Esto coincide bastante con mi teoría de 'desracionalización' y 'descientificación' de la realidad, como táctica de manipulación.
A base de ir hurgando en distintas direcciones, cada vez más disparatadas, están consiguiendo que nadie tenga un mapa claro de lo que está bien y lo que está mal, como clave al sometimiento total. Crear gente insegura, que no sabe como comportarse, y que termina aceptando todas las pautas que se le van diciendo, por miedo a meter la pata socialmente.
Si somos capaces de analizarlo friamente, está emparentando el beso que el tío segundo le da a una niña...con las violaciones. Ahí es nada, como si partieran de la misma esencia, como si fueran piezas del mismo rompecabezas. Es el primer paso, como si dar una palmada en la espalda de un amigo fuera la antesala de asesinar gente. Y nadie (de cierta importancia política, social o mediática...) tiene ya los bemoles para decirle públicamente 'deje decir imbecilidades, so tarada'. Esos poderes no solo le reirán mayoritariamente las gracias, sino que continuarán el debate y lo estirarán, como si fuera debates reales y como si esa postura fuera admisible.
Llegarán los lerdos/as anónimos a los que no les guste el roce social, y aplaudirán. Porque estos manipuladores de cosa saben como se comportan las masas; si resulta que hay algo que socialmente no me guste (como este roce social en los saludos...), valorará positivamente que se cuestione ese roce social. Y se olvidará de lo fundamental, que es denunciar la peligrosísima soplapollez que esta indeseable está diciendo.
Y así una memez, que roza lo criminal, se queda ahí, porque están anulando la razón y la lógica. No solo de que una política se meta a ese nivel en nuestras vidas (que ya es algo horrible...), sino que nos vayan difuminando, a través del bombardeo, los límites de lo que es una agresión sensual. Lo cual teníamos clarísimo hasta anteayer, pero que cada día que pasa, por este tipo de imbecilidades, queda menos claro. Hasta que agresión sensual será exactamente lo que ellas quieran, que será casi todo. Que este camino ya lo hemos hecho, hace poco un chaval se pegó 5 días de calabozo por mandar a su pareja a la cosa por whatsapp. Sin que mediase otra violencia.
Para llegar al punto en que eso sea admisible como sociedad, se han ido dando muchos pasos. Muchas declaraciones de este tipo, muchos debates. Mucha anulación de la lógica. Y ahora tenemos las consecuencias. Lo que ha dicho esta tarada en esta ocasión, tiene el mismo fin, que poco a poco metamos en la categoría de agresor sensual a gente con comportamientos nimios. Para qué huevones creéis que quitaron el abuso, si no era para eso.
Ya lo han hecho con Rubiales, estableciendo la vara de medir para que besos que nada tienen de sensuales sean públicamente vistos como posible agresión sensual. Así implantan el miedo y la precaución de cualquiera en cualquier circunstancia, antes de besar a otra persona. Convierte comportamientos normales en sospechosos de delitos gravísimos.
El mapa de la manipulación es extensísimo. La realidad no es la realidad, la justicia no es justicia. La ley no es la ley, los hechos no son los hechos. Todo lo que podamos percibir con nuestros sentidos cambia o se matiza cuando es interpretado por ellos. Continua y diariamente van creando una irrealidad paralela, que va permeando en la gente, en la que todo es subjetivo, importan más emociones que los hechos, la interpretación es más importante que la realidad. Donde el relato prevalece sobre la ciencia. Mañana el abrazo entre un hombre y una mujer será denunciado como 'forma histórica de oprimir a la mujer para toquetear sus pechos'. Y a partir de ese momento la gente no se atreverá a abrazar. Se llamará acosadores sensuales a los abrazadores. Esta locura no conoce límites..
Y creéis que exagero, intentad el ejercicio de retroceder a vuestra mentalidad de hace 5, 10, 15, 20 años. Imaginaos que os hablan de la cultura de la violación, de los bancos pintados de jovenlandesado, de que el que le des dos besos a tu sobrina es el primer eslabón de la violencia contra la mujer. Que os dicen que los telediarios abrirán con un pico en una celebración, con un whatsapp de estudiantes, con un juego entre dos colegios mayores. Que saldrá en primera plana, que hablarán ministros, el presidente del gobierno.
Así terminas teniendo un escenario precioso donde lo que no me gusta es delito, todo lo que me haga sentir mal es punible, todo el que no esté de acuerdo conmigo es un acosador. Donde la mitad de la población es sospechosa de ser agresor sensual o maltratador. Una presión social absurda de los más tarados, los más meapilas y los más botarates sobre los más sensatos. A los que solo se les da la opción de callar y agachar la cabeza, puesto que si abren la boca es exclusivamente para participar en el aquelarre, pues no hay otra opción si quieres salvarte de la quema.
Es la negación de la realidad y el impulso de la imaginación de los peores, y el encumbramiento de los sentimientos de los más rencorosos...