O lo que es lo mismo, Sánchez invoca norma no escrita que obviamente no es norma ni es nada, sino una argucia que permite hurtar a los electores tener conocimiento de algo que podría ser de utilidad para emitir un juicio objetivo. Aún así, lo más aterrador, mucha gente aplaude e invoca esa misma idea que los obliga a permanecer ignorantes sobre algo, porque el nivel de gregarismo está llegando a unos limites que superan a José Luis López Vázquez en "Atraco a las tres".