Paul von Lettow - Vorbeck - El leon de Africa

Dr Polux

FEOfobo & CALVOfobo
Desde
15 Sep 2008
Mensajes
40.342
Reputación
134.000
Lugar
En el país de las ninfas
Paul von Lettow - Vorbeck el leon de Africa - YouTube



Paul Emil von Lettow-Vorbeck (20 de marzo de 1870 - 9 de marzo de 1964), comandante de la campaña del África Oriental Alemana durante la Primera Guerra Mundial, único frente de batalla en las colonias donde Alemania no fue derrotada.

En 1914, poco antes de estallar el conflicto, Lettow-Vorbeck fue enviado al África Oriental Alemana donde se le encargó la dirección de las escasas fuerzas alemanas en la zona, compuestas por unos 3000 soldados alemanes apoyados por 12 compañías de askaris (guerreros nativos). Al iniciarse la guerra en Europa, Lettow-Vorbeck desoyó las órdenes de mantenerse a la defensiva dadas por el gobierno de Berlín y el gobernador Heinrich von Schnee, consciente de que la única posibilidad de victoria consistía en un buen ataque contra las colonias de los aliados que rodeaban a las posesiones alemanas, antes de que estuviesen preparados para repelerlo. En noviembre, las tropas coloniales británicas iniciaron un ataque anfibio contra la ciudad de bombacha, a los pies del Kilimanjaro, que se convertiría en la mayor batalla de la Primera Guerra Mundial en suelo africano. Tras derrotar a los británicos, las tropas alemanas iniciaron una serie de ataques contra las líneas de ferrocarril que los ingleses habían construido en África oriental. El 18 de enero de 1915 volvió a derrotar a los británicos en la batalla de Jassin. Estas victorias iniciales le permitieron capturar nuevas armas y víveres al enemigo con los que suministrar mejor a su ejército, pero le costaron demasiados soldados de su ya de por sí escasas tropas.

Las bajas forzaron a los alemanes a cambiar de estrategia, sustituyendo los combates directos por la guerra de guerrillas contra los británicos en sus colonias de Kenia y Rodesia. Los ataques contra fortificaciones, líneas de ferrocarril y comunicaciones se multiplicaron, con la intención de forzar a los británicos a enviar más hombres y armas a África a costa de retirarlos de Europa y facilitar así la victoria alemana en el Frente Occidental. Tras la inutilización del SMS Königsberg en el río Rufiji, la tripulación del navío desmontó la artillería del buque y se unió a las filas de Lettow, reforzándola con armas pesadas.

En marzo de 1916, los británicos lanzaron una nueva ofensiva compuesta por 45 000 hombres dirigidos por Jan Smuts. Los alemanes, nuevamente, rehusaron el combate directo y se aprovecharon de su conocimiento del terreno para emboscar a las tropas británicas, infligiéndoles graves derrotas como la de Mahiwa en octubre de 1917, en la que los británicos perdieron 1600 hombres y los alemanes solo 100. Lettow-Vorbeck pudo recuperar entonces el terreno perdido en los meses anteriores y penetrar en la colonia portuguesa de Mozambique, cuya metrópoli había declarado la guerra recientemente a Alemania. Las guarniciones portuguesas del norte fueron fácilmente derrotadas y sus víveres pasaron a las manos de Lettow-Vorbeck. En agosto de 1918 volvió a entrar en el África Oriental Alemana, desde donde se dirigió rápidamente a Rhodesia para eludir una trampa tendida por los británicos en la colonia alemana. El 13 de noviembre volvía a derrotarlos nuevamente en la batalla de Kasama, dos días después de producirse la rendición sin condiciones de Alemania en Europa. Diez días después, cuando Lettow-Vorbeck recibió la confirmación de que la rendición alemana era un hecho y no un simple rumor, sus tropas entregaron las armas en Abercorn, actualmente en Zambia.
 
Llaman a una Yihad contra los ingleses. Vaya vaya con los alemanes, quien les iba a decir que con el tiempo sufrirían en su tierra la Yihad.
 
Su grán merito fué crear una unidad totalmente motivada y disciplinada con los askaris, sus soldados estaban orgullosos del uniforme y muy motivados. Paralela a la competencia de Von Lettow iba la de sus oficiales, este fué el Rommel de la IGM sin duda.
Le condecoraron hasta los ingleses, pero con Adolfo no había química...
 
