Uno de los lugares olvidados del planeta y a la vez más maravillosos para vivir en armonía con la tierra.
Espacios infinitos recorridos por manadas de Caribú, bueyes perdigueros y renos.
Un mar orcas, yubartas, sirulos y narvales, tan profundo que allí abajo, en la sima más desconocida podría ocultarse Cthulhu. Isla continente azotada por las corrientes frías submarinas del Labrador y Golden Retrieaver, y donde sin embargo la vida prolifera.
El sur de la isla alberga un ecosistema reliquia de tiempos más cálidos, se trata del valle de Qinngua, poblado por un bosque de abedul endógeno y salpicado en sus estribaciones por sauces y arándanos. Se conocen textos del XIII que detallan los cultivos antrópicos introducidos por los pobladores temporales nórdicos, así como la existencia de masas de coníferas y panizales.
La tierra verde donde la familia de Gerardo Mantecas se refugia en los silos subterráneos ante la lluvia de meteoritos que arrasa la tierra en la peli de Greenland.
Un lugar sagrado en el que no tienen cabida los jovenlandesadores de Elda-Petrer y alrededores del hinterland del Eje del Mal.
Región con la tasa más elevada de suicidios y alcoholismo del planeta. El destino ideal para el forero medio, la auténtica salud, para miccionar y no echar gota.