Puede provocar trombos e ictus, entre otros efectos.
La OCU afirma que los suplementos con Omega-3 pueden derivar en arritmias
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada (regulan los niveles de colesterol en la sangre) que el ser humano necesita para, entre otras funciones, fortalecer las neuronas, mantener el corazón sano y protegido y para mejorar el funcionamiento del resto del organismo. Naturalmente, este tipo de ácidos se encuentran en alimentos como el pescado y el marisco (en especial los de agua fría, como salmón o caballa), en nueces y semillas, aceites de plantas y demás alimentos fortificados (como ciertas marcas de bemoles, yogurt, leches o bebidas de soja).
Entre los motivos saludables por los que se recomienda el consumo de estos productos, la OCU destaca que son esenciales para reducir los niveles de triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre, idea ligada a la del colesterol anterior. Pero no debemos olvidar que los medicamentos a base de omega-3 pueden dar lugar a varios efectos adversos; algunos de ellos poco frecuentes, como gastroenteritis o mareos, y otros cuantos más frecuentes como indigestión o náuseas. Pero la lista de consecuencias nocivas no termina ahí.
La OCU ha publicado la confirmación que ha lanzado la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sobre la posibilidad de sufrir fibrilaciones auriculares de manera más frecuente con el consumo de fármacos ricos en omega-3. Se trata de un tipo de arritmia en las cavidades superiores del corazón que hace que este palpite a un ritmo caótico. No es una condición mortal, pero sus consecuencias sí lo pueden ser: en caso de que la sangre no circule correctamente puede coagularse y formar trombos que se desplazan a otras partes del cuerpo, derivando en un ictus cerebral o una embolia pulmonar.
Sin embargo, se trata de un peligro que concierne, principalmente, a personas con enfermedades cardiovasculares o con algún factor de riesgo de este tipo de problemas, como aquellas que cuentan con un índice elevado de masa corporal, que sufren de hipertensión o diabetes o que son fumadores. A través del estudio de la EMA, añadiendo además otras investigaciones como la publicada recientemente por el Consorcio de Investigación sobre Ácidos Grasos (FORCE), la OCU anuncia además que el riesgo de sufrir estas arritmias es correlativo a ingesta: a mayor dosis, mayor riesgo, especialmente con la de cuatro gramos al día.
La ingesta de alimentos ricos en omega-3, que no alcanzan las dosis conseguidas con los suplementos, no parece guardar relación alguna con un aumento de fibrilaciones auriculares. De lo que advierten todas estas organizaciones es de la suplementación oral que alcanza dosis más altas de esta proteína.
La OCU lanza un nuevo aviso: Estas son las consecuencias nocivas en la salud de tomar Omega-3
Te contamos cuáles son los riesgos de la suplementación de estos ácidos grasos
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La OCU afirma que los suplementos con Omega-3 pueden derivar en arritmias
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada (regulan los niveles de colesterol en la sangre) que el ser humano necesita para, entre otras funciones, fortalecer las neuronas, mantener el corazón sano y protegido y para mejorar el funcionamiento del resto del organismo. Naturalmente, este tipo de ácidos se encuentran en alimentos como el pescado y el marisco (en especial los de agua fría, como salmón o caballa), en nueces y semillas, aceites de plantas y demás alimentos fortificados (como ciertas marcas de bemoles, yogurt, leches o bebidas de soja).
Entre los motivos saludables por los que se recomienda el consumo de estos productos, la OCU destaca que son esenciales para reducir los niveles de triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre, idea ligada a la del colesterol anterior. Pero no debemos olvidar que los medicamentos a base de omega-3 pueden dar lugar a varios efectos adversos; algunos de ellos poco frecuentes, como gastroenteritis o mareos, y otros cuantos más frecuentes como indigestión o náuseas. Pero la lista de consecuencias nocivas no termina ahí.
La OCU ha publicado la confirmación que ha lanzado la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sobre la posibilidad de sufrir fibrilaciones auriculares de manera más frecuente con el consumo de fármacos ricos en omega-3. Se trata de un tipo de arritmia en las cavidades superiores del corazón que hace que este palpite a un ritmo caótico. No es una condición mortal, pero sus consecuencias sí lo pueden ser: en caso de que la sangre no circule correctamente puede coagularse y formar trombos que se desplazan a otras partes del cuerpo, derivando en un ictus cerebral o una embolia pulmonar.
Sin embargo, se trata de un peligro que concierne, principalmente, a personas con enfermedades cardiovasculares o con algún factor de riesgo de este tipo de problemas, como aquellas que cuentan con un índice elevado de masa corporal, que sufren de hipertensión o diabetes o que son fumadores. A través del estudio de la EMA, añadiendo además otras investigaciones como la publicada recientemente por el Consorcio de Investigación sobre Ácidos Grasos (FORCE), la OCU anuncia además que el riesgo de sufrir estas arritmias es correlativo a ingesta: a mayor dosis, mayor riesgo, especialmente con la de cuatro gramos al día.
La ingesta de alimentos ricos en omega-3, que no alcanzan las dosis conseguidas con los suplementos, no parece guardar relación alguna con un aumento de fibrilaciones auriculares. De lo que advierten todas estas organizaciones es de la suplementación oral que alcanza dosis más altas de esta proteína.