Creo que has obviado el momento en que Errejón le pone el revolver en la cabeza y la amordaza. Ah, que no hay ni armas ni amenazas ni coacciones...Estás haciendo una caricatura y lo sabes. También yo puedo ironizar -- y el caso que nos ocupa se presta a ello (edito: releyendo el post, me ha quedado bastante realista, agresiones de este tipo sufren las mujeres a diario y a muchos os parece perfectamente aceptable):
- Una tetuda que sigues por insta acude a la presentación de tu libro. Al finalizar el acto, la invitas a una copa . A esta astuta no la vas a dejar escapar. Ella te invita por compromiso a casa de unos amigos y tú te acoplas.
- En el coche adoptas una actitud dominante para dejar claro quién está al mando y al entrar en el ascensor realizas una maniobra sorpresa: la agarras bruscamente por la cintura y le metes la lengua hasta la campanilla. Te ha faltado miccionar en el descansillo para marcar territorio.
- La mujer, aturdida , respira aliviada al entrar en un espacio seguro y se pone a bailar con otro. Tú te lo tomas como una ofensa a tu masculinidad y te dispones a darle una lección. Le aprietas el brazo, la arrastras hacia una habitación y cierras el pestillo. Ella se bloquea como la puerta al oír el click. Es cuando te sacas la big bertha y le susurras entre dientes que o salís juntos de la fiesta o no salís.
- Una vez en el taxi , das tu dirección. Ella está confusa y desconcertada por todo lo sucedido y ha perdido su capacidad de reacción. ¿Cuál es el iñigo de verdad, el que ama a las mujeres en público o el que las odia en privado? Puede que ni el mismo los sepa. Da igual, tú tienes una misión que acabar.
Hablamos de una mujer de 30 y algo añazos con 10 años de experiencia en un mundo de lobos como es el mundo de la TV o una niña de cuatro años espantada? Desde el segundo párrafo ella podía haber puesto claras las cosas y dejarle claro que ni jueguecitos ni platanos. Seguro que lo ha hecho miles de veces con babosos varios, jorobar, que lleva currando desde los veintipocos en television... sus razones tendrá para no pararle los pies a este.
Y no lo hace por aturdimientos, bloqueos, confusiones, perdidas de capacidad de reacción ni platanos en vinagre, ella le sigue el juego de media docena de sombras de Grey a ver si se lo echa de amante... y tras cortale al cabo de horas él le deja de hacer casito y "le castiga con su silencio" como decía refiriéndose a esta la Fallarás.
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