El africanista
Cuñado nija
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Buenos días.
Entiendo que el carlismo va mucho más allá del conflicto dinástico, y que se trata de una perspectiva que busca luchar contra este mundo moderno y luciferino, resguardándose en atávicas tradiciones que son Verdad, refrendadas por su larga duración y positivos resultados. Aunque no todo lo viejo es bueno, desde luego.
Ahora bien, en la cuestión dinástica- sucesoria, lo encuentro bastante ridículo y pusilánime. Si se atiende a la Ley Sálica como ellos se atienden, son los varones, de mayor a menor primogenitura, los únicos capaces de heredar el Trono, pasando a un ascendente si ninguno de los descendientes es capaz de engendrar varón.
Y esto es lo que pasó tras la fin de Don Carlos María Isidro, legítimo heredero al Trono Español, hasta en tres ocasiones:
1° El hijo de este infante, Carlos Luis de Borbón y pantaletanza, que en sus 42 tristes años de vida, fue incapaz de sembrar su real simiente en el mórbido tesorito de su disgenésica prima dos veces cosanguínea, Doña María Carolina de las Dos Sicilias.
2° fin el raquítico heredero, el legítimo cetro pasa a su hermano, Don Juan Carlos de Borbón y pantaletanza. Este, con mejor tino, se casa con una Uma Thurman austríaca y napia de Calamardo, con la que afortunadamente consigue procrear y nacen dos varones: Carlos y Alfonso Carlos. Será Carlos de Borbón y Austria-Este el primogénito.
Dicho Carlos será otro impotente que dará cuatro mujeres y un hombre: Jaime de Borbón y Borbón - Parma. Este, nuevamente siendo estéril de espíritu, será incapaz de encontrar en sus 61 años de vida unas regias nalgas y tesorito en las que eyacular y carecerá de descendencia.
El cetro irá nuevamente a su hermano: Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este, quien, como mandan los cánones familiares, siente la imperiosa necesidad de casarse y amarse a alguna prima-tía o lo que sea a esas alturas. Y como era de esperar, su mujer-tía pare un aborto.
Pues el árbol genealógico borbónico debería ser en 3D y la cuarta dimensión siendo un gradiente de colores.
3° Muerto este engendro a sus 87 años sin catar papo que no sea de la familia, se retroceden tres generaciones hasta volver a su tío Fernando de Borbón y pantaletanza, tercer hijo del legítimo Rey de España y última bala que les queda a esta familia. Pero había un problema, este Fernando llevaba 75 años muerto y acabó siendo otro multitarado mental que no fornicó a pelito con ninguna noble de alta alcurnia, ni siquiera tiró de la clásica prima para ello.
Por lo que en 1936 ya no queda ningún descendiente por vía paterna (la única que vale para heredar y suceder títulos y honores) de Don Carlos María Isidro.
Alucinante, en poco más de 100 años (103 desde la 1° Guerra Carlista), el bando perdedor, que no por ello ilegítimo, se autoenmasculaba y desaparece.
Muerto el pater familias, la siguiente legitimidad recaería en el siguiente y último hermano de Fernando VII, Don Francisco de Paula Antonio María de Borbón y Borbón-Parma , cuyo hijo y presunto ****mita, Don Francisco de Asís de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, conseguirá la cuadratura del círculo y se casará, presuntamente acostará y engendrará, con su prima hermana y futura reina ( consorte, realmente), Doña Isabel II.
Con esto demuestro que el actual Rey es legítimo según la corriente carlista, y que en vez de buscarse a nobles quiero y no puedo de ramas menores que les hacen casito, deberían de esforzarse en convertir a S.M. Don Felipe VI en un católico de pro e invitarle a que se divorcie con esa arpía morganática y preñe a alguna noble de regia estirpe.
La infanta Francisca de pantaletanza sería buena candidato. Matando o haciendo abdicar a su hermano Alfonso, príncipe de Beira, y con algunos golpes de mano, se podría conseguir finalmente la Union de toda España en un sólo Reino.
