- Los viajes a la playa se hacían hacinados, hermanos y primos, en el asiento trastero del coche, sin cinturones de seguridad ni aire acondicionado, y el padre de familia fumando y repartiendo el humo a todos los fumadores pasivos y daba igual que fueran menores de edad.
- Te sentías el rey del mambo si llevabas veinte monedas en el bolsillo (3€ al cambio) a la sala de recreativos del barrio o del centro comercial.
- Los jóvenes nos hartábamos de jugar en la calle y llegábamos luego a casa sudando y comiditos de cosa. Luego una ducha rápida y a ver el "Un dos tres".
- Ir a un parque y ver jeringuillas sidosas era muy común. La heroína era la droja de moda entre los yonkis.
- Cuando comprabas productos de cosa tipo Ruffles, Bollycaos o Phoskitos, era frecuente que viniesen con muñequitos o con pegatinas que, en ocasiones, brillaban en la oscuridad o tenían efecto 3D.
- el tema de los sodomitas estaba bajo control, mientras no era ilegal ser un gai de cosa, no veias a toda la guano LGTB+ por las calles
- A los profesores se les respetaba y si un profesor te reñía y se lo contabas a tu padre, te caía otra bronca de tu padre.
- Dos rombos indicaban que esa peli era para adultos. Así que cuando pillabas una así sin la presencia de tus padres, te clavabas en el sofá para ver aparecer dos buenas berzas.
- Si tenías un ordenador de cassettes, cada vez que ponías un juego tenias que esperar un cuarto de hora para poder jugar. Esos ratos esperando con los amigos eran, en ocasiones, más ilusionantes que el propio juego.
- Si querías hablar con la chica que te gustaba tenías que llamar al fijo de su casa, con un par, y saludar primero a su padre o progenitora.
- No había redes sociales, así que la gente no podía publicar ni su vida, ni sus traumas, ni sus insensateces ni tampoco desatar la ira o el repruebo contra desconocidos.
- Tuvimos la mejor música. Lo siento pero no hay debate posible.
- El estreno de un videoclip de Michael Jackson era un evento de la leche y se festejaba como hoy una peli de James Cameron.
- La gente era feliz con poco. No como ahora, que seguimos teniendo poco pero estamos todo el día encabronao.