Plan del gobierno para retrasar la jubilación

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Fedea alerta sobre las consecuencias del plan del Gobierno para retrasar la jubilación​

El Gobierno conseguiría que los trabajadores se jubilen más tarde, pero no estaría ni siquiera reduciendo el gasto en el sistema.


La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, compareció la semana pasada en el Congreso de los Diputados para informar "sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y las proyecciones realizadas por la Comisión Europea en su último informe Ageing Report". Fue el pasado mes de abril cuando Bruselas publicó este documento, que analizaba las previsiones demográficas de España para las próximas décadas y su efecto en la partida del gasto en pensiones.

El Ageing Report pronosticaba que España será el país de la UE que sufrirá un mayor aumento del gasto en pensiones debido al plan del entonces ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para reformar el sistema sin reducir en ningún momento el gasto y encomendándose sólo a subir los impuestos a los trabajadores vía cotizaciones sociales.

Obviando estos pronósticos, Elma Saiz se limitó a defender en el Congreso la reforma de Escrivá en su comparecencia. De hecho, llegó a asegurar que el gasto en pensiones está "en niveles razonables" en España.

El Gobierno, volcado en retrasar las jubilaciones​

En cuanto a las actuaciones que está llevando a cabo el Gobierno para garantizar la sostenibilidad del sistema, la ministra destacó que su Ejecutivo tiene como "medida más significativa para reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones" la de "alinear la edad efectiva de jubilación con la edad legal, lo que se está consiguiendo al haber mejorado el sistema de incentivos para permanecer en el mercado de trabajo". La fórmula del Gobierno "pasa por que los trabajadores senior continúen en su puesto, ya que experiencia y conocimiento son valiosos para las empresas" aseguró. Dicho de otra forma: el Gobierno está centrado en que cada vez los españoles se jubilen más tarde.
Tanto es así, que el Gobierno ha firmado con patronal y sindicatos un acuerdo "Para la mejora de la compatibilidad de la pensión de jubilación con el trabajo". Y Fedea publicó ayer lunes un análisis al respecto. En la actualidad hay tres fórmulas relacionadas con el retraso voluntario del acceso a la jubilación. Son las siguientes:

  • La jubilación voluntaria demorada: cuando las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) llegan a la edad ordinaria de jubilación (67 con carácter general y 65 cuando se han cotizado más de 38 años y medio) pueden prolongar su vida laboral a cambio de cobrar más pensión al jubilarse o de recibir una cantidad a tanto alzado (de 5.000 a 12.000 euros).
  • La jubilación activa: se podrá acceder a esta modalidad cuando el acceso a la pensión se haya producido al menos un año después de haber cumplido la edad para el acceso ordinario y se disponga del 100% de la base reguladora, es decir, una carrera profesional completa (37 años cotizados). La cuantía de la pensión a percibir mientras se trabaja es del 50% para los trabajadores asalariados y del 100% para los trabajadores por cuenta propia cuando acrediten tener contratado al menos a un por trabajador por cuenta ajena.
  • La jubilación flexible: es la posibilidad de compatibilizar la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial.

Podría aumentar el gasto, aunque se jubilaran más tarde​

Y el último acuerdo del Gobierno modifica algunas de las condiciones de las tres fórmulas anteriores de la siguiente manera:

  • Jubilación demorada: el porcentaje adicional una vez te jubilas "permanece en el 4% por año completo adicional trabajado, pero se flexibiliza su acceso al permitir cobrar el 2% por semestre, buscando incentivar su uso a quienes no quieren permanecer un año completo adicional" explica fedea.
Según Fedea, "la novedad posiblemente más importante" introducida por el Gobierno "es la posibilidad de combinar los beneficios de la jubilación demorada con la activa, es decir, una persona que alargue su vida profesional puede percibir su salario como trabajador, la parte de la pensión que le corresponde como jubilación flexible (del 45% al 100%) y, además, disfrutar del porcentaje adicional generado por la ampliación de sus años de trabajo durante el tiempo de percepción de la pensión (de 4% a 20% de uno a cinco años), la cuantía a tanto alzado en el momento de acceder a la jubilación (de 5.000 a 12.000 euros) o una combinación de ambas opciones".

  • Jubilación activa: se mantiene la condición de que tras*curra un año después de la edad ordinaria de jubilación para acceder a la modalidad y su prohibición de uso para los empleados públicos, pero "incluye otros cambios además de la compatibilidad con los porcentajes de la jubilación diferida, como eliminar el requisito de acceso de tener una carrera profesional completa y se modifican los porcentajes de la pensión recibidos a la vez que se desarrolla un trabajo remunerado".
Así, con la nueva norma, Fedea calcula que una persona con 66 años (un año después de su edad de jubilación ordinaria si ha cotizado más de 38 años y medio) o 68 años (si ha cotizado menos) y que trabaje un año más, recibirá su salario, el 45% de su pensión y acumulará un suplemento a su pensión del 4% que empezará a cobrar cuando acceda a la pensión. Si trabaja dos años adicionales percibirá el salario, un 55% de la pensión y acumulará un 8% más de cara a su pensión futura. En el quinto año, percibirá el salario, el 100% de su pensión y acumulará un 20% a la pensión que cobrará el resto de su vida como pensionista.

Por todo ello, Fedea considera que estas medidas "son un incentivo importante para diferir el acceso a la jubilación en un escenario de intenso envejecimiento de la población". Sin embargo, "es complicado realizar una proyección sobre su posible impacto sobre la incidencia de la jubilación demorada, entre otras cuestiones, por el efecto disuasorio de la alta tasa de reposición que se obtiene accediendo a la pensión con la edad ordinaria (77% vs 45,4% de promedio en la UE )".

Además, en términos financieros, es decir, de sostenibilidad "existen muchas dudas que las nuevas medidas no vayan a generar un mayor coste para el sistema de pensiones respecto a la situación previa, al añadir ahora el porcentaje por diferimiento de la jubilación (4% por cada año añadido a la pensión inicial), al pago realizado en el periodo adicional de trabajo remunerado (entre el 45 y 100% de la cuantía de la pensión)". Por ello, "de ser así, el posible uso de esta nueva modalidad por más personas aumentaría aún más en términos agregados el gasto futuro en pensiones", alerta Fedea. Dicho de otra forma, el Gobierno conseguiría que los trabajadores se jubilen más tarde, pero no estaría ni siquiera reduciendo el gasto en el sistema.

Aunque esta es la crítica más potente, Fedea también señala en su informe aspectos positivos del plan del Gobierno, como "la mejora de los incentivos a la prolongación voluntaria de la vida laboral para aprovechar el talento escaso en un contexto de intenso envejecimiento de la población".
 
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