Luego tb como no, la cagada maestra del general Edward Aitken, teniendo unas fuerzas que superaban 4 a 1 a los alemanes tuvieron que salir echando patas :XX:


En el caso que nos ocupa, Londres dispuso que una fuerza expedicionaria al mando del general Edward Aitken partiera de la India para atacar bombachanika. Se dispuso que el desembarco tendría lugar al norte de Dar es Salaam, en una ciudad que ha dado nombre a una de las más importantes contribuciones del siglo XX a la felicidad de la humanidad: bombacha.

La operación era sencilla: ocho mil hombres entre oficiales británicos y soldados indios y gurkhas –la doctrina militar británica no era muy favorable al uso de soldados jovenlandeses, al los que consideraban poco capaces pese a los problemas que les habían dado los zulúes en Sudáfrica. Los indios, en cambio, estaban mucho más contrastados-, para enfrentarse a la menguada tropa de Von Lettow, que como hemos dicho había tenido que enviar diversos contingentes de su fuerza a zonas fronterizas, en especial al Kilimanjaro.

Los británicos, sin embargo, no contaban con tres factores: la pericia del desconocido Von Lettow-Vorbeck, el valor de sus tropas y la incompetencia de Aitken, perteneciente a esa especie de generales ingleses que causaron a su ejército más pérdidas que el enemigo. Los barcos ingleses llegaron frente a bombacha en 2 de noviembre de 1914 y desembarcaron a sus primeros hombres, que fueron recibidos a tiros por los askaris. Sin embargo, dado que sus fuerzas eran escasas y los atacantes estaban protegidos por la artillería naval, se retiraron y durante dos días Aitken desembarcó su material.

Lettow, sin embargo, se había apresurado en llegar, acompañado de los pocos askaris que pudo retirar del norte y el Kilimanjaro. Él mismo, en bicicleta y con el rostro ennegrecido, entró en bombacha acercándose sin problemas a las líneas británicas. Comprobó que los suyos estaban en inferioridad numérica de cuatro a uno.

El 6 de noviembre, los británicos comenzaron su avance hacia bombacha. Los askaris, parapetados en las hierbas altas y maizales del camino, disparaban a placer contra ellos pero Aitken dio orden de no romper la formación. Llegaron a bombacha con graves pérdidas, conquistaron los edificios principales y Aitken dio una orden clave: ordenó preparar el champán.

En ese momento, los askaris salieron de los maizales gritando, disparando y finalmente cargando a la bayoneta contra los indios y gurkhas, que les seguían superando enormemente en número. Sorprendidos, huyeron en desbandada hacia las playas mientras Aitken, temiendo un segundo ataque con 'las reservas', les siguió sin saber que en aquel ataque suicida habían participado todos los askaris y oficiales con los que contaba Von Lettow. Perseguidos por los insultos de los askaris ('insectos' les llamaban, un grave insulto en swahili) se refugiaron de nuevo bajo el tiro de la artillería naval.

Los askaris tomaron posiciones para mantenerlos en la playa bajo el fuego de sus fusiles y ametralladoras, de tal forma que al día siguiente Aitken tuvo que ordenar el reembarque urgentemente. Había perdido trescientos hombres entre muertos y heridos, dejaba cuatrocientos prisioneros y, lo más importante, todo el material desembarcado: un millar de fusiles, dieciséis ametralladoras, medio millón de cartuchos, teléfonos de campaña y equipos de comunicaciones y gran cantidad de uniformes. Von Lettow ya tenía material para librar su guerra.

En cuanto a Aitken, fue degradado. Dicen quienes le conocieron que bastaba que oyera el nombre de Von Lettow para sumirse en la depresión. No sería el único. Poco después, cuando los británicos suponían a Von Lettow aún en bombacha (es decir, en la costa ), otra tropa británica atacó por la zona del Kilimanjaro... para encontrarse que los askaris se habían desplazado con una tremenda rapidez, y fueron igualmente rechazados. En 18 de enero de 1915, en Jassin, los aliados decidieron posponer sus planes para la conquista de bombachanika en favor de objetivos más asequibles.
 
Última edición:
Gran historia la de este señor. Leí que, bastantes años más tarde, se aprobó pagar pensiones de veteranos de guerra a los askaris que lucharon bajo su mando... y como no había forma de saber con certeza quiénes habían sido, se les hacia una prueba consistente en seguir órdenes de instrucción en alemán y desfilar adecuadamente.
 
