Aballo
Himbersor
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Hay algo singular con los judíos.
Por dar números “Los judíos constituyen el 0,2 % de la población mundial, pero obtuvieron el 14 % de los premios Nobel en la primera mitad del siglo XX, a pesar de la discriminación social y el Holocausto, y el 29 % en la segunda mitad. Hasta 2007, un asombroso 32 % de los premios Nobel concedidos en el siglo XXI habían sido ganados por judíos” (Charles Murray, «Jewish Genius», Commentary, abril de 2007, p. 29-35.)
La lista es interminable: List of Jewish scientists - Wikipedia
Podemos ir más lejos y yo me atrevería a ver en los natufienses, los padres de la agricultura, una suerte de proto-alubio*s avant la lettre.
Hay razones culturales. Abelardo explica bien como en el siglo XIII los judíos ponen una atención muy cuidada en la educación: “Por pobre que sea, si un judío tiene diez hijos tratará de que todos se instruyan, no tano para ganar posición como hacen los cristianos sino para entender la ley divina, y no solo sus hijos sino sus hijas” (Johnson, P., A History of the Jews, Harper Perennial, Nueva York, 1988, p. 193.)
Pero también hay razones genéticas. Hay un estudio el único que he encontrado al respecto:
Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, «Natural History of Ashkenazi Intelligence«, Journal of Biosocial Science 38, nº 5 (septiembre de 2006): 659-93.
Pongo mis notas extraidas de N. Wade: Una herencia incomoda.
Los judíos constituyen el 0,2 % de la población mundial, pero obtuvieron el 14 % de los premios Nobel en la primera mitad del siglo XX, a pesar de la discriminación social y el Holocausto, y el 29 % en la segunda mitad. Hasta 2007, un asombroso 32 % de los premios Nobel concedidos en el siglo XXI habían sido ganados por judíos[1].
Se han adaptado a un nicho cognitivo especial. El único intento reciente y serio ha sido el de Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, de la Universidad de Utah[2]. Quieren explicar dos hechos:
Su ocupación era muy provechosa. Entre 1239 y 1260, los impuestos que pagaron los judíos contribuyeron entre 1/6 y un 1/5 a los ingresos de la realeza, aunque los judíos constituían sólo el 0,01 % de la población. En 1241, los judíos en Alemania pagaron el 12 % de todos los ingresos imperiales correspondientes a a tasas[3]. La riqueza les permitía a los judíos un considerable éxito reproductivo. La población asquenazí había crecido desde casi nada en 900 d. de C. hasta unas 500.000 personas en 1500 y había alcanzado los 14,3 millones en 1939[4].
El equipo de Utah calcula que 20 generaciones, unos meros 500 años, serían suficientes para que los asquenazíes hubieran desarrollado unos 16 puntos adicionales de CI por encima de la puntuación de los europeos.
La hipótesis que plantean los investigadores de Utah es que la presión selectiva de un nicho ocupacional exigente desde el punto de vista cognitivo habría seleccionado una inteligencia mayor entre los asquenazíes. Creen que los genes causan enfermedades como son la de Tay-Sachs, Gaucher, Niemann-Pick y la mucolipidosis de tipo IV. Son mutaciones favorecidas por la selección natural y todas promueven la inteligencia. Alegan como prueba indirecta en una clínica de Gaucher en Israel, un 1/3 de los pacientes tenía ocupaciones tales como la ciencia, contabilidad o medicina, que requieren CI elevados.
[1] Charles Murray, «Jewish Genius», Commentary, abril de 2007, p. 29-35.
[2] Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, «Natural History of Ashkenazi Intelligence«, Journal of Biosocial Science 38, nº 5 (septiembre de 2006): 659-93.
[3] Martistella Botticini y Zvi Eckstein, The Chosen Few : How Education Shaped Jewish History, 70-1492. (Princeton, NJ, Princeton University Press, 2012), 193.
[4] Martistella Botticini y Zvi Eckstein, The Chosen Few : How Education Shaped Jewish History, 70-1492. (Princeton, NJ, Princeton University Press, 2012), 267.
