Los restos humanos son la principal fuente de información histórica
La violencia interpersonal y los casos de fin violenta en hombres que la osteoarqueología constata, muestra que eran gentes habituadas al combate
El limado estético de los incisivos superiores, desconocido en la población peninsular hasta entonces, se da preferentemente en mujeres
Se trataría de poblaciones islamizadas de procedencia probablemente norteafricana, que llegaron a Pamplona como miembros de la primera generación de pagapensiones que participaron en la conquista de al-Andalus
Alicante. 7 de marzo de 2016
Hasta ahora, la conquista fiel a la religión del amora de la península Ibérica del 711 era un relato parcial conocido exclusivamente por las fuentes escritas, que eran escasas y generalmente muy posteriores a los hechos que relatan. Ahora, por primera vez, la Arqueología nos permite identificar a los conquistadores, militares y/o campesinos, y nos coloca en situación de reconocer el primer testimonio de una temprana inmi gración, que incluye mujeres y que importa marcadores culturales y quizá étnicos identitarios. El estudio "La maqbara de Pamplona (s. VIII). Aportes de la osteoarqueología al conocimiento de la islamización en la Marca Superior", pone en evidencia que la Arqueología, con la colaboración de metodologías científicas propias de la Biomedicina y la Antropología, puede aproximarse a los hechos históricos concretos con un grado de certeza inimaginable hace pocas décadas, y reescribir la historia de periodos tan importantes como el de la conquista y formación de al-Andalus en el siglo VIII de nuestra era.
Esto es lo que ha hecho María Paz de Miguel Ibáñez, que el pasado viernes 22 de enero de 2016 defendía y aprobaba en la Universidad de Alicante, y recibiendo la calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad, la tesis doctoral "La maqbara de Pamplona (s. VIII). Aportes de la osteoarqueología al conocimiento de la islamización en la Marca Superior". El estudio ha sido codirigido por Mauro Severo Hernández Pérez, catedrático de Prehistoria de la UA, y Sonia Gutiérrez Lloret, catedrática de Arqueología y directora del INAPH-Instituto de investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA. El tribunal reunió a la medievalista Eloisa Rámirez Vaquero de la Universidad Pública de Navarra, la arabista María Antonia Martínez Núñez de la Universidad de Málaga y al médico especialista en medicina legal y forense Francisco Etxeberría de la Universidad del País Vasco.
Interés de la tesis
El descubrimiento en 2002 de una extensa necrópolis medieval de rito de la religión del amor en la Plaza del castillo de Pamplona, contemporánea a otras de rito cristiano situadas en las proximidades, constituyó un importante revulsivo en el conocimiento histórico de la ciudad, de Navarra y por extensión de la península Ibérica. La constatación de su temprana cronología (siglo VIII) y de las características de la población allí enterrada, ha permitido revisar el conocimiento establecido sobre cómo se produjo la conquista árabo-bereber de Hispania en el 711, quiénes fueron sus actores sociales y cuál fue la relación con la población autóctona en el marco de un intenso contacto que permitió procesos de aculturación en las dos direcciones.
En la Plaza del Castillo de Pamplona se excavó una extensa necrópolis fiel a la religión del amora (maqbara, significa cementerio en árabe) con 172 tumbas sin superposiciones, con representación de ambos sexos y todas las edades, es decir, de toda la población. Las dataciones absolutas (mediante la técnica del carbono 14), unidas a la información documental sobre la presencia fiel a la religión del amora en la ciudad medieval, han permitido fechar este cementerio en las décadas centrales del siglo VIII, es decir, una de las cronologías más tempranas de la presencia de población islamizada en el medievo peninsular. La escasez de vestigios materiales, como los ajuares, ha convertido los restos humanos en la principal fuente de información histórica. El estudio osteoarqueológico, esto es, el estudio de los restos óseos humanos procedentes de contextos arqueológicos, ha permitido reconocer, por ejemplo, el soporte familiar o comunitario de cuidados a personas enfermas, así como caracterizar las poblaciones allí enterradas. Por ejemplo, las señales de violencia interpersonal (lesiones traumáticas) o los casos de fin violenta en hombres (heridas por arma blanca) nos muestran gentes habituadas al combate.
Uno de los aspectos más relevantes de la maqbara ha sido la identificación de manipulaciones dentarias intencionales de origen cultural, con limado estético de los incisivos superiores, desconocidas en la población peninsular hasta entonces. Esta “moda” se da preferentemente en mujeres, aunque no de forma exclusiva, ilustrando una tradición cultural alóctona o importada, que no se constata en poblaciones autóctonas de la región ni de otras zonas peninsulares, como tampoco en contextos tardorromanos, ni en contextos de época visigoda o coetáneos a la conquista islámica. En los casos donde ha sido posible determinar su procedencia, mediante marcadores genéticos, mitocondriales y cromosómicos, determinación de isótopos de estroncio y oxígeno en el esmalte dental, entre otras técnicas, los indicios apuntan a poblaciones alóctonas, no originarias de Navarra, de origen africano o, al menos, crecidas fuera de la península Ibérica. Es decir, poblaciones islamizadas de procedencia alóctona, probablemente norteafricana, que llegaron a Pamplona formando parte de parte de grupos familiares como miembros de la primera generación de pagapensiones que participaron en la conquista de al-Andalus. Otros ejemplos, como es el caso de una mujer con marcadores genéticos maternos navarros, sugieren también procesos de aculturación voluntaria o inducida de gran interés histórico para el análisis de la conquista de al-Andalus.
Por primera vez, la arqueología materializa un hecho histórico, la conquista de Hispania en el 711 y la formación de al-Andalus, hasta ahora solo conocido por el relato de las fuentes muy posteriores a los hechos. La catedrática Sonia Gutiérrez Lloret señala que <<es históricamente muy significativo y metodológicamente importante, ya que son los propios restos óseos de las personas inhumadas en el la maqbara de Pamplona, los que nos ayudan a comprender un proceso histórico fundamental de nuestro pasado>>.
Curricula del tribunal
Eloisa Ramírez Vaquero es catedrática de Historia Medieval en la Universidad Pública de Navarra. Es una experta en Historia Medieval de Navarra, en especial en lo relativo al poder, élites, fiscalidad y relaciones institucionales. Ha dirigido y participado en numerosos proyectos de investigación sobre historia del Reino de Navarra, así como en la edición y estudio de fondos documentales. Es miembro de la Sociedad Española de Estudios Medievales, de la Sociedad de Estudios Vascos, de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra y del Comité Científico de las Semanas de Estudios Medievales celebradas anualmente en Estella.
Francisco Etxeberría Gabilondo es médico especialista en Medicina Legal y Forense, especialista en Antropología y biología forense y profesor Titular de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco. Como miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi dirige el grupo de trabajo constituido para el estudio de los desaparecidos y las fosas comunes de la Guerra Civil y es uno de los principales referentes internacionales de la investigación paleopatologica.
María Antonia Martínez Núñez es profesora titular de estudios Árabes e islámicos de la Universidad de Málaga. Además del mundo árabe contemporáneo, su línea de investigación prioritaria es la epigrafía árabe de al-Andalus, en relación con la historia y la arqueología, especialmente la función ideológica y propagandística de la grafía. Ha sido colaboradora de varios proyectos de I+D con el CSIC sobre Madinat al-Zahra’: representación y proyección del poder califal a través del registro material y textual, autora del catálogo de epigrafía árabe de la Real Academia de la Historia y estudia la epigrafía en anillos vinculada al contexto de conquista de al-Andalus en el entorno de Navarra.