Escohotado siempre pecó de mirarse demasiado su propio ombligo, y lo mas grave, de no ser capaz de rectificar ante las evidencias.
Según el, con los opioides dispensados en las farmacias con calidad farmaceútica solucionarían el problema. La realidad es que ese experimento es exactamente lo que pasó en EEUU con la Oxycodona, y los resultados son los que son. También decía que los soldados retornados de Vietnam dejaban su adicción al llegar a EEUU, cuando la realidad es que el país está repleto de veteranos de guerra tirados por las calles.
A mi también me gusta la fantasía de la legalización, pero la única realidad son los hechos. El no tiene en cuenta la miseria jovenlandesal en la que vive la inmensa mayoría de la población, la absoluta falta de valores, los problemas económicos y sociales, y el materialismo completamente enfermizo.
Toda su obra respecto a las drojas está basada en su propia experiencia, que pretende extrapolar a toda una población. Prácticamente toda su obra ha sido escrita para auto ensalzarse, tiene un ego tan inmenso que es ridículo. Me he leído todos sus libros, y no hace ni una sola mención a las diferencias entre clases sociales, a las personas con problemas psiquiátricos y a la marginalidad en la que viven muchas personas que caen en estas adicciones.
Antes me gustaba bastante, pero con el tiempo me fuí dando cuenta de que solo es un pedante niño de papá, que no ha dado un palo al agua y va dando lecciones sobre el trabajo, y un liberal de salón succionador de platanos anglo y judías.
No me extrañaría que a este tío le hubiesen pagado dinero por defender lo que defendía con tanto ímpetu, sino es inexplicable que alguien se tire toda una vida diciendo exactamente lo mismo.