Paul von Lettow - Vorbeck el leon de Africa - YouTube



Paul Emil von Lettow-Vorbeck (20 de marzo de 1870 - 9 de marzo de 1964), comandante de la campaña del África Oriental Alemana durante la Primera Guerra Mundial, único frente de batalla en las colonias donde Alemania no fue derrotada.

En 1914, poco antes de estallar el conflicto, Lettow-Vorbeck fue enviado al África Oriental Alemana donde se le encargó la dirección de las escasas fuerzas alemanas en la zona, compuestas por unos 3000 soldados alemanes apoyados por 12 compañías de askaris (guerreros nativos). Al iniciarse la guerra en Europa, Lettow-Vorbeck desoyó las órdenes de mantenerse a la defensiva dadas por el gobierno de Berlín y el gobernador Heinrich von Schnee, consciente de que la única posibilidad de victoria consistía en un buen ataque contra las colonias de los aliados que rodeaban a las posesiones alemanas, antes de que estuviesen preparados para repelerlo. En noviembre, las tropas coloniales británicas iniciaron un ataque anfibio contra la ciudad de bombacha, a los pies del Kilimanjaro, que se convertiría en la mayor batalla de la Primera Guerra Mundial en suelo africano. Tras derrotar a los británicos, las tropas alemanas iniciaron una serie de ataques contra las líneas de ferrocarril que los ingleses habían construido en África oriental. El 18 de enero de 1915 volvió a derrotar a los británicos en la batalla de Jassin. Estas victorias iniciales le permitieron capturar nuevas armas y víveres al enemigo con los que suministrar mejor a su ejército, pero le costaron demasiados soldados de su ya de por sí escasas tropas.

Las bajas forzaron a los alemanes a cambiar de estrategia, sustituyendo los combates directos por la guerra de guerrillas contra los británicos en sus colonias de Kenia y Rodesia. Los ataques contra fortificaciones, líneas de ferrocarril y comunicaciones se multiplicaron, con la intención de forzar a los británicos a enviar más hombres y armas a África a costa de retirarlos de Europa y facilitar así la victoria alemana en el Frente Occidental. Tras la inutilización del SMS Königsberg en el río Rufiji, la tripulación del navío desmontó la artillería del buque y se unió a las filas de Lettow, reforzándola con armas pesadas.

En marzo de 1916, los británicos lanzaron una nueva ofensiva compuesta por 45 000 hombres dirigidos por Jan Smuts. Los alemanes, nuevamente, rehusaron el combate directo y se aprovecharon de su conocimiento del terreno para emboscar a las tropas británicas, infligiéndoles graves derrotas como la de Mahiwa en octubre de 1917, en la que los británicos perdieron 1600 hombres y los alemanes solo 100. Lettow-Vorbeck pudo recuperar entonces el terreno perdido en los meses anteriores y penetrar en la colonia portuguesa de Mozambique, cuya metrópoli había declarado la guerra recientemente a Alemania. Las guarniciones portuguesas del norte fueron fácilmente derrotadas y sus víveres pasaron a las manos de Lettow-Vorbeck. En agosto de 1918 volvió a entrar en el África Oriental Alemana, desde donde se dirigió rápidamente a Rhodesia para eludir una trampa tendida por los británicos en la colonia alemana. El 13 de noviembre volvía a derrotarlos nuevamente en la batalla de Kasama, dos días después de producirse la rendición sin condiciones de Alemania en Europa. Diez días después, cuando Lettow-Vorbeck recibió la confirmación de que la rendición alemana era un hecho y no un simple rumor, sus tropas entregaron las armas en Abercorn, actualmente en Zambia.

Como perdieron la guerra, no hay películas. Ay, la propaganda.

Sin embargo, al final el tiempo pone a cada cual en su sitio. El Imperio británico se desgastó tanto en su empeño por frenar el dominio alemán en Europa, que terminó desapareciendo como poder mundial, sustituido por las nuevas superpotencias USA y URSS.

Hoy, Alemania es igualmente el primer poder en Europa, una potencia industrial mundial, mientras la economía británica languidece en una lenta decadencia de la que la City y los chanchullos financiero/inmobiliarios de Londres forman un único paracaídas.

