben los muy macho cabríoes que se va a liar una muy subida de peso, y sospechan que la cosa no tiene arreglo. Y mientras a los españoles se nos va poniendo peor cara que a los pollos congelados del Eroski, los políticos se dedican a subirse los sueldos y a robar a manos llenas en el último momento, porque se les acaban las oportunidades, mientras los financieros botinescos y los grandes de España, asustados como monjas con retraso, expatrian muchísima pasta B a los paraísos fiscales, preparándose para una salida precipitada del país.
Conforme los países salen de la miseria absoluta y llegan a la opulencia, sus sistemas políticos pasan de la tiranía a la dictadura, la oligocracia, la partitocracia y la democracia. Os pondré algunos ejemplos, porque sé que andáis ahora mismo más desubicados que un chupete en el ojo ciego: China, como antes Rusia, no tuvo más remedio que instaurar una dictadura del proletariado para dar de comer a 1000 millones de chinos; y los Castro han durado tanto en el poder a base de no permitir que el pueblo cubano prosperase económicamente; la democracia norteamericana se corresponde con un nivel de vida y despilfarro doble que las partitocracias europeas; de la tiranía del Franco fusilando gente de izquierdas y yendo bajo palio a la Ley de Partidos media el desarrolismo de los sesenta; y entre éste y la partitocracia oligárquica, la abundancia de los 70. Esta ley empírica es irrefutable: a más desarrollo económico, más participación política del pueblo; y es reversible: ante la involución económica chilena de los setenta, golpe de estado y dictadura oligárquica; o ante la crisis galopante de 2000 en EEUU, golpe de estado del 11-S y regresión de los derechos civiles y democráticos.Demos
Con frecuencia, se nos acusa de ser muy punzantes en las denuncias, pero no tanto en el aporte de soluciones. Pero es que va a ser más complicado que miccionar con trempera contra el viento el arreglar la que nos han liado en España esta banda de mangantes que se autodenominan clase financiera, respaldados por la clase política -los nacionalcatólicos (PP y nacionalistas); y los falangistas (PSOE)-. Saben los muy macho cabríoes que se va a liar una muy subida de peso, y sospechan que la cosa no tiene arreglo. Y mientras a los españoles se nos va poniendo peor cara que a los pollos congelados del Eroski, los políticos se dedican a subirse los sueldos y a robar a manos llenas en el último momento, porque se les acaban las oportunidades, mientras los financieros botinescos y los grandes de España, asustados como monjas con retraso, expatrian muchísima pasta B a los paraísos fiscales, preparándose para una salida precipitada del país.
Conforme los países salen de la miseria absoluta y llegan a la opulencia, sus sistemas políticos pasan de la tiranía a la dictadura, la oligocracia, la partitocracia y la democracia. Os pondré algunos ejemplos, porque sé que andáis ahora mismo más desubicados que un chupete en el ojo ciego: China, como antes Rusia, no tuvo más remedio que instaurar una dictadura del proletariado para dar de comer a 1000 millones de chinos; y los Castro han durado tanto en el poder a base de no permitir que el pueblo cubano prosperase económicamente; la democracia norteamericana se corresponde con un nivel de vida y despilfarro doble que las partitocracias europeas; de la tiranía del Franco fusilando gente de izquierdas y yendo bajo palio a la Ley de Partidos media el desarrolismo de los sesenta; y entre éste y la partitocracia oligárquica, la abundancia de los 70. Esta ley empírica es irrefutable: a más desarrollo económico, más participación política del pueblo; y es reversible: ante la involución económica chilena de los setenta, golpe de estado y dictadura oligárquica; o ante la crisis galopante de 2000 en EEUU, golpe de estado del 11-S y regresión de los derechos civiles y democráticos.Demos