Koriel
Madmaxista
Antecedentes Los mandatos de uso de mascaras para niños durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19 variaron en diferentes lugares. Aún no se ha realizado un análisis riesgo-beneficio de esta intervención. En este estudio, realizamos una revisión sistemática para evaluar la investigación sobre la eficacia del uso de mascaras en niños.
Métodos Realizamos búsquedas en bases de datos hasta febrero de 2023. Los estudios se seleccionaron por título y resumen, y los estudios incluidos se seleccionaron adicionalmente como referencias de texto completo. Dos revisores independientes realizaron un análisis de riesgo de sesgo y lo adjudicó un tercer revisor.
Resultados Se examinaron 597 estudios y se incluyeron 22 en el análisis final. No hubo ensayos controlados aleatorios en niños que evaluaran los beneficios del uso de mascaras para reducir la infección o tras*misión del SARS-CoV-2. Los seis estudios observacionales que informaron una asociación entre el enmascaramiento infantil y una menor tasa de infección o seropositividad de anticuerpos tuvieron un riesgo de sesgo crítico (n=5) o grave (n=1); los seis estuvieron potencialmente confundidos por diferencias importantes entre los grupos enmascarados y no enmascarados y se demostró que dos tenían resultados no significativos cuando se volvieron a analizar. Otros dieciséis estudios observacionales no encontraron asociación entre el uso de mascaras y la infección o tras*misión.
Conclusiones La eficacia en el mundo real de la obligación de utilizar mascaras para niños contra la tras*misión o infección del SARS-CoV-2 no se ha demostrado con evidencia de alta calidad. El conjunto actual de datos científicos no respalda el uso de mascaras en los niños para protegerlos contra el el bichito-19.
Las recomendaciones de políticas relacionadas con la el bichito-19 deben basarse en evidencia de alta calidad y considerar la posibilidad de daño, especialmente para los niños, que son un grupo vulnerable y éticamente protegido.
Se debe educar a los proveedores de atención médica y a los adultos que trabajan con niños sobre la ausencia de datos de alta calidad que respalden el uso de mascaras para reducir los riesgos de infección y tras*misión del SARS-CoV-2.
Dado que no se ha establecido la ausencia de daños, recomendar el uso de mascaras en los niños no cumple con la práctica aceptada de promulgar únicamente intervenciones médicas en las que los beneficios superan claramente los daños.
Métodos Realizamos búsquedas en bases de datos hasta febrero de 2023. Los estudios se seleccionaron por título y resumen, y los estudios incluidos se seleccionaron adicionalmente como referencias de texto completo. Dos revisores independientes realizaron un análisis de riesgo de sesgo y lo adjudicó un tercer revisor.
Resultados Se examinaron 597 estudios y se incluyeron 22 en el análisis final. No hubo ensayos controlados aleatorios en niños que evaluaran los beneficios del uso de mascaras para reducir la infección o tras*misión del SARS-CoV-2. Los seis estudios observacionales que informaron una asociación entre el enmascaramiento infantil y una menor tasa de infección o seropositividad de anticuerpos tuvieron un riesgo de sesgo crítico (n=5) o grave (n=1); los seis estuvieron potencialmente confundidos por diferencias importantes entre los grupos enmascarados y no enmascarados y se demostró que dos tenían resultados no significativos cuando se volvieron a analizar. Otros dieciséis estudios observacionales no encontraron asociación entre el uso de mascaras y la infección o tras*misión.
Conclusiones La eficacia en el mundo real de la obligación de utilizar mascaras para niños contra la tras*misión o infección del SARS-CoV-2 no se ha demostrado con evidencia de alta calidad. El conjunto actual de datos científicos no respalda el uso de mascaras en los niños para protegerlos contra el el bichito-19.
Las recomendaciones de políticas relacionadas con la el bichito-19 deben basarse en evidencia de alta calidad y considerar la posibilidad de daño, especialmente para los niños, que son un grupo vulnerable y éticamente protegido.
Se debe educar a los proveedores de atención médica y a los adultos que trabajan con niños sobre la ausencia de datos de alta calidad que respalden el uso de mascaras para reducir los riesgos de infección y tras*misión del SARS-CoV-2.
Dado que no se ha establecido la ausencia de daños, recomendar el uso de mascaras en los niños no cumple con la práctica aceptada de promulgar únicamente intervenciones médicas en las que los beneficios superan claramente los daños.