Huyen hacia delante. Ninguno pide perdón o está en la puerta de los hospitales pidiendo explicaciones por haberse inoculado un tóxico. Los pocos que se dieron cuenta reconocen "por lo bajini" que teníamos razón los "conspiranoicos", pero nada más, ni perdón por habernos tratado así ni nada, siguen con sus vidas y punto, huyen hacia delante en esta "nueva normalidad". Si os fijáis la gente sigue como si nada, parece que todo esto no va con ellos, rápido olvidan, siguen remando y planificando sus paco vacaciones de verano y todos los paco festivales de cosa a los que van a ir.
¿O acaso veis a todos los emponzoñados pidiendo explicaciones y liándola parda por haber sido víctimas de un engaño y de un experimento?
No, nada de eso, tan solo dicen, para no quedar mal ante semejante obviedad, que "sí, sí, yo no me vacuno más". Y se sienten incluso inteligentes e importantes diciendo que ya no se banderillan más, como si se enterasen de algo. Es patético y purgante a partes iguales.
Y esto los pocos que reconocen que han sido engañados, porque la gran mayoría sigue completamente abducida, que no os engañen haciéndoos creer que ya se enteran de algo. Las cosas no se dicen, se demuestran, se hacen. Las palabras se las lleva el viento, los actos es lo que importa. La gente no ha aprendido nada estos tres años, al contrario, se han vuelto incluso más dóciles y iluso.