He dicho.
Entiendo que el carlismo va mucho más allá del conflicto dinástico, y que se trata de una perspectiva que busca luchar contra este mundo moderno y luciferino, resguardándose en atávicas tradiciones que son Verdad, refrendadas por su larga duración y positivos resultados. Aunque no todo lo viejo es bueno, desde luego.
Ahora bien, en la cuestión dinástica- sucesoria, lo encuentro bastante ridículo y pusilánime. Si se atiende a la Ley Sálica como ellos se atienden, son los varones, de mayor a menor primogenitura, los únicos capaces de heredar el Trono, pasando a un ascendente si ninguno de los descendientes es capaz de engendrar varón.
Y esto es lo que pasó tras la fin de Don Carlos María Isidro, legítimo heredero al Trono Español, hasta en tres ocasiones:
1° El hijo de este infante, Carlos Luis de Borbón y pantaletanza, que en sus 42 tristes años de vida, fue incapaz de sembrar su real simiente en el mórbido tesorito de su disgenésica prima dos veces cosanguínea, Doña María Carolina de las Dos Sicilias.
2° fin el raquítico heredero, el legítimo cetro pasa a su hermano, Don Juan Carlos de Borbón y pantaletanza. Este, con mejor tino, se casa con una Uma Thurman austríaca y napia de Calamardo, con la que afortunadamente consigue procrear y nacen dos varones: Carlos y Alfonso Carlos. Será Carlos de Borbón y Austria-Este el primogénito.
Dicho Carlos será otro impotente que dará cuatro mujeres y un hombre: Jaime de Borbón y Borbón - Parma. Este, nuevamente siendo estéril de espíritu, será incapaz de encontrar en sus 61 años de vida unas regias nalgas y tesorito en las que eyacular y carecerá de descendencia.
El cetro irá nuevamente a su hermano: Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este, quien, como mandan los cánones familiares, siente la imperiosa necesidad de casarse y amarse a alguna prima-tía o lo que sea a esas alturas. Y como era de esperar, su mujer-tía pare un aborto.
Pues el árbol genealógico borbónico debería ser en 3D y la cuarta dimensión siendo un gradiente de colores.
3° Muerto este engendro a sus 87 años sin catar papo que no sea de la familia, se retroceden tres generaciones hasta volver a su tío Fernando de Borbón y pantaletanza, tercer hijo del legítimo Rey de España y última bala que les queda a esta familia. Pero había un problema, este Fernando llevaba 75 años muerto y acabó siendo otro multitarado mental que no fornicó a pelito con ninguna noble de alta alcurnia, ni siquiera tiró de la clásica prima para ello.
Por lo que en 1936 ya no queda ningún descendiente por vía paterna (la única que vale para heredar y suceder títulos y honores) de Don Carlos María Isidro.
Alucinante, en poco más de 100 años (103 desde la 1° Guerra Carlista), el bando perdedor, que no por ello ilegítimo, se autoenmasculaba y desaparece.
Muerto el pater familias, la siguiente legitimidad recaería en el siguiente y último hermano de Fernando VII, Don Francisco de Paula Antonio María de Borbón y Borbón-Parma , cuyo hijo y presunto ****mita, Don Francisco de Asís de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, conseguirá la cuadratura del círculo y se casará, presuntamente acostará y engendrará, con su prima hermana y futura reina ( consorte, realmente), Doña Isabel II.
Con esto demuestro que el actual Rey es legítimo según la corriente carlista, y que en vez de buscarse a nobles quiero y no puedo de ramas menores que les hacen casito, deberían de esforzarse en convertir a S.M. Don Felipe VI en un católico de pro e invitarle a que se divorcie con esa arpía morganática y preñe a alguna noble de regia estirpe.
La infanta Francisca de pantaletanza sería buena candidato. Matando o haciendo abdicar a su hermano Alfonso, príncipe de Beira, y con algunos golpes de mano, se podría conseguir finalmente la Union de toda España en un sólo Reino.
He dicho.