Aún me estoy acordando del frío, pero frío, que pasé en un avión de una compañía "de bandera", en pleno mes de agosto en el aeropuerto de Barajas. Mi mujer llegó resfriada a destino. Desde entonces, aunque sea julio o agosto y vayamos a un destino cálido, siempre llevamos una chaqueta de abrigo por si las moscas.