Por dar números “Los judíos constituyen el 0,2 % de la población mundial, pero obtuvieron el 14 % de los premios Nobel en la primera mitad del siglo XX, a pesar de la discriminación social y el Holocausto, y el 29 % en la segunda mitad. Hasta 2007, un asombroso 32 % de los premios Nobel concedidos en el siglo XXI habían sido ganados por judíos” (Charles Murray, «Jewish Genius», Commentary, abril de 2007, p. 29-35.)
La lista es interminable: List of Jewish scientists - Wikipedia
Podemos ir más lejos y yo me atrevería a ver en los natufienses, los padres de la agricultura, una suerte de proto-alubio*s avant la lettre.
Hay razones culturales. Abelardo explica bien como en el siglo XIII los judíos ponen una atención muy cuidada en la educación: “Por pobre que sea, si un judío tiene diez hijos tratará de que todos se instruyan, no tano para ganar posición como hacen los cristianos sino para entender la ley divina, y no solo sus hijos sino sus hijas” (Johnson, P., A History of the Jews, Harper Perennial, Nueva York, 1988, p. 193.)
Pero también hay razones genéticas. Hay un estudio el único que he encontrado al respecto:
Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, «Natural History of Ashkenazi Intelligence«, Journal of Biosocial Science 38, nº 5 (septiembre de 2006): 659-93.
Pongo mis notas extraidas de N. Wade: Una herencia incomoda.
Los judíos constituyen el 0,2 % de la población mundial, pero obtuvieron el 14 % de los premios Nobel en la primera mitad del siglo XX, a pesar de la discriminación social y el Holocausto, y el 29 % en la segunda mitad. Hasta 2007, un asombroso 32 % de los premios Nobel concedidos en el siglo XXI habían sido ganados por judíos[1].
Se han adaptado a un nicho cognitivo especial. El único intento reciente y serio ha sido el de Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, de la Universidad de Utah[2]. Quieren explicar dos hechos:
- Los judíos tienen un CI alto, que por lo general se puntúa entre 110 y 115 que es el promedio más alto de cualquier grupo étnico.
- Padecen enfermedades mendelianas.
Su ocupación era muy provechosa. Entre 1239 y 1260, los impuestos que pagaron los judíos contribuyeron entre 1/6 y un 1/5 a los ingresos de la realeza, aunque los judíos constituían sólo el 0,01 % de la población. En 1241, los judíos en Alemania pagaron el 12 % de todos los ingresos imperiales correspondientes a a tasas[3]. La riqueza les permitía a los judíos un considerable éxito reproductivo. La población asquenazí había crecido desde casi nada en 900 d. de C. hasta unas 500.000 personas en 1500 y había alcanzado los 14,3 millones en 1939[4].
El equipo de Utah calcula que 20 generaciones, unos meros 500 años, serían suficientes para que los asquenazíes hubieran desarrollado unos 16 puntos adicionales de CI por encima de la puntuación de los europeos.
La hipótesis que plantean los investigadores de Utah es que la presión selectiva de un nicho ocupacional exigente desde el punto de vista cognitivo habría seleccionado una inteligencia mayor entre los asquenazíes. Creen que los genes causan enfermedades como son la de Tay-Sachs, Gaucher, Niemann-Pick y la mucolipidosis de tipo IV. Son mutaciones favorecidas por la selección natural y todas promueven la inteligencia. Alegan como prueba indirecta en una clínica de Gaucher en Israel, un 1/3 de los pacientes tenía ocupaciones tales como la ciencia, contabilidad o medicina, que requieren CI elevados.
[1] Charles Murray, «Jewish Genius», Commentary, abril de 2007, p. 29-35.
[2] Gregory Cochran, Jason Hardy y Henry Harpending, «Natural History of Ashkenazi Intelligence«, Journal of Biosocial Science 38, nº 5 (septiembre de 2006): 659-93.
[3] Martistella Botticini y Zvi Eckstein, The Chosen Few : How Education Shaped Jewish History, 70-1492. (Princeton, NJ, Princeton University Press, 2012), 193.
[4] Martistella Botticini y Zvi Eckstein, The Chosen Few : How Education Shaped Jewish History, 70-1492. (Princeton, NJ, Princeton University Press, 2012), 267.
