El asistente de Echenique
Madmaxista
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Viendo a Laporta tomando por iluso a todo el Mundo con el tema de la venta de entradas a aficionados alemanes dando excusas grotescas, desde culpar a los socios por una presunta reventa, a cargos directivos del club, como si el Presidente no tuviese ninguna responsabilidad en la gestión de este, llegando al surrealismo, al verse arrinconado, de acusar a una supuesta red especializada en la venta de entradas que de alguna manera ha burlado el bloqueo a los números de tarjeta extranjeros del sistema de ventas online (si, ha dicho algo así), me ha venido a la cabeza la larga tradición de encumbrar e idolatrar a orates de manual que tienen los catalanes.
Empecemos por el más emblemático y que probablemente más criminal: Luis Companys, alias la rata. Siniestro individuo desconocedores de todo escrúpulo, sin ningún tipo de valores sólidos que pasaba del anarquismo al separatismo por simple ambición personal, fistro como el sólo hasta el punto de huir por las cloacas (como la rata que era) y merecedor del desprecio tanto del bando contrario como del propio.
Su amplio currículum es coronado con la condición de genocida, la cual, haciéndose pagó con la vida.
Después de 40 años de calma, al reinstaurarse el chiringuito regional, nos encontramos a Jorge Pujol, alias el acondroplásico. Este individuo no ostenta el título de malo, pero si que, a parte de ser el mayor ladrón del Régimen del 78, que ya es decir, es el padre del nacionalismo catalán moderno y de su consiguiente régimen, una especie de régimen totalitario posmoderno tolerado por el Estado que ha convertido a Cataluña en la cloaca que es hoy.
Y finalmente tenemos a toda la patulea de bufones del Prusés. Una colección de personajes mediocres que no como orates dan la talla: Arturo Mas, Pigdemont, Chistorra, el carapan que sienta su ojo ciego ahora en la poltrona... cada cual más mediocre, y que no creo que valga la pena ni hacerles un análisis.
jorobar pero que ardor de estomago tener que coexistir con esa gente.
Empecemos por el más emblemático y que probablemente más criminal: Luis Companys, alias la rata. Siniestro individuo desconocedores de todo escrúpulo, sin ningún tipo de valores sólidos que pasaba del anarquismo al separatismo por simple ambición personal, fistro como el sólo hasta el punto de huir por las cloacas (como la rata que era) y merecedor del desprecio tanto del bando contrario como del propio.
Su amplio currículum es coronado con la condición de genocida, la cual, haciéndose pagó con la vida.
Después de 40 años de calma, al reinstaurarse el chiringuito regional, nos encontramos a Jorge Pujol, alias el acondroplásico. Este individuo no ostenta el título de malo, pero si que, a parte de ser el mayor ladrón del Régimen del 78, que ya es decir, es el padre del nacionalismo catalán moderno y de su consiguiente régimen, una especie de régimen totalitario posmoderno tolerado por el Estado que ha convertido a Cataluña en la cloaca que es hoy.
Y finalmente tenemos a toda la patulea de bufones del Prusés. Una colección de personajes mediocres que no como orates dan la talla: Arturo Mas, Pigdemont, Chistorra, el carapan que sienta su ojo ciego ahora en la poltrona... cada cual más mediocre, y que no creo que valga la pena ni hacerles un análisis.
jorobar pero que ardor de estomago tener que coexistir con esa gente.
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