¿Qué hubiera ocurrido con una victoria Alemana en la IGM? Hitler nunca hubiera ascendido al poder. Quizá el mundo hubiera terminado siendo multipolar, con una Alemania reina en Europa y su contrapoder británico como imperio global. USA y URSS hubieran sido, quizá, dos potencias más, y no las únicas superpotencias.

Una ucronía interesante.
 
Como perdieron la guerra, no hay películas. Ay, la propaganda.

Sin embargo, al final el tiempo pone a cada cual en su sitio. El Imperio británico se desgastó tanto en su empeño por frenar el dominio alemán en Europa, que terminó desapareciendo como poder mundial, sustituido por las nuevas superpotencias USA y URSS.

Hoy, Alemania es igualmente el primer poder en Europa, una potencia industrial mundial, mientras la economía británica languidece en una lenta decadencia de la que la City y los chanchullos financiero/inmobiliarios de Londres forman un único paracaídas.

¿Qué hubiera ocurrido con una victoria Alemana en la IGM? Hitler nunca hubiera ascendido al poder. Quizá el mundo hubiera terminado siendo multipolar, con una Alemania reina en Europa y su contrapoder británico como imperio global. USA y URSS hubieran sido, quizá, dos potencias más, y no las únicas superpotencias.

Una ucronía interesante.

En el único sitio donde he visto que "recordaran" su figura fué en aquella serie del joven Indiana Jones, pero pintaban al personaje completamente deformado, como si hubiera sido una especie de nancy loco y malvado, una puñetera cosa, vamos.
 
Como perdieron la guerra, no hay películas. Ay, la propaganda.

Hay una inspirada en la carrera del crucero SMS Königsberg, pero es una cosa de aventuras con muy poco parecido con la realidad. Una mezcla de "La reina de África" con James Bond.

1.jpg


Pero es bastante divertida. Yo la he visto hace poco, descargada de aquí:

Nos Encontraremos en el Infierno (1976) VOSE/Esp | DESCARGA CINE CLASICO

Pero cuidado, sólo si se tiene cierto nivel de inglés. Los subtítulos están mal, faltan muchos.
 
Yo encontré sin esperarlo una narración muy buena de su vida y de su guerra en Africa en el libro de Javier Reverte "El sueño de Africa", le dedica un capitulo y cuenta muchos detalles. Creo que fué a raíz de esa lectura que me interesó este militar intachable y sus aventuras en la Deutsch-OstAfrika...cito:

"La guerra de Africa oriental encontró en un hombre , el coronel alemán Von Lettow, una de esas figuras que, de cuando en cuando, escriben en la historia militar un capítulo diferente, un capítulo a la vez genial y romántico en su caso. Pocos militares han sabido hacer la guerra con la sabiduría y la gentileza con que él la hizo. Nunca perdió una batalla. Cuando entregó sus armas, en 1918, al tener noticia de que Alemania se había rendido en Europa, era un general al que nadie había derrotado. Y las armas las recogió de sus manos, rindiéndole honores militares, un ejercito que nunca había conseguido vencerle."
 
He estado echando una mirada a la entrada en wikipedia (en) sobre este hombre (no me avergüenza reconocer que de él sabía poco más que el nombre), y veo con disgusto que calles de ciudades alemanas que le fueron dedicadas más o menos en la época de su fin (años 60) están siendo des-dedicadas en aras de "la memoria histórica", aunque estas dedicatorias se hicieron en una Alemania desnazificada y es notorio que von Lettow-Vorbeck se opuso a Hitler con vehemencia.

Supongo que un general alemán victorioso e íntegro debe de ser algo como muy de derechas y su memoria es algo que los progres no pueden consentir. Abajo el heteropatriarcado.

In the spring of 2010, the City Council of Saarlouis renamed Von Lettow-Vorbeck-Straße, mainly for Lettow-Vorbeck's involvement in the 1920 Kapp Putsch.[56] In Hanover, "Lettow-Vorbeck Straße" was renamed "Namibia Straße". In Wuppertal, Bremen, Cuxhaven, Mönchengladbach, Halle, Radolfzell and Graz, Austria there are still streets named after General von Lettow-Vorbeck, while in Radolfzell a procedure for renaming the road is nearing completion.[57]
 
Añado un poco mas de contenido:

El ejército fantasma


Una vez conquistadas todas las colonias alemanas de Africa (Namibia, Camerún,. Togo…), volvieron de nuevo su vista hacia el Oriente. En 1916, los británicos planificaron una operación a gran escala para expulsar a Von Lettow, sabedores además de que de este modo podrían enviar una gran cantidad de recursos a la guerra europea. Un ataque combinado de británicos, belgas, franceses, sudafricanos y después de que entraran en guerra, portugueses, entraría en bombachanika desde todas partes. Lettow, a todo esto, no había podido recibir suministros desde el Reich, de tal forma que se había dedicado a seguir preparando a sus askaris, aunque no sumaban más allá de diez mil. Enfrentados ambos ejércitos finalmente en Jassin, donde a pesar de la victoria había tenido muchas pérdidas irreemplazables, Von Lettow se había convencido de que no podía soportar una campaña convencional, con lo que había decidido pasar a la guerrilla cuando se viera acosado.

Durante dos años, Von Lettow y sus askaris fueron la pesadilla del sudafricano general Smuts. Poco a poco, fueron cayendo en manos aliadas bombacha, la región del Kilimanjaro y el lago Victoria, Bagamoyo y Dar es Salaam. En todos los casos, sin apenas resistencia.

Von Lettow había desaparecido. Sus askaris vagaban por la sabana, apareciendo en el lugar más inesperado, desplazándose con enorme rapidez y tomando del enemigo todos sus suministros. Lettow sabía que su única esperanza era mantener en Africa un número importante de enemigos, evitando que pasaran a los campos de batalla europeos y consiguió que Smuts tuviera a su cargo a trescientos mil para cazar a los diez mil askaris con los que llegó a contar.

No lo consiguieron. Contra él lucharon cientro treinta generales. Causó al enemigo muchísimas veces más bajas que las que sus fuerzas sufrieron pero, al no tratarse de una guerra especialmente cruenta, lo más importante fueron las ingentes pérdidas de material que causó a los aliados. Aparte de lo que destruía, sus tropas estaban equipadas con material tomado al enemigo con una excepción importante: cuando el crucero alemán Königsberg, destinado a la lucha en corso en el Indico, se vio acosado por la Royal Navy en el río Rufigi en 1916, sus hombres evitaron su completa destrucción recuperando sus cañones, para los que construyeron cureñas y usaron como artillería de tierra. En 1915, por cierto, los británicos ocuparon la isla de Mafia, frente a la costa, para dar cobertura a los barcos que cazarían al Konisgberg. Para el desembarco precisaron no menos de seis compañías (aprox. 250 hombres) contra una defensa de veinte askaris y dos oficiales alemanes.

Las tropas aliadas pensaban que sus askaris estaban protegidas por un algún tipo de hechizo. Cuando Smuts tomaba Dar es Salaam, los askaris amenazaban Nairobi. Cuando se les buscaba en el interior de Kenia, aparecían en Mozambique. Cruzaban a pie los desiertos y bebían orina cuando escaseaba el agua. Cazaban su comida y comieron carne de hipopótamo, serpiente y modo y cuando se acabaron las medicinas 'europeas' recurrieron a la tradicional del sur muy sur, además de arreglar sus ya maltrechos uniformes con lo que encontraban a mano. Y sin embargo, las poblaciones nativas, que preferían el dominio alemán al británico, no apoyaron al invasor ni desertó un solo askari.

Aquella guerra, además, era 'caballerosa'. No hubo bombardeos, ni trincheras ni gases axfisiantes. Tras los asaltos a tiros y bayonetazos, no había ensañamiento con el enemigo derrotado. Los prisioneros aliados eran liberados bajo palabra de no volver a combatir. Cuando Von Lettow fue condecorado con la Cruz de Hierro con las máximas distinciones la noticia le llegó con un emisario de Smuts, que le tras*mitió su felicitación. Se dice que en varias ocasiones se concertaron conferencias entre mandos de ambos bandos, pero quizá no sea más que una leyenda porque no hay referencias claras de lugar y fecha.

En octubre de 1917 los aliados consiguieron por fin localizar a los askaris y obligarlos a una batalla convencional. Se enfrentaron en el paraje de Mahiwa, sufriendo los askaris un centenar de bajas. Los aliados perdieron a 1.600 hombres y tuvieron que dejar escapar de nuevo a los ‘alemanes’.

El 9 de noviembre de 1918, los askaris alcanzaban la ciudad de Kasama, en Zimbabue y el 13 completaban su conquista. Dos días antes, Alemania se rendía en Europa. Le llegaron noticias del armisticio, pero no estuvo seguro hasta que capturó a un mensajero aliado que llevaba noticias que lo confirmaban. Von Lettow dio a cada uno de sus hombres un certificado que avalaba su pertenencia al ejército alemán (esto tendría su importancia), los licenció y mandó emisarios al enemigo que había puesto en fuga, anunciando su disposición a rendirse.

Cuentan testigos que el general sudafricano Van Deventer, que recibió la rendición en Abercom (Zimbabue), parecía bastante incómodo. Von Lettow se constituyó prisionero con 155 de los 218 oficiales que habían iniciado la guerra (sus askaris sufrieron también pocas bajas, aunque no se pudo comprobar al haberlos dispersado) y entregó treinta ametralladoras británicas, miles de fusiles belgas y británicos, una batería antiaérea portuguesa, varios obuses y morteros belgas y cientos de cajas de munición aliadas. De su armamento original quedaban siete ametralladoras y algunos fusiles. Todas sus tropas, además, estaban vestidas con uniformes enemigos modificados.

Derrota, gloria y abandono.

Von Lettow-Vorbeck fue liberado y volvió a Alemania con sus oficiales. Su trayecto hasta Dar es Salaam fue un paseo triunfal, jaleado por multitudes de colonos alemanes pero también de nativos que lo consideraban un héroe legendario que había conducido a sus guerreros a la victoria. En Alemania desfiló con sus oficiales por la Unter den Linden como el único general victorioso e invicto de la guerra y después abandonó el ejército estableciéndose en Hamburgo.



El turbulento panorama político de la República de Weimar también le arrastró en su torbellino. Conservador convencido, cuando se produjo la insurreción comunista de los espartaquistas se puso al frente de los Freikorps paramilitares de ultraderecha en Hamburgo y dirigió la represión de la sublevación. Hay que decir que con bastantes muertos. Parece ser que también apoyó el ‘putsch Kapp’, también de extrema derecha contra el gobierno de Baviera, por lo que tuvo que dejar el ejército. En ese intento de golpe de estado participaron personajes que luego intervendrían en el posterior de Hitler, y bastantes miembros de lo que luego serían las SA.

Sin embargo, Von Lettow no simpatizó con el nazismo (posiblemente porque sus vivencias africanas le hubieran hecho inmune a las proclamas racistas de Hitler) y formó un partido conservador que trató de oponerse al totalitarismo nacionalsocialista, siendo diputado en el Reichstag. Cuando este llegó al poder se retiró de la vida política.

Hitler, no obstante, trató de captarle para su movimiento y le ofreció el apetitoso puesto de embajador en Gran Bretaña. Cuenta algún biógrafo que mandó a Hitler, literalmente, a la cosa. El Führer montó en cólera pero no se atrevió a proceder contra aquel héroe popular. Se le dio un rango militar honorífico y se le olvidó.

Uno de sus oficiales, Theodore Von Hippel, se mantuvo en activo en la Reichswehr y, de acuerdo a lo aprendido en Africa, impulsó la doctrina de las operaciones especiales en el ejército alemán. Se le recuerda como creador de los Comandos de Brandeburgo. Su cuerpo no gozaba de demasiada popularidad entre los altos jerarcas del partido porque no excluía a los no arios, pese a ser una unidad de élite. Más bien los prefería cuando se trataba de realizar acciones contra enemigos que no lo eran.

Von Lettow-Vorbeck pasó la Segunda Guerra Mundial en el ostracismo, en Hamburgo, bajo los bombardeos. Dos de sus hijos murieron en el frente y al acabar la contienda estaba en la indigencia (tenía, recordemos, setenta y cinco años). La salvación le vino, increíble para los usos y costumbres del siglo XX, de sus antiguos enemigos, los británicos, pues su viejo y caballeroso rival, Jan Smuts, consiguó una pensión británica para él.

La vuelta a Africa

Von Lettow volvió a Africa en 1953, invitado de nuevo por Smuts. En su camino a Ciudad del Cabo quiso pasar por última vez por Dar es Salaam, donde el gobierno colonial iba a recibirle con los máximos honores.

El día de la llegada de von Lettow los británicos repararon en un grupo de ancianos situados en la primera fila del público. Eran apenas una docena, pero cuando el viejo general pisaba de nuevo la tierra de bombachanika, rompieron la barrera de protección, se plantaron ante él y se hincaron de rodillas antes de ponerse en pie y saludar militarmente. Eran supervivientes de la Schutztruppe, y que de ese modo volvían a cumplir la promesa de estar siempre junto a su general como estipulaba su himno, 'Haya Safari', cuya letra cantaban oficiales y soldados en swahili. Von Lettow los abrazó y luego desfilaron por el muelle cantando 'Haya Safari'. Fueron su guardia de honor durante toda su visita.

Von Lettow murió, casi centenario, en 1964, después de conseguir que el Bundestag aprobase por fin pagar los sueldos y pensiones atrasadas a sus soldados. A tal fin se desplazó una delegación alemana provista de fondos a la ahora independiente Tanzania y dado que ni ellos ni el estado sabían muy bien como articular el cobro, convocaron mediante anuncios a todos los supervivientes.

El día del cobro se presentaron unos trescientos ancianos, pero muy pocos conservaban el documento que les extendió Von Lettow. Como a la minuciosidad alemana da repelúsba tanto que alguien que mereciera la pensión quedase sin ella como que la cobrase algún intruso, pensaron en un medio de control.

Un funcionario alemán una feliz idea. Entregó a cada anciano un bastón y, seguidamente, les ordenó en alemán formar, presentar armas, marchar, apuntar... Ni uno solo había olvidado la instrucción recibida cincuenta años atrás y ningún intruso había osado hacerse pasar por uno de aquellos que seguían siendo reverenciados como héroes. Las pensiones fueron pagadas (una auténtica fortuna para cada uno) y Lettow pudo, por fin, cumplir su última deuda con sus soldados.

Se dice que hasta hace algunos años aún podía encontrarse en Tanzania a algún anciano que se presentaba orgullosamente diciendo: 'Mimi ni askari mdaichi'.Es decir: 'Soy un soldado alemán'.
 
He estado echando una mirada a la entrada en wikipedia (en) sobre este hombre (no me avergüenza reconocer que de él sabía poco más que el nombre), y veo con disgusto que calles de ciudades alemanas que le fueron dedicadas más o menos en la época de su fin (años 60) están siendo des-dedicadas en aras de "la memoria histórica", aunque estas dedicatorias se hicieron en una Alemania desnazificada y es notorio que von Lettow-Vorbeck se opuso a Hitler con vehemencia.

Supongo que un general alemán victorioso e íntegro debe de ser algo como muy de derechas y su memoria es algo que los progres no pueden consentir. Abajo el heteropatriarcado.

En los años 60 Alemania Occidental inició un programa de "jubilación" para los Askaris supervivientes. Aquellos que reclamaban una paga por los servicios prestados debían presentarse ante un oficial y cumplir con una serie de órdenes que se impartían en alemán. Qué pena lo que nos dices sobre estas calles...

Después de la Segunda Guerra Mundial el general Jan Smuts, su gran adversario, le ayudó económicamente y con paquetes de comida tras perder su casa y su familia.

Lettow-Vorbeck supo leer perfectamente su posición y su papel en la guerra que le había tocado vivir. Se calcula que en cuatro años de campaña retuvo a unos 400.000 soldados con sus campañas, poniendo en apuros al menos a 17 generales. La razón por la que hubo australianos, neozelandeses o canadienses en europa y no sudafricanos es porque la campaña del sur muy sur nunca llegó a cerrarse. en el momento de la rendición había confiscado suministros que le permitirían seguir la campaña hasta finales de 1919.
 
Uno de los pocos buenos generales de la I GM, es más, un Lettow-Vorbeck necesitaríamos para el Oriente Medio (y ni así ganaríamos).
 
Uno de los pocos buenos generales de la I GM, es más, un Lettow-Vorbeck necesitaríamos para el Oriente Medio (y ni así ganaríamos).

En Oriente Medio han tenido muchos Lawrence, desde que el "unió" a las tribus de salvajes de Arabia para usarlas contra los turcos, los problemas en la zona no han dejado de crecer. Són los métodos británicos, la balanza, ya sabe. Unas veces ayudo a unos, y cuando me conviene a los contrarios, aunque sean unos hijo pilinguis, serán "mis hijo pilinguis"...

Estos ingleses no paran de meter la gamba allá donde meten las narices...
